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MADRID (EP). El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado este viernes que enviará al Eurogrupo la solicitud formal de rescate bancario el próximo lunes 25 de junio, aunque en ella no se incluirá la cantidad de dinero demandada, que sólo se decidirá cuando se hayan pactado las condiciones del préstamo.

Las entidades españolas necesitan un capital máximo adicional de 62.000 millones de euros, según el resultado de las auditorías independientes.

Precisamente, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, había dado a España de plazo hasta el lunes para presentar la petición formal. De Guindos ha insistido en que la solicitud es una "mera formalidad" y ha criticado al presidente del Eurogrupo por su presión señalando que "de vez en cuando al señor Juncker también hay que explicarle las cosas".

Una vez recibida la petición, los inspectores de la Comisión -ayudados por el Banco Central Europeo, la Autoridad Bancaria y el Fondo Monetario Internacional- viajarán a España para realizar su propia evaluación de la banca española y negociar las condiciones del rescate.

NO A LA QUITA 

El memorándum con los requisitos que se impondrán a los bancos y al conjunto del sistema financiero a cambio de la ayuda se acordará en el próximo Eurogrupo del 9 de julio, ha explicado De Guindos. El ministro ha negado que la UE vaya a exigir una quita a los tenedores de bonos subordinados.

Este memorándum incluirá también las condiciones en materia de plazos, carencia y tipos de interés. "Son plazos largos, que van mucho más allá de los 15 años, con periodos de gracia que están entre 5 y 10 años y tipos de interés que están en el entorno del 3% y 4%. Eso es lo que hay actualmente y yo creo que sobre esos parámetros se moverá la definición de las características del préstamo que se hace a España", ha señalado De Guindos.

Los préstamos se harán con capital o con bonos del fondo de rescate europeo para que las entidades puedan acceder a financiación del Banco Central Europeo (BCE). En ambos casos computarán como deuda porque en estos momentos el fondo de rescate no está autorizado a inyectar fondos directamente a los bancos.

LA RECAPITALIZACIÓN DIRECTA, AÚN POSIBLE

No obstante, De Guindos ha reiterado que la recapitalización directa sigue siendo una posibilidad "absolutamente abierta" para España si en las próximas semanas o meses los líderes europeos modifican las reglas, tal y como pide el FMI y apoyan Francia e Italia.

"Ha quedado perfectamente claro en todas las instancias comunitarias que si dicha posibilidad se abre el Gobierno español podrá utilizarla", ha indicado.

En este sentido, ha explicado que "el proceso de recapitalización no es un proceso instantáneo" y no se cierra en este momento "sino que se deja abierto".

"Lo que hemos decidido también es empezar con el trabajo de recapitalización de las entidades que requieren, según tanto el Fondo Monetario Internacional como los valoradores independientes, la mayoría del capital, que son las entidades que han sido adquiridas por parte del FROB", ha dicho De Guindos en referencia a Bankia, Novacaixagalicia, Banco de Valencia y Catalunya Caixa.

"Ahí es donde vamos a centrar, porque es el problema fundamental del sistema bancario español, los esfuerzos en los próximos días", ha apuntado. 

RAJOY Y LA BÚSQUEDA DE LA ESTABILIDAD FINANCIERA

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha destacado que Alemania, Francia, Italia y España han coincidido en su apuesta por poner en marcha "todos los mecanismos que sean necesarios" para lograr la estabilidad financiera en la zona euro.

En una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente de Francia, François Hollande, y el primer ministro italiano, Mario Monti, Rajoy incidió en que los cuatro líderes han coincidido en hacer "una apuesta indiscutible" por la "irreversibilidad" del euro.

Asimismo, subrayó que también existe una voluntad común por avanzar hacia una mayor integración bancaria, económica, fiscal y política en la eurozona, lo que supone una apuesta "clara y contundente" por el futuro del euro.

Por otro lado, destacó que existe un acuerdo en la necesidad de controlar los déficits y no elevar demasiado la deuda pública, así como en hacer reformas estructurales tanto a nivel nacional como europeo.