VALENCIA. Su paso por el London College of Communication en el 92 le permitió saber que Internet iba a ser el futuro. Después de varios ensayos y errores por diversas empresas, Arturo Castelló (Valencia, 1974) creó Canales Corporativos, una empresa valenciana de soluciones digitales especializada en videojuegos. Su último éxito, el acuerdo por tercer año consecutivo con la empresa sueca organizadora del evento Dreamhack, que llega ha reunido a más de 12 millones de personas jugando a la vez. En su casa el cuchillo no es de palo, por eso él y dos de sus tres hijas compiten antes de irse a dormir. "Los videojuegos son un fenómeno de masas que va a más. Es una industria que factura más que la del cine, televisión y música juntos. Criticarla es ir contra corriente. No es una pérdida de tiempo. Lo mismo se dijo de la literatura y el cine, pero ahí están". Su objetivo: consolidar la empresa líder en su sector sin salir de Valencia.
-Estudió en Londres. ¿Hay grandes diferencias entre ambos métodos de enseñanza?
-Sí, y ayudas. Cuando yo estudié, la educación británica tenía muchas salidas. Los ingleses gozaban de educación gratuita, ayudas para el piso, préstamos que daba el banco y se empezaban a devolver cuando encontrabas un trabajo. Los europeos, si pasaban un examen, no pagaban matrícula. Tuve la suerte de ir a una buena escuela y trabajar para mantenerme.
-Previamente había estudiado comunicación audiovisual en Valencia. ¿Por qué no continuó estudiando lo mismo?
-Porque no encontré ni periodismo, ni publicidad, sí comunicación y cultura de estadios, donde te enseñaban cómo las diferentes tendencias culturales afectan a los medios de comunicación. En el 92 Internet empezaba a mezclarse con los medios.
-¿Intentó trabajar en Londres?
-Lo hice, pero como becario. Allí los becarios trabajan gratis... Londres es una ciudad que intenta ser centro de encuentro de profesionales de todo el mundo, por lo que al final adquiere la capacidad de seleccionar a los mejores para trabajar. Mientras que en España estamos en las antípodas. Aquí lo normal es la fuga de talentos. Y más ahora. Por eso cuando alguien cree que tiene capacidad para mejorar en su campo, hace las maletas.
-Cuando volvió montó una editorial, ¿era entonces buen negocio?
-Ni ahora. La monté con dos socios. Me gustaba mucho el mundo de la literatura. Sigo siendo un lector obsesivo. Tenía una imagen romántica del mundo del escritor y quería conocerlo de cerca, me equivoqué. Montar una editorial te aleja totalmente de tu sueño. Es un trabajo tedioso y administrativo; para el escritor sólo eres un instrumento para vender sus libros. Montar una editorial en Valencia en el 92 era un suicidio. El índice de lectura seguía bajando en picado; los libros que publicábamos de autores anglosajones los leían cuatro; de los doce títulos publicados, solo dos consiguieron cierta notoriedad. Y para más inri descubrimos que el mundo editorial estaba muy atomizado. Hay dos grandes grupos que dominan la cadena de valor y los independientes son los mártires que mantienen vivo el mito de la posibilidad. Se empezaba a oír sobre e-book, la impresión bajo demanda, la autopublicación por Internet... pero no llegamos a tiempo, nos arruinamos antes.
-¿Y se quedó con la fea?
-Pues sí. Me di cuenta que Internet iba a revolucionarlo todo.
-¿Cuándo se produjo ese déjà vu?
-Siempre lo supe, pero entonces lo vi con más claridad. Había trabajado para productoras a las que intentaba convencer sobre el boom y éxito de la televisión on line. No me escucharon. Cuando una cosa funciona la gente no cambia. Pensaban: "Bueno ya llegará esto dentro de diez años y ya veremos". En las ferias internacionales veía la revolución. No tenía dudas. Renovarse o morir. Hice un último intento por montar una división de televisión on line en aquella empresa y me pararon los píes. Solo trabajaban para Canal 9.
-Entonces ¿le surgió su vocación emprendedora?
-No, nunca la tuve. Ni se me pasó por la cabeza ser empresario, solo quería trabajar con Internet. Monté un equipo de tres personas y buscamos dinero en un fondo de capital riesgo en Valencia. Ellos sí creyeron en nosotros y aquí seguimos.
-¿Negociando con los suecos?
-Sí. Hace tres años conseguimos firmar un acuerdo con ellos para representar al Festival Dreamhack en el sur de Europa. Valencia es la sede del festival para Francia, Italia Portugal y España. Presumimos de ello. Porque una empresa, hoy con quince empleados e inversión valenciana pura y dura ha conseguido cerrar un acuerdo con una empresa sueca líder en su campo. Es un festival de tres días de eSports y cultura digital que ha conseguido reunir a más de 10.000 aficionados a los videojuegos en Valencia. Y algunos juegos masivos han sido seguidos por 12 millones de personas on line.
-¿Por qué los videojuegos se han convertido en un fenómeno de entretenimiento global?
-Porque son competitivos. Como un ajedrez. Un jugador compite contra otro y gana o pierde. Se está convirtiendo en un espectáculo porque hay premios, dinero por medio y espectadores que ven cómo se compite. Actualmente es la industria que más dinero mueve. Más que la industria de la televisión, el cine y la música juntos. El año pasado España facturó 980 millones de euros, lo que nos coloca en el cuarto lugar a nivel europeo. Por ejemplo, un videojuego de estreno recauda más en un día que una película de estreno en una semana.
-¿Por qué cree que los españoles somos tan competitivos en videojuegos y no en otros sectores?
-Pasa lo mismo con móviles y redes sociales. Somos un país muy rápido para adoptar nuevas tecnologías, a pesar de que algunas vayan asociadas a consumo y éste no sea el mejor de los momentos para gastar dinero. No sé porque no se reproduce el mismo fenómeno en otras áreas.
-¿Al ser un sector que fomenta la competitividad encuentran mucha competencia en el mercado?
-Muchísima y más por la constante incorporación de novedades. Empezamos siendo un taller digital que contrataban las empresas de comunicación, hoy es al revés, nosotros contratamos a las agencias. Y todo porque los hábitos de consumo han cambiado. Se consulta antes el ordenador que la información en papel.
-¿Cuál es el secreto para que la gente se enganche a esta afición?
-Creo que los videojuegos han roto con todos los esquemas. No han dejado de crecer e Internet ha posibilitado la creación de grandes comunidades donde la gente puede jugar a la vez. Es un sector que no teme a la crisis. El 25 por ciento de los adultos europeos que empezaron en los 80 juegan de manera habitual a videojuegos. Y me incluyo entre ellos.
-¿No piensa a veces que jugar es una pérdida de tiempo?
-Eso se ha dicho de la literatura, del cine, de la televisión y se dice actualmente de los videojuegos. Todo depende del uso que hagas. Jugar es muy estimulante y requiere inteligencia para ganar. Te concentra y a la vez te relaja. Tengo tres hijas, de 9, 7 y 2 años. Las dos mayores juegan mucho a los videojuegos.
-Circulan por ahí unas fotos de reuniones de amigos en las que cada uno aparece abducido por su móvil. ¿Esto no puede pasar todavía más con los videojuegos?
-A nadie se le ocurre pensar que la persona que pasa demasiado tiempo leyendo libros es poco social. Normalmente estas personas cuando quedan con sus amigos hablan de literatura. Con los videojuegos pasa lo mismo. No solo juegas contra otros, con los que te relacionas, sino 'con' ellos. Y luego quedas con ellos para compartir intereses comunes. En el cine eres un espectador pasivo. En el videojuego no. Es verdad que hay restaurantes, aunque no en Valencia, que no te dejan entrar con el móvil porque efectivamente está todo el mundo en otro sitio, menos delante de su plato.
-En su caso ¿cómo se socializa con su familia?
-Como muchas familias, pero por ejemplo cuando no voy a recoger a mi hija al colegio. Ella al llegar a casa se conecta a Skype y hablamos. Eso, antes no lo teníamos. Afortunadamente a mis hijas les gustan más los videojuegos que la televisión.
-¿Aunque sean violentos y acaben a mamporrazos?
-La violencia es metafórica. Es como en el ajedrez, tienes que matar al rey. Es lo que hay que hacer para ganar.
-¿Cuál es la tendencia de futuro, hacía donde camina este modelo de consumo on line?
-Creo que vamos a seguir en la línea de conectividad absoluta en tiempo real. Empezamos conectándonos por teléfono, luego por mail, después por redes sociales, ahora además por móvil... esa relación digital va a crecer aun más y modificar los modelos de negocio en las relaciones personales. Por ejemplo, una nueva profesión de futuro será la de Curator, intermediarios críticos del conocimiento, que filtrarán la información.
-Como lector compulsivo ¿con qué libro se distrae últimamente de los videojuegos?
-Be not contet, de William Craddock. Un escritor que documenta la contracultura de EE.UU en los 60. De cómo pasaron de los moteros a los hippies.
-¿Cuál es su próximo objetivo profesional?
-Consolidar una empresa líder en este sector sin necesidad de irnos de Valencia. Es todo un reto.
Que interesante! ojala Las grandes empresas a nivel nacional apuesten por esto. Hacen falta sponsors y publicidad...
Muy bien la entrevista y tienen una gran proyección. Ya lo he dicho en otras ocasiones, el "secreto" de la viabilidad económica del Parque Temático Ferrari de Valencia pasa por la interactividad con los vídeo juegos. Así es que animo Arturo que yo también lo veo muy claro..
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