VALENCIA. La crisis económica que vive España no es ajena al mundo del fútbol. De hecho la mayoría de clubes pagan ahora los excesos cometidos en épocas anteriores y se ven obligados a no poder pagar prácticamente ni un euro por sus fichajes y por tanto se las tienen que ingeniar como pueden para confeccionar sus plantillas cada verano.
El Valencia es uno de esos clubes y debe llevar a cabo operaciones de auténtica ingeniería financiera para fichar a buenos futbolistas que son caros para las posibilidades de los de Mestalla. Ante esa falta de liquidez, Braulio, director deportivo valencianista, ha vuelto a darle una vuelta de tuerca a las operaciones y este año ha considerado la opción de comprar el 50% de los derechos de Siqueira, lateral izquierdo brasileño del Granada.
Esta práctica está muy extendida en el fútbol sudamericano. Allí es muy habitual que los clubes compartan la propiedad de los futbolistas. Sin ir más lejos, el Valencia se ha interesado este verano por varios jugadores brasileños que pertenecían a dos clubes diferentes. Esto en España es poco habitual, pero en época de crisis todo es posible.
Es tan posible como que el Valencia y el Granada llevan días negociando el traspaso del 50% de los derechos de Siqueira hacia el club valencianistas. Los granadinos piden algo más de 6 millones de euros por esa mitad del pase y los blanquinegros no ofrecen más de 4. Sin embargo, hay buena sintonía entre clubes y según fuentes muy cercanas a la operación, esta se puede cerrar a mitad de camino.
Una vez cerrado ese precio, el del valor del 50% de los derechos del brasileño, llegará la segunda parte de la negociación. Es decir, conseguir el fichaje es casi como hacer un sudoku financiero, ya que en esta operación no hay que llegar a un acuerdo si no a varios.
Y es que en este tipo de acuerdos donde dos equipos comparten la propiedad de un futbolista, se incluyen una serie de cláusulas que debe cumplir el club que se beneficia de los servicios deportivos del jugador. Estas son las llamadas ‘cláusulas correctoras', estás delimitan cuánto tiempo tiene el club que cuenta con el jugador en su plantilla para abonar el 50% restante del jugador.
Es decir, si el Valencia llegara a un acuerdo con el Granada para comprarle ahora la mitad del pase del jugador, el Valencia tendría que aceptar unas cláusulas por las que en principio, la temporada que viene por estas fechas se vería obligado a comprar el otro 50% del jugador por una cantidad que se estipularía ahora, o a vender al futbolista y a indemnizar a los andaluces con una cantidad de dinero que debería ser la misma en que se valorará el hipotético pago del 50% que se quedaría el Granada.
Además dentro de esas 'cláusulas correctoras' también podría incluirse el hecho de establecer el pago de una cantidad por una cifra de partidos jugados con el Valencia, o por la consecución de objetivos por parte de los valencianistas.
Sin duda una operación compleja. Una operación de ingeniería financiera a la que el Valencia se ve obligado porque no dispone hoy día de la liquidez necesaria para poder afrontar este tipo de fichajes que necesitan de un cash importante.
VALENCIA LLEVA A CABO OPERACIONES IMPENSABLES ANTAÑO
El Valencia vivió muy por encima de sus posibilidades durante algunos años y que ahora lo paga es el Valencia. Los excesos de las etapas de Juan Soler y Vicente Soriano provocan que el club lleve ya años sin poder desembolsar grandes cantidades por los fichajes veraniegos. Eso provoca que el club no pueda acceder a los jugadores que le darían un salto de calidad a la plantilla y que en otra época si eran asequibles.
Ante esa gran losa que supone no tener mucho dinero para fichar, el director deportivo del Valencia Braulio Vázquez lleva varios años tratando de inventar operaciones diferentes al clásico compro y pago, para poder traer a Mestalla a futbolistas de un nivel importante. De hecho el año pasado consiguió la cesión del jugador del Real Madrid Sergio Canales para dos temporadas.
Aquella operación supuso un gasto muy pequeño para el Valencia, y el club obtuvo un gran futbolista que de otra manera no hubiera podido jugar de blanquinegro. Además, supuso un gran aliciente para el aficionado que recibió con los brazos abiertos al ex jugador madridista. La gestión ‘Canales' marcó el camino de cómo podían llegar futbolistas importantes al Valencia en una época de apreturas económicas. Un camino que hace unos años era impensable en el club, ya que una simple cesión se consideraba de equipo menor.
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