VALENCIA. La semana pasada, el economista estadounidense Paul Krugman publicó un breve artículo en su blog del New York Times que fue rápidamente traducido y difundido en diversos medios españoles. En él, Krugman vaticinaba la salida de Grecia del euro en cosa de un mes y pronosticaba, llevado del frenesí precognitivo, males aún peores: la aparición de un "corralito" en España e Italia y, quizás, el fin del euro si Alemania no cambiaba su enfoque respecto de cómo tratar la crisis de deuda.
No es que el enfoque de Krugman, muy crítico tanto con el euro como con Alemania desde que comenzó la crisis, constituya una novedad. Pero tan duros pronósticos tuvieron el efecto de echar gasolina al fuego en el contexto actual de crisis eterna, desánimo y síndrome de que "todo tiempo pasado fue mejor" por la vía de comprobar cómo la crisis, implacable, se agrava semana tras semana.
Krugman es profesor en la Universidad de Princeton y fue premio Nobel de Economía en 2008,fundamentamente en reconocimiento a dos trabajos en el ámbito del comercio internacional: una nueva "teoría del comercio", publicada en 1979 en la revista Journal of International Economics, que a su vez derivó en una propuesta de "nueva geografía económica", desarrollada en la revista Journal of Political Economy en 1991.
Pero por lo que Krugman es más reconocido internacionalmente es por su faceta como divulgador y analista sobre temas económicos, aspecto en el que cuenta con un enorme predicamento, merced a su colaboración quincenal en el New York Times (y en su blog en la misma publicación, que actualiza a menudo, incluso varias veces al día), su presencia pública y su talento como divulgador, que pudo verse muy tempranamente en obras como "La era de las expectativas limitadas" o "Vendiendo prosperidad".
Krugman también fue, desde el principio, un activo fustigador de las políticas de la presidencia de George Bush hijo y, en general, de los posicionamientos políticos y económicos de la derecha de EEUU. Una vez llegado al poder Barack Obama,Krugman se ha transmutado en una especie de depositario de lo que Obama debería ser (pero no es), lamentándose por la excesiva moderación y falta de garra del presidente de EEUU. En general, y como puede verse, Krugman es alguien a quien le gusta jugar a la contra, polemizar y discutir; también con los ideológicamente afines.
EL EURO Y LA CRISIS DE DEUDA, SEGÚN KRUGMAN
Desde el nacimiento del euro, pero, sobre todo, desde que estalló la crisis de deuda en Europa, Paul Krugman se ha distinguido como uno de los máximos detractores de la moneda única europea. Krugman considera que el euro no puede funcionar en interés de los países europeos fundamentalmente por dos motivos:
En primer lugar, la zona euro no es una economía tan integrada como la de EEUU, donde hay un Gobierno federal dispuesto a adoptar medidas para propiciar la recuperación de las partes del país cuyas economías puedan debilitarse. Tampoco hay una Reserva Federal que actúe rápidamente en los casos en que sea necesario imprimir moneda, o comprar deuda si esta se está desbocando, como es el caso.
En lugar de ello, tenemos unas instituciones europeas sin poder real, sustituidas en la práctica por un directorio de los países europeos más importantes y, en particular, Alemania. Y un BCE que sigue también las directrices de Alemania, como su histórica obsesión por controlar la inflación, en detrimento de políticas de estímulo del crecimiento económico. A ello hay que sumar una cierta obsesión por "castigar" el mal comportamiento de los países en crisis, cuyos problemas se evalúan como una consecuencia de su falta de disciplina fiscal y su carácter derrochador e imprevisor (ya se sabe cómo son estos latinos...).
Por otra parte, el euro impide que los países adopten medidas que podrían reactivar sus economías, como la devaluación. La hipótesis de Krugman es que la burbuja inmobiliaria, causada en buena medida por una inyección de dinero proveniente del exterior propiciada por la entrada de España en el euro, causó un aumento de los sueldos en España que nos resta competitividad, lo que dificulta sobremanera que la economía pueda funcionar de nuevo en el actual contexto de debilidad y "post estallido" de la burbuja.
Sin la herramienta de la devaluación, la reactivación de la economía española, una vez nos hemos "portado bien" en términos alemanes (hemos aplicado recortes draconianos en un acto de contricción por nuestros pecados), como indicó claramente el ministro de Economía, Luis de Guindos, depende de Alemania y el BCE. El BCE podría adoptar dos medidas para mejorar nuestra situación, según Krugman: por un lado, podría imprimir billetes de euro, estimular el crecimiento en la zona euro y, a cambio, asumir un aumento de la inflación. Pero ya se sabe: en Alemania ven una inflación del 2% y ven el fantasma de la hiperinflación de 1923.
Por otro lado, el BCE también podría asumir -aunque no forma parte de sus funciones- que es un banco central al uso (como la Reserva Federal, o como el Banco de España antes de la integración monetaria) y comprar deuda de los países sujetos a una mayor presión. Esto es algo que por ahora sólo se está dando de forma indirecta y en cantidad insuficiente, mediante préstamos bajo tipo de interés del BCE a los bancos para que compren deuda de los países afectados por la escalada de la prima de riesgo. Medidas de compra más contundentes permitirán aliviar la espiral de ascensos de la prima de riesgo, que tienen mucho de profecía autocumplida: la prima de riesgo sube, las dificultades de los gobiernos para pagar la deuda aumentan, los inversores se ponen nerviosos y dudan de la solvencia de los países para devolverles su dinero en el futuro, la prima de riesgo sube más...
