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VALENCIA. Como es ya habitual en las pretemporadas, el Valencia CF disfrutó este lunes en Alemania de una jornada vespertina diferente para hacer grupo y romper la monotonía de los entrenamientos en sesión doble sobre el césped y los partidos amistosos. El equipo se desplazó hasta la localidad de Bielefeld, situada a unos 30 kilómetros del cuartel general en Marienfeld para disfrutar, por espacio de dos horas, de una divertida velada de 'paintball'. 

En un espacio cerrado de 1.200 m² habilitado en una nave industrial, los jugadores, cuerpo técnico -incluido Pellegrino- fisioterapeutas, médico, delegado y personal del club desplazado a Alemania se enfundaron mono y gafas protectoras para 'entablar batalla' con sus escopetas lanzadoras de bolas de pintura. En un ambiente distendido, lleno de bromas, y tras recibir la preceptiva charla sobre seguridad y normas a respetar, Pellegrino dividió a los jugadores en dos grupos, los del entrenamiento matinal, que se enzarzaron, agazapados en las protecciones hinchables del 'campo de batalla', de una intensa y ruidosa 'guerra' hasta agotar la munición de 500 bolas de pintura de cada participante.

Antes de marcharse, los futbolistas, algunos de los cuales hicieron valer su experiencia previa en esta actividad, firmaron como recuerdo una pancarta de bienvenida con que la expedición del Valencia CF fue recibida a a su llegada a las instalaciones de 'paintball' de Bielefeld, donde también hubo expectación de medios de comunicación locales.

Este martes, el equipo, tras una cena en un complejo de golf próximo a su hotel, retoma los entrenamientos en doble sesión antes de medirse el miércoles al Arminia Bielefeld, en el tercer y último amistoso en tierras alemanas.