GRANADA (EP). Los doce Leones del patio más emblemático de la Alhambra pueden contemplarse desde este jueves en la cripta del Palacio de Carlos V después de haber permanecido tres años en los talleres de restauración y está previsto que regresen a su enclave original a principios del próximo año.
La muestra 'Leones, la restauración de un símbolo' expondrá estas doce figuras hasta el próximo 9 de enero, ofreciendo al visitante la posibilidad de contemplar estas esculturas únicas del arte nazarí junto a recreaciones virtuales, ubicadas en las pequeñas capillas de la cripta, sobre la transformación de la fuente, el desmontaje y traslado de las figuras, el proceso de restauración y sobre el poema de la epigrafía de la fuente, escrita por Ibn Zamrak, locutado en árabe y traducido al inglés y al español.
Según explicó en la presentación la directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, María del Mar Villafranca, los leones han pasado "de estar en la UVI a estar en planta" y tendrá que seguir recibiendo un tratamiento de conservación por parte de los técnicos antes de su posterior traslado. El primero de los leones, el número 4, fue llevado a taller el pasado 2002, y después, en 2007, fueron removidos los once restantes, por lo que tras ocho años de trabajos su exposición al público es un "momento histórico", según consideró la directora.
Tras la realización de un estudio microclimático de su ubicación original, se ha estimado que las figuras sí podrán volver al patio, donde además ya se ha restaurado 'in situ' la fuente. Aún queda por rehabilitar el circuito hidráulico del palacio, que está a punto de comenzar.
La intervención en los leones, informó Villafranca, ha puesto de manifiesto el proceso minucioso y detallista que se siguió en la ejecución de esta joya escultórica. Aunque los leones aparentan ser iguales, ahora se puede apreciar multitud de rasgos que los singularizan, ya que cada bloque de mármol fue minuciosamente escogido en cantera por el tallista para que las vetas naturales de la piedra resaltaran las formas redondeadas del león y el modelado de su figura, en la que contrastan diferentes pelajes, fauces con dentaduras afiladas y pliegues muy marcados, hocicos prominentes y ojos almendrados.
Además, la restauración ha permitido descubrir, entre otras cosas, tres tipologías de leones en base a sus elementos formales diferenciadores: cada una la conforma un grupo de cuatro leones con similitud dos a dos en sus rasgos: nariz, pelaje de la melena, fauces y posición y relieve de la cola.
1,2 MILLONES DE INVERSIÓN
Los trabajos realizados han eliminado gruesas costras calcáreas que recubrían las doce figuras, ha detenido la invasión de elementos biológicos, ha consolidado roturas de diverso origen, y ha permitido retirar elementos metálicos y adherencias muy perjudiciales como el cemento. Además, ha proporcionado valiosa información de cara a la interpretación artística, histórica y simbólica del conjunto.
Todo el proceso, según manifestó el consejero de Cultura, Paulino Plata, ha supuesto una inversión de 1,2 millones de euros, no sólo destinados a la rehabilitación de las figuras, sino también a la restauración de la taza de la fuente y en los trabajos de excavación en el patio. El consejero ha animado a la ciudadanía a visitar la muestra inaugurada ya que será "un oportunidad única" para disfrutar de cerca de los leones antes de que vuelvan al Palacio.
El Patio de los Leones y su fuente, núcleo central del conjunto de los Palacios Nazaríes, es el lugar donde se concentra con mayor esplendor la refinada sensibilidad de sus creadores y, al mismo tiempo, la imagen más conocida y simbólica, no sólo de la Alhambra, sino de la ciudad de Granada.
El transcurso del tiempo, los agentes atmosféricos, las reformas realizadas e incluso la acción humana han deteriorado de forma notable un conjunto caracterizado también por su fragilidad. La fuente, por su propia funcionalidad como surtidor, ha sufrido además diversos deterioros derivados del permanente fluir del agua.
CONTEXTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO
El Palacio de los Leones, la obra emblemática del sultanato de Muhammad V (1354-59 y 1362-91), se llamaba en los textos árabes el Riyad (Jardín). El nombre con el que se reconoce universalmente a este palacio de la Alhambra se debe a la fuente situada en el centro del patio, una taza dodecagonal que simula descansar sobre el dorso de las figuras de doce leones, toda ella tallada en distintos bloques de escogido mármol de Macael.
Esta escultura de perlas, como la cita el poema que discurre por el borde exterior de la pila, centra funcional y simbólicamente todo el programa estético del Palacio siguiendo un imaginario eje poético que lo atraviesa de Norte a Sur y que integra agua y jardín con arquitectura.
La fuente tuvo un ingenioso sistema hidráulico que le permitía mantener en la pila un nivel constante de agua, relatado mediante metáforas en la qasida (poema) de doce versos compuestos para el Sultán por el poeta-visir Ibn Zamrak, que fueron tallados en la taza.
Los leones, dispuestos de espaldas a la pila, son surtidores que expulsan por sus bocas la plata líquida, el agua, en una actitud simbólica de valor y generosidad. Todos simulan estado de alerta, colas plegadas, orejas enhiestas, mandíbula apretada, actitud serena pero en alerta a la orden de su señor el sultán, como guerreros en favor del Islam.
La asociación del agua purificadora, fuente de vida, con la imagen del león, guardián del poder, se pierde en los albores de la civilización y está presente de manera alegórica en las tradiciones de las grandes religiones monoteístas. La tradición recoge del oriente islámico el uso de figuras de animales como surtidores, difundida en al-Ándalus a partir del siglo IX.
Algunos investigadores buscaron su origen en la fuente conocida como Mar de Bronce, del Templo de Jerusalén, descrita en la Biblia (sustituyendo aquí sus doce toros por leones). Sin embargo, figuras de leones como guerreros protectores aparecen en la iconografía mesopotámica desde al menos el Vº milenio a.C. y están presentes en representaciones de las civilizaciones egipcia y babilónica.
La Fuente de los Leones es imagen de la ciudad palatina de la Alhambra, que todo visitante anhela descubrir; es el vértice sobre el que confluyen gran parte de los valores patrimoniales que nos legaron los nazaríes y la culminación de todo un complejo proceso evolutivo de ingeniería e ideas estéticas que hunden sus raíces en el tiempo.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.