Los empresarios iban a solicitar al Ejecutivo nuevos "criterios de flexibilidad" en el recorte de la inversión de 6.400 millones de euros dictado por Fomento
-Mario Flores exige al Gobierno más inversiones para la Comunitat
MADRID (OTR/PRESS). El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aplazó ayer la reunión con las constructoras, prevista para este miércoles, según fuentes de Moncloa, quienes precisaron que no se llevará a cabo esta semana y queda aplazada 'sine die'. No obstante, las constructoras aceptaron y señalaron que están abiertas a retomar el encuentro cuando proponga el presidente.
Zapatero tenía previsto recibir el próximo miércoles, 18 de agosto, en el Palacio de la Moncloa a los presidentes de las principales constructoras del país para abordar los recortes de obra pública. En concreto, Zapatero iba a reunirse el miércoles al mediodía con el presidente de ACS, Florentino Pérez; el de Acciona, José Manuel Entrecanales; el de Ferrovial, Rafael del Pino; el de FCC, Baldomero Falcones, y el presidente de Sacyr, Luis del Rivero.
Fuentes empresariales indicaron que las compañías tenían pensado solicitar al presidente del Ejecutivo que se introduzcan criterios de flexibilidad en el recorte inversor de 6.400 millones dictado por Fomento, porque estiman que las suspensiones de proyectos provocarán un "daño tremendo" al sector, dejándole inerme ante una medida de este calado en un contexto de crisis económica y dificultad de acceso al mercado crediticio.
En este sentido, la idea de las constructoras es buscar fórmulas específicas por proyectos, así como la ralentización de los que tengan menor efecto dinamizador de la economía, permitiendo a la vez a las empresas constructoras laminar los pagos. También quieren que se dé una solución a las autovías de primera generación.
Hace una semana, Zapatero anunció que el Gobierno se plantea retomar una serie de proyectos de infraestructuras si los Presupuestos de 2011 dejan margen para ello, lo que permitiría "aliviar" la situación tanto de comunidades autónomas como de empresas constructoras.
Posteriormente, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, limitó el alcance de la medida y aseguró que no tendría impacto en el objetivo de reducir el déficit público al 6% en 2011, mientras que desde Fomento se cuantificó en unos 500 millones de euros el monto inversor a recuperar, argumentando que el ajuste había sido "excesivo".
UN FROB PARA EL SECTOR
Las constructoras solicitaron a finales de julio al Gobierno un plan para ordenar y ayudar al sector en la "importante" reestructuración a la que se verá abocado ante el recorte de inversión en obra pública de 6.400 millones de euros anunciado por el Ministerio de Fomento.
En concreto, las patronales del ramo pidieron también ayudas fiscales o crediticias a través del ICO, para que las empresas afronten las tensiones de liquidez y los problemas de solvencia que puede provocar en el corto plazo la suspensión y aplazamiento de contratos por parte del departamento que dirige José Blanco.
Además, reclamaron al Gobierno que optimice los recursos para obras públicas, recortando de otras partidas de gastos y buscando otros "yacimientos" de ingresos (privatizaciones, el pago por el uso de las vías, mayor recaudación por el impuesto de carburantes o al tabaco, el eventual copago sanitario) y la inmediata puesta en marcha del Plan Extraordinario de Infraestructuras en colaboración con capital privado.
ABIERTAS A CUALQUIER FECHA
Los presidentes de las grandes constructoras cotizadas han expresado su "total disposición" a reunirse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para analizar el recorte aplicado en la obra pública, el día que se les proponga desde el Palacio de la Moncloa, informaron fuentes empresariales.
Las empresas consultadas dejaron claro que el aplazamiento del encuentro no ha sido a propuesta de las compañías, que difícilmente pueden alegar "motivos de agenda" o el disfrute de unos días de vacaciones por parte de alguno de sus máximos ejecutivos como razones de peso para justificar el rechazo a mantener una reunión con el presidente del Gobierno, y máxime ante las dificultades que afronta el sector derivadas de la crisis económica, del recorte de la inversión en 6.400 millones en 2010 y 2011 y de la crítica situación de los ayuntamientos.
"Las compañías llevamos una semana preparando la reunión", subrayaron las mismas fuentes que, no obstante, no quisieron entrar en la polémica de a quién hay que imputarle la responsabilidad por el aplazamiento del encuentro, que en un principio tenía carácter 'privado'. En cualquier caso, alabaron la iniciativa de celebrar un cara a cara con Zapatero y consideraron que puede ser una opción muy buena para analizar y proponer posibles fórmulas para minimizar el impacto que puede tener en su balance el ajuste inversor en infraestructuras.
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