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VALENCIA. Otra vez más el Valencia se ha dormido a la hora de renovar a un futbolista joven, talentoso y con una enorme proyección. El año pasado le pasó con Jordi Alba y esta temporada le ha pasado con el argelino Sophiane Feghouli, al que el club está intentando renovar encontrándose con el problema de que ahora es uno de los mejores jugadores del equipo y no tiene prisa por ampliar su contrato, que expira en junio de 2014, ya que ahora el tiempo juega a su favor. 

La historia de Feghouli arrancó a finales de la pasada campaña. El jugador fue sin duda la revelación del equipo logrando darle la vuelta a todas las quinielas, ya que empezó el año como un futbolista que en principio no contaba para el entrenador y termino siendo fijo en las alineaciones. Ante esa buena temporada el club a sabiendas de que a Sophiane sólo le quedaban dos años más de contrato se planteó y convenció de que tenía que ofrecerle la renovación.

La idea del club valencianista era subir la cuantía económica que el jugador percibía y establecerla en alrededor de un millón de euros netos más bonus. Esa cantidad era algo que según ha podido saber ValenciaPlaza.com el futbolista estaba dispuesto a aceptar, ya que en aquel momento el futbolista sentía que el club estaba valorando su buena temporada y sus méritos sobre el terreno de juego.

Sin embargo, las ideas y las intenciones no se plasmaron sobre el papel. El club tuvo la intención de renovar al futbolista pero se durmió. Los fichajes de verano fueron los temas prioritarios a tratar por la secretaría técnica durante el verano y el presidente incidió varias veces en que para renovar a Feghouli habría tiempo. Los meses pasaron y el entorno del Sôso se fue poniendo nervioso, no entendían que después de un primer contacto el club no moviera ficha y zanjara el tema. Cada día que pasaba el futbolista subía su cotización y en el club no se dieron cuenta.

Subió tanto su cotización que tras una gran pretemporada en la que volvió a ser pieza básica del equipo, y cuando el mercado de fichajes agonizaba, apareció una oferta en las oficinas del Valencia desde Rusia por Feghouli. El Spartak de Moscú de Unai Emery, técnico que apostó por él la pasada campaña, puso sobre la mesa unos 12 millones de euros para llevarse al jugador. Además los rusos le pusieron al extremo un caramelo bien dulce, le tentaron con casi dos millones netos de ficha, pero los blanquinegros se negaron. El club andaba entonces negociando para vender a Pablo Hernández al Swansea y no podía dejar salir a un futbolista todavía más importante que el valenciano.

A partir de ahí las cosas torcieron. El balón echó a rodar, y Feghouli ha empezado el año como acabó el anterior. Es decir, siendo uno de los futbolistas más resolutivos del equipo, sino el que más. De hecho es el máximo goleador de la plantilla con 3 tantos y ahora el tiempo juega a su favor. El interior sabe que está siendo seguido por equipos importantes de Europa, y sus agentes ya conocen las fichas que podría percibir el jugador en alguno de esos equipos. Por ello, ahora no tienen prisa por renovar. Quieren que el Valencia se rasque el bolsillo y apueste económica y deportivamente por Sôso.

Ahora las negociaciones han cambiado. Lo que en mayo tenía un precio ahora tiene otro. Lo que en mayo se podría haber cerrado por 1 millón de euros netos al año más bonus, ahora vale unos 500.000 euros más. Otro negocio malo, otro futbolista de proyección que habiéndolo demostrado en el campo el Valencia no supo valorar a tiempo. Con Feghouli todavía hay arreglo y puede que haya fumata blanca. Eso sí, la gestión con del tema Jordi Alba fue muy mala y provocó que el lateral se marchará por menos dinero del que valía. Esa misma gestión y poca visión de los rectores del club a la hora de valorar a sus jugadores, hace ahora que el Valencia tenga que pagarle el dinero que no tiene a un jugador por no hacer las cosas a su debido tiempo.