-Yo hablaría de dos posibles motivos. Por un lado, para estar registrado como EAFI hay que cumplir con unos requisitos en cuanto a personal, conocimientos, organización y medios con los que no cuenta cualquiera; y por otro lado, hay que tener en cuenta que se trata no sólo de un cambio de modelo sino también de un cambio cultural y que, por tanto, tardaremos un tiempo en consolidar estos cambios.
-¿Hasta qué punto las EAFI van a acabar con las malas praxis en la profesión del asesoramiento financiero?
-Esto no se puede saber ya que malas praxis ha habido siempre y no sólamente en el sector financiero sino en todos. De todas formas, lo que sí está claro es que una regulación que favorezca la independencia en el asesoramiento y la transparencia va a servir para que mejore la calidad del asesoramiento y va a empujar a mejorar al resto de los actores que participan en el sector financiero.
-¿A qué achaca que España siga siendo un país tremendamente rezagado en la regulación de los asesores financieros independientes?
-Probablemente el sector financiero español tiene en la actualidad problemas que resolver mucho más serios que éste. Es cierto que en muchos países el 80% de las decisiones de inversión se toman tras consultarlas con un asesor independiente. En España cada vez son más los clientes, especialmente los grandes patrimonios, que toman la decisión de incorporar en su 'estructura de decisión' a un independiente, con el fin de mejorar la calidad de las decisiones de inversión y porque se dan cuenta que en un mercado cada vez más complejo es un consejo más que necesario. A nuestras puertas cada vez llama más gente, lo cual significa que el inversor está también cambiando su forma de abordar una posible inversión.
-¿Realmente se aplica en España la MIFID si todavía hay quien va a su entidad financiera y les recomiendan comprar productos que no se ajustan a su perfil de inversión?
-Pienso que el sector en general está haciendo un importante esfuerzo por acomodar sus estructuras comerciales a esta nueva cultura. La mayoría de las entidades están cambiando y mejorando en estos temas. Aun así no hay que olvidar que el banco 'vende' productos y, por tanto, el cliente del banco es un 'potencial comprador'. Por esto cada vez recibimos a más gente pidiendo un consejo independiente o simplemente que quiere que revisemos sus inversiones y emitamos una opinión no condicionada por ningún tipo de conflicto de interés.
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