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VALENCIA. Este año septiembre va a ser amargo para muchos y no solo porque se terminen las vacaciones. Hoy, día 1 de septiembre, entra en vigor la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), anunciada durante el verano por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Una medida de urgencia aprobada por el Consejo de Ministros para aumentar la recaudación que ha descolocado a los españoles, ya no solo por el incremento del impuesto,sino por el intercambio de tipos que han sufrido diversos productos y servicios. 

El pantallazo general es el siguiente. La subida del IVA eleva el tipo general del 18% al 21% y el reducido del 8% al 10%. Mientras que los productos básicos con un IVA superreducido sigue aplicándose un 4%. Un alza de precios que impactará al bolsillo de las familias valencianas encareciendo en unos 392 euros anuales de media el coste de la vida, un repunte 45 euros inferior a la media nacional, según se desprende del informe 'Impacto del IVA en la economía doméstica' elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).

¿Cuáles son los productos de IVA superreducido del 4% que se salvan de la subida? El alimento básico y los bienes considerados de primera necesidad. La harina, la leche, el queso, los huevos, la fruta, las verduras, las legumbres, los cereales en el primero de los casos y los libros, la prensa y los medicamentos en el segundo. 

Otros productos han subido un cambio totalmente drástico al ser gravados por este impuesto indirecto. Algunos bienes y servicios que eran incluidos en el IVA reducido del 8% han pasado directamente al 21%. Esta subida ha tenido una gran polémica, debido a la inclusión de los servicios de cultura como el cine, el teatro y los conciertos, aunque no se queda ahí. El inicio de curso será duro para muchos padres, puesto que el material escolar ha pasado al tipo más alto, además de otros servicios como la peluquería, la cirugía estética o los gimnasios. Morir también se ha convertido en lujo, los servicios funerarios pasan a estar en el 21&, además de la floristería.

También empezarán a gravarse al tipo general del 21% los aparatos para suplir las deficiencias físicas de hombres o animales, como las gafas y las lentillas, los servicios de limpieza de vías públicas, los arrendamientos con opción de compra de viviendas o los servicios efectuados en favor de titulares de explotaciones agrícolas. 

En el caso del IVA del tipo reducido, que ha subido del 8% al 10%, ha afectado a los alimentos y productos considerados como no básicos y el transporte. La carne, el pescado, el pan integral, el aceite, los refrescos, los yogures, el café, la pasta, el transporte, los espectáculos deportivos y los productos de higiene íntima.

El negocio inmobiliario ha sido uno de los afectado en los movimientos entre los diversos rangos del impuesto. Hasta la fecha, la vivienda nueva se incluía en la nómina de productos y servicios beneficiados el tipo superreducido del 4%, pero el Consejo de Ministros decidió pasarlo a los afectados por el reducido, que ha subido al 10%, cinco puntos más.

Y para rematar, el tipo general, que pasa del 18% al 21%, la mayor carga fiscal afectará a la luz, el agua, la telefonía, el gas, la gasolina, las bebidas alcohólicas, los CD y DVD, los libros electrónicos, la ropa y el calzado y las reparaciones del hogar. Una de las polémicas más sonadas ha llegado con las facturas de la luz, teléfono y agua. Son muchas las compañías que cargarán el 21% del IVA a las facturas de meses pasados que sean cobradas a partir del 1 de septiembre, hecho que no ha gustado nada a las asociaciones de consumidores a pesar de que la ley permite realizarlo.

Parece que esta vez no habrá que esperar a enero para que llegue la cuesta.