Por supuesto, es posible que Krugman se equivoque y su énfasis en el euro como corresponsable de la crisis no tenga fundamento. El escepticismo respecto del euro en EEUU es casi un lugar común desde el nacimiento de la moneda única, por parte de economistas de todo el "espectro ideológico" (neokeynesianos como Krugman o discípulos de la Escuela de Chicago de Milton Friedman). La ventaja que tienen los escépticos es que pueden pasarse toda la vida avisando del desastre y, si el desastre llega, aunque tarde 50 años y sea por motivos distintos de los pronosticados, arrimar el ascua a su sardina: "yo ya lo dije". Y así, de paso, también Krugman es partícipe de la "profecía autocumplida": a base de pintar un panorama tenebroso desde una posición muy influyente, la realidad acaba adquiriendo tintes más y más oscuros.
Tampoco parece casual la coincidencia entre artículos que sólo cabe calificar de provocaciones, como anunciar en un par de párrafos la salida de Grecia del euro y el corralito español, y la aparición de su nuevo libro "¡Acabad ya con esta crisis!", precisamente sobre ese mismo tema. Pero sería absurdo ignorar sus argumentos; sobre todo en lo que concierne a la falta de autonomía de acción de los Gobiernos nacionales por efecto de la moneda única y la cesión de su soberanía en la materia a un BCE que parece considerar que lo que es bueno para Alemania, es bueno para Europa. Y lo que no... No, aunque agrave aún más la situación de los países "periféricos" (los que no son Alemania, con diversos grados de alejamiento respecto del centro).
#PRAYFOR... NOTICIAS INVENTADAS PARA CONSEGUIR UN TRENDING TOPIC
No, a pesar de las apariencias no vamos a hablar de La Razón. No esta vez. El título hace referencia a una supuesta noticia publicada en la revista Cuore que se anunciaba a bombo y platillo en Twitter como laposible separación entre Shakira y Piqué. Para ello, Cuore creó un hashtag al efecto, #barshakira, que conseguiría rápidamente ser TT mundial, y que sería poco después desmentido por el propio Piqué... también mediante un mensaje en su cuenta de Twitter.
Pero no crean que Cuore apoyaba su "noticia" en, supongamos, una prueba, o unas declaraciones, o haber visto a Piqué, o a Shakira, con otra u otro. La investigación se apoyaba en dos pilares: que en una foto en el aeropuerto Shakira parecía triste, por un lado; y que una modelo israelí últimamente iba mucho por Barcelona. Así que Cuore sumó dos y dos... Y le salió "portada de La Razón".Creas una noticia apoyada en datos muy endebles (siendo benévolos), le das difusión, exageras hasta el límite el grado de certidumbre para conseguir visibilidad, y a vivir.
* Profesor titular de Periodismo en la Universitat de València
http://krugman.blogs.nytimes.com/2012/05/03/down-argentina-way/
No quiero seguir dando la barrila, sólo un par de cosas. ¿Dónde dijo Krugman lo de YPF, Tristogenes? No me suena haberle leído nada al respecto. Y una cosa que googleando he encontrado a propósito de los pronósticos de Krugman: http://www.poynter.org/latest-news/mediawire/130485/claim-krugman-is-top-prognosticator-cal-thomas-is-the-worst/
Guillermo, una puntualización: Krugman publica dos columnas a la semana con el NYT, lunes y viernes, y no quincenalmente como explicas. Por otro lado, merece la pena comentar que Krugman no es muy cuidadoso en sus análisis cuando se trata de escribir para su blog; un ejemplo lo tenemos en la recreación de Argentina como un modelo de crecimiento a seguir... cuando realmente las cifras de inflación están maquilladas. O en su desafortunado aplauso a la nacionalización de YPF, lo que le sirvió a nuestra Barbie-MILF-porteña favorita para blandirlo como prueba de autoridad. Con lo del Euro, sin embargo, me temo que no va desencaminado, aunque me encantaría equivocarme. Un saludo
Krugman siempre ha tenido palabras de reconocimiento para la Unión Europea -no lo recuerdo textualmente, pero muchas veces ha dicho que la UE ha sido/es la mayor promesa de prosperidad de la historia. Casi nada-. Aparte, ha acertado en muchísimos de sus pronósticos desde el comienzo de la crisis -y anteriormente-, verbigracia: que los tipos de interés de la deuda yanqui no subiría, independientemente del altísimo endeudamiento -lo mismo para UK, Japón, y cualquier otro país desarrollado que retenga su soberanía monetaria-; que la inflación, aparte de subidas temporales debido a las materias primas, por conflictos, sequías, etc, etc, tampoco subiría; que el estímulo de Obama era demasiado pequeño y no produciría la reactivación económica necesaria. Adelantando además que esto sería utilizado por los conservadores para proclamar la muerte del neokeynesianismo, y casi clavando la cifra de desempleo que este estímulo desvaído provocaría, en torno al 10%, frente al 7% del estímulo que él sugería, demostrando que su cálculo del multiplicador fue clarividente. No entiendo a los que arguyen que Krugman se ha equivocado siempre. Simplemente es falso. Pero es que, además, lleva más de un año tirándose de los pelos tratando de contrarrestar el dogma económico que puede acabar con el Euro, y proponiendo alternativas que, en su opinión, preservarían tanto la moneda, como la propia UE. Su blog sobre el corralito, etc, etc, lo provoca la terrible situación en la que nos encontramos, no por sus pronósticos, ni los de ningún otro economista, sino por culpa de las políticas impuestas por la Troika. ¿Es tan extraño que un pánico bancario griego, que no se ha producido todavía porque el BCE sigue financiando sus bancos comerciales, una bancarrota desordenada y una reestructuración de