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la frustración de un grupo financiero

Bancaja Inversiones, o el intento de emular a La Caixa que llegó a valer 5.000 millones

LUIS A. TORRALBA. 22/05/2012 Bancaja tomó importantes participaciones empresariales durante el mandato de José Luis Olivas en un intento, fallido, de seguir la estela de La Caixa con Criteria. Aquella aventura industrial, como la inmobiliaria, ha desembocado en importantes pérdidas que alcanzan hasta un 77%

VALENCIA (VP). De forma paralela a su crecimiento 'invasivo' en el entonces burbujeante sector inmobiliario, el "Grupo Bancaja", como gustaba de hacerse llamar a sí mismo, inició otra ronda expansiva por el lado de la expansión en inversiones financieras industriales. No tuvo mucha mejor suerte que con el ladrillo.

El 11 de julio de 2007, desde la sede central de Bancaja en Valencia se enviaba un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) donde comunicaba que estaba "estudiando la creación de una sociedad holding, controlada por la caja, con alguna de sus participaciones más signficativas en compañías cotizadas con el objeto de poner en valor su cartera".

Se trataba de un golpe de mano en toda regla a imagen y semejanza de la que preparaba entonces La Caixa con Caixa Holding, que posteriormente se bautizó como Criteria y después en lo que hoy es CaixaBank.

Para entonces -julio de 2007-, la caja que presidía José Luis Olivas ya tenía participaciones en Banco de Valencia, concretamente el 38,3% de su capital, Enagás (5%), Iberdrola (6,03%) y NH Hoteles (5,6%).

UNA PODEROSA CARTERA 

El valor total de esas participaciones rondaba los 5.000 millones de euros, superando en aquella época a más de una docena de las cotizadas del Ibex 35 y convirtiéndose en una de las carteras más poderosas de la banca española.

Bancaja tenía claro que la salida a bolsa del holding le permitiría reforzar sus debilitados recursos propios, captar liquidez para seguir con su activa política de expansión, aprovechar las ventajas fiscales derivadas de la operación y, entre otros aspectos, seguir la doctrina del Banco de España. Un buen número de ventajas que en principio iban a situar a Bancaja en la vanguardia de entidades de crédito españolas.

DOS SOCIOS DE PESO 

Tres semanas después de la comunicación de las intenciones de la caja al organismo supervisor, llamaban a la puerta de la que ya había sido bautizada como Bancaja Inversiones (BISA) dos socios de relumbrón: por un lado, Picton SARL -la filial europea de la gestora estadounidense Guggenheim Capital-, que adquirió un 22,27%, y, por otro, el gigante bancario alemán Deustche Bank, con un 7,75%.

Isidre Fainé, en la salida a bolsa de Criteria

Ambas pusieron conjuntamente sobre la mesa 1.355 millones de euros en lo que todo seguía apuntando directamente a una posterior salida a bolsa del holding, a imagen de la operación que ya estaba preparando La Caixa, pero las condiciones del mercado abortaron la operación de BISA.

CRITERIA SÍ SALIÓ A BOLSA 

No así la de Criteria, que tal y como venían anunciando sus responsables -Isidre Fainé y Ricard Fornesa-, tenían claro que iban a salir a cotizar a bolsa y así lo hicieron en octubre de 2007.

Aunque para ello tuvieron que rebajar el precio definitivo un 22% desde los 6,75 euros del precio máximo asignado a los minoristas hasta los 5,25 euros. Pero el holding industrial de la caja catalana acabó cotizando y ahí sigue aunque bajo el nombre de CaixaBank.

Deustche Bank protegió su nueva inversión en BISA con un 'equity swap' con Bancaja. Esta obligación de permuta tenía como subyacente (es decir, como aval) las acciones del Banco de Valencia (BVA) en propiedad de la caja valenciana. El contrato se firmó a un plazo de quince meses. En ese tiempo, si BISA salía a bolsa la caja tendría que pagar la diferencia de los 40,86 euros por título que se fijó como cobertura (el strike en lenguaje técnico) y lo que marcase la acción al vencimiento del swap.

El 'equity swap' se hizo sobre 2,34 millones de acciones del banco valenciano, que entonces presidía José Luis Olivas, y también, igual que ahora, por diferencias.

PROTEGIÉNDOSE DE CAÍDAS 

Esta circunstancia implicaba que si el precio de las acciones del BVA superaba los mencionados 40,86 euros sería el Deutsche Bank el que pagaría a Bancaja esta especie de seguro, mientras que si el precio era menor sería Bancaja el que 'corriera con los gastos'.

Dado que no hubo salida a bolsa fue necersario que esperar a los quince meses de rigor donde los 'bancos de valencia' pasaron de los 40,86 euros hasta los 15,42 euros -ambas cotizaciones sin aplicar el split 4x1 ejecutado el 30 de julio de 2008-, lo que representaba un descenso del 37,74%. De este modo, Bancaja tuvo que 'pagar la fiesta', mientras Deutsche Bank logró cubrirse de la fuerte caída de su participación indirecta en BVA.

ADIÓS A ENAGÁS 

Una participación que se mantiene a día de hoy, lo que equivale a una posición 'virtual' a través de BISA, del 2,97% sobre Banco de Valencia, mientras que Picton tiene el 8,53%, según los cálculos realizados a partir de las participaciones con las que entraron en Bancaja Inversiones.

Precisamente el Deutsche Bank fue el encargado de colocar el paquete del 5% que Bancaja tenía en Enagás en febrero de 2011, por el que la caja recogió 188,6 millones de euros -abandonando el sillón que ocupaba en el consejo- tras haber estado en la gasística desde 2002, a través de la oferta pública de venta (OPV).

Tres meses después, en mayo de 2011, la cartera de BISA, que solo estaba compuesta por Iberdrola (5,41%), NH Hoteles (5,66%) y Banco de Valencia (39,35%), se integraba dentro del Banco Financiero y de Ahorros (BFA).

UNA CARTERA MENGUANTE 

Para entonces el valor de la cartera que aportaba el holding de la caja que seguía presidiendo José Luis Olivas era de unos 2.536 millones de euros, la mitad de lo que llegó a capitalizar dicha cartera con la puesta en marcha de BISA.

Sin embargo, apenas un año después, el legado de Bancaja en la matriz de Bankia es de 1.140 millones, según los cierres de ayer lunes. 

O lo que es lo mismo, menos de los 1.355 millones que pagaron en el verano de 2007 Deutsche Bank y Picton SARL -la filial europea de la gestora estadounidense Guggenheim Capital- por la que entonces llegó a considerarse como una de las mejores carteras industriales en España. La misma que hoy en día vale un 77,2% respecto a los 5.000 millones de euros de aquel verano.

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