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MADRID (EP). El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, han negado hoy que España negocie su rescate con los países de la zona euro, porque, según ha subrayado el jefe del Ejecutivo, su Gabinete "no ha hecho ninguna petición en ese sentido".

Tras un almuerzo de trabajo celebrado en el Palacio de la Moncloa, Van Rompuy ha señalado que, si al Gobierno español le parece útil el ofrecimiento del Banco Central Europeo (BCE), las instituciones europeas "podrían tomar las acciones adecuadas" y ha reconocido que la UE es corresponsable del origen de la crisis en España y, por tanto, debe contribuir a solucionarla.

En este sentido, ha argumentado que la crisis española fue causada por "un 'boom' inmobiliario insostenible", pero también por "algunas deficiencias de la arquitectura de la eurozona", por lo que las instituciones europeas comparten con España la responsabilidad de buscar una solución.

 En una conferencia de prensa conjunta tras la reunión, Rajoy ha garantizado asimismo que su Gobierno ayudará a Cataluña -que ha solicitado adherirse al Fondo de Liquidez Autonómico y pedirá prestados 5.023 millones de euros-, consciente de los problemas de liquidez de esta Comunidad, si bien ha advertido de que todos deben cumplir sus compromisos de control de la deuda y el déficit.

Por su parte, Van Rompuy ha expresado su respeto por el estado autonómico español, ha valorado las medidas del Gobierno para solucionar sus problemas y ha recordado que las metas que propone Europa son para los Estados y el modo en que se organicen internamente para alcanzarlas es responsabilidad de cada uno de ellos.

Sobre el posible recurso a un rescate, el presidente del Consejo Europeo ha señalado que "si se usa" el plan de actuación del BCE para una eventual ayuda financiera a España, "será muy eficaz", pero el Banco Central actúa de modo independiente y el Gobierno español es "lo suficientemente fuerte" como para hacer su propia valoración y tomar las decisiones que considere pertinentes.

Tras alabar el "muy valiente y ambicioso" programa de reformas emprendido por Rajoy, ha destacado la necesidad de aplicar estos ajustes "de manera plena" y ha valorado la contribución de España para el desarrollo de la unión bancaria y fiscal europea, la competitividad en la zona euro y una unión política que favorezca mecanismos más rápidos de rendición de cuentas.

Rajoy ha insistido en que su criterio a la hora de decidir sobre una eventual petición de asistencia financiera será el de hacer "todo lo que sea conveniente para los intereses generales de los españoles" y ha indicado que este mes se conocerán las necesidades del sistema financiero y "serán menores que los 100.000 millones" habilitados por la UE.

También ha recalcado que, a corto plazo, el principal problema es que España se financia a un precio que "nada tiene que ver con los fundamentos de su economía", ha defendido la necesidad de las medidas de ajuste, aunque no gusten a mucha gente, y ha vuelto a reclamar avances concretos hacia una mayor integración fiscal y financiera con resultados que tienen que ser tangibles en diciembre.

Rajoy, que ha agradecido a Van Rompuy la elección de España como destino para veranear este año junto a sus hijos y nietos, ha advertido además de que una eventual salida de Grecia del euro supondría un "fracaso colectivo" de toda Europa que la UE no puede permitirse "de ninguna manera", y se ha mostrado convencido de que el Gobierno de Andonis Samaras cumplirá con sus obligaciones.

En la misma línea, el presidente del Consejo Europeo ha afirmado tajante que "el euro es irreversible, y el futuro de Grecia está sin duda alguna dentro de la eurozona", antes de insistir en que sólo con "acciones firmes" en cada Estado miembro y colectivas en la UE se dejará atrás la actual crisis.