GNIEWINO (POLONIA). La selección española completó hoy el viaje de Madrid a Gniewino, pequeña localidad polaca en la que estableció su 'cuartel general' e inició el reto de pasar a la historia como la primera en repetir éxito en la Eurocopa ganando de por medio un Mundial.
Como ha sido habitual en las competiciones en las que ha triunfado, Eurocopa 2008 y Mundial 2010, España es de las últimas selecciones participantes en la gran cita que acoge Polonia y Ucrania, en llegar a su destino.
Lo hizo en un día intenso para los 23 internacionales. Con entrenamiento matinal en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, foto oficial, viaje en avión y autobús hasta llegar al escenario donde sueña con gestar un nuevo éxito.
En lo deportivo, el seleccionador español, Vicente Del Bosque, está pendiente de tres futbolistas. La recuperación de Cesc Fábregas va por buen camino. Hoy completó por primera vez un entrenamiento junto a sus compañeros desde que acabase la final de Copa del Rey lesionado, el 25 de mayo, con una elongación muscular.
Mientras, Álvaro Arbeloa arrastra una contractura muscular desde el segundo partido amistoso de la 'Roja'. Sufrió un fuerte choque ante Corea del Sur en Berna. No le impidió jugar en Sevilla ante China pero si entrenar junto al grupo hoy. En la última sesión en España dio el susto Jesús Navas.
El extremo andaluz sufrió un traumatismo en su mano derecha y fue trasladado a una clínica para ser sometido a unas pruebas radiológicas que descartasen lesión ósea. El resultado fue positivo y pudo formar parte de la expedición.
Con media hora de retraso partió desde Barajas el Airbús A321 "Generalife", ante el que se fotografiaron los internacionales antes de abandonar suelo español, con el fondo del avión que en su fuselaje luce el escudo de la Federación y el de la selección española con la estrella de campeona del mundo. Una frase en mayúsculas: "Orgullosos de nuestra selección".
Tres horas de un vuelo tranquilo, que aprovecharon los internacionales para descansar en la parte delantera del avión, equipados con el traje oficial, oscuro con corbata azul, y el escudo bordado en el pecho junto a la estrella. 140 plazas en el avión y 70 de ellas ocupadas por representantes de los medios de comunicación.
A las 19.20 horas, la selección campeona de Europa y del mundo aterrizó en el aeropuerto Lech Walesa de Gdansk, la ciudad polaca que acogerá los tres primeros partidos de la 'Roja'. El autobús oficial que le llevará en la Eurocopa 2012 le esperaba en la pista. Morado, con simbología futbolística y un nuevo lema en el lateral: "Un motivo para vivir, una razón para soñar. ¡Viva España!".
Completados 70 kilómetros de distancia a Gniewino, a la delegación española le esperaba a su llegada a su hotel de concentración -alrededor de las 20.30 horas-, un caluroso recibimiento. Un grupo de jóvenes concertistas les dio la bienvenida con música mientras el alcalde de la localidad polaca, Zbigniew Walczak, deseó uno por uno lo mejor en la Eurocopa a jugadores y cuerpo técnico.
La tradición local provocó las habituales bromas entre los jugadores. Esta vez fue Fernando Llorente el centro de atención al recibir pan y sal, una costumbre de un país en el que España ya ha arrancado un nuevo desafío: repetir título en la Eurocopa 2012.
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