LUIS A. TORRALBA. 28/07/2012 Enagás, Endesa, Gas Natural, Iberdrola y REE mejoran su beneficio conjunto en 700 millones desde 2007, pero pierden 85.000 millones en el parqué. Los extraordinarios condicionan los resultados de un sector a las puertas de la reforma energética que prepara el Gobierno

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VALENCIA (VP). El sector eléctrico está capeando la crisis a golpe de resultados extraordinarios, es decir, a beneficios no recurrentes, pero el mercado -siempre soberano- está castigando las acciones con fuerza por la tan cacareada reforma energética, que está enfilando la recta final provocando que ni la jugosa rentabilidad por dividendo que históricamente ofrecen haya logrado frenar sus caídas en bolsa.

El propio ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ya ha advertido que se trata de "una reforma muy compleja porque tiene medidas impositivas y tenemos que cerrarlo con el Ministerio de Hacienda". Soria ha reiterado en varias ocasiones en las últimas semanas que el nuevo modelo tendrá dos pilares: la garantía del suministro y su sostenibilidad.

El Gobierno quiere acaba a toda costa con el déficit tarifario, es decir, la diferencia entre lo que paga el consumidor en su factura y el coste reconocido por la compañía eléctrica.

IMPUESTOS A LA VISTA 

De ahí que se haya puesto manos a la obra y para ello prepara nuevos impuestos tanto a las propias compañías como a los consumidores. De momento el Ejecutivo busca cubrir un déficit de más de 6.000 millones de euros.

Pero mientras llega la eternizada reforma, las cinco eléctricas del parqué (Enagás, Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola y REE) pueden presumir de unos positivos resultados a lo largo de la crisis.

Así, al cierre de 2007 presentaban un beneficio conjunto de 6.468 millones de euros, mientras que el pasado año totalizaron 7.166 millones. De este modo han ganado 698 millones, lo que equivale a un aumento del beneficio del 10,79%. 

BUENOS RESULTADOS SEMESTRALES

Además, la primera parte del presente ejercicio ya totalizan un beneficio neto conjunto de 4.124 millones de euros, por lo que de seguir así volverán a seguir ganando dinero, pero todo está en manos del Gobierno y de su reforma energética, que va a condicionar el futuro del sector.

Los resultados obtenidos a lo largo de los últimos cinco años han venido derivados en buena cuenta por los beneficios recurrentes -básicamente venta de activos- que han distorsionado las cuentas, pero que les han permitido mejorarlas.

PROTAGONISMO DE IBERDROLA

Así, y a modo de ejemplo, Endesa vendió sus activos europeos a la eléctrica alemana E.On en 2008; mientras que Iberdrola se desprendió recientemente de activos eléctricos y de gas en EE UU.

Precisamente la compañía que preside José Ignacio Sánchez Galán es la que más ha mejorado su beneficio neto desde el origen de la crisis, al elevarlo en 1.801 millones de euros. A continuación se sitúa Endesa (+1.146 millones), Gas Natural Fenosa (+767 millones), REE (+225 millones) y Enagás (+185 millones).

Unos números que contrastan con la nefasta evolución en el parqué bursátil, dado que al cierre de 2007 capitalizaban conjuntamente por 152.999 millones de euros y a 31 de diciembre pasado la cifra ya se había reducido hasta los 67.645 millones. Se trata de un fuerte descenso del 55,79%, que en términos absolutos equivale a 85.354 millones de euros.

Por si fuera poco la situación se ha agravado a lo largo del presente ejercicio, puesto que con datos del cierre de ayer las cinco cotizadas ya pierden 19.542 millones de euros más en bolsa, pese a que continúan ofreciendo unas más que atractivas rentabilidades por dividendo.

MINUSVALÍAS LATENTES 

Iberdrola también ha liderado los descensos en bolsa, dado que se ha dejado en el camino en los últimos cinco ejercicios completos 34.132 millones de euros, es decir, el 40% de las minusvalías latentes conjuntas. Tras la eléctrica vasca aparece Gas Natural Fenosa (-26.779 millones), Endesa (-21.705 millones), REE (-1.377 millones) y Enagás (-1.361 millones). 

De hecho ninguna de las cinco ofrece actualmente menos del 7% anual, lo que supone tres puntos porcuentales más (3%) que lo que el Tesoro Público pagó por sus Letras a un año hace un par de semanas. "El atractivo es evidente, pero las subidas de impuestos que prepara el Gobierno golpeará las cuentas de resultados de las eléctricas, que todo apunta a que acabará pasando factura en bolsa y pondría en peligro el dividendo. De ahí que muchos inversores no se terminen de fiar de la rentabilidad por dividendo actual", advierten desde una mesa de intermediación bursátil.