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PARÍS. La firma automovilística británica Land Rover, propiedad del consorcio Tata Motors, ha invertido 370 millones de libras (cerca de 450 millones de euros) en su centro de Solihull (Reino Unido) para la producción de su nuevo modelo Range Rover, que se ha presentado en primicia mundial en el Salón Internacional del Automóvil de París.

Este vehículo cuenta con una estructura ligera de aluminio, desarrollada en el nuevo taller especializado en carrocerías de aluminio del centro de Solihull. La firma apuntó que este material permite reducir el peso y mejorar sus prestaciones, al tiempo que rebaja de forma considerable los consumos de combustible y las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Durante la presentación del vehículo, el director de la marca, John Edwards, afirmó que el Range Rover es el "buque insignia" de Land Rover, que ha sido diseñado y se construye en Reino Unido. El precio de partida del vehículo en España se sitúa en 98.500 euros.

El nuevo todoterreno de la marca británica saldrá a la venta con una gama de propulsores que cuenta con una mecánica de gasolina V8 que desarrolla una potencia de 510 caballos y con dos versiones diésel de 258 y 339 caballos. Todos estos motores están asociados a una caja de cambios automática de ocho velocidades.

La compañía señaló que, gracias a la utilización de materiales ligeros en la construcción del modelo, especialmente en la estructura, ha logrado reducir el peso del nuevo Range Rover en 420 kilogramos en comparación con su predecesor, lo que deriva en una mejora de las prestaciones como la aceleración o la velocidad máxima, entre otros aspectos.

La corporación automovilística tiene previsto ampliar la oferta de este modelo con el lanzamiento de una nueva motorización híbrida diésel, que contará con la última tecnología y que nacerá con el objetivo de alcanzar un nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 169 gramos por kilómetro recorrido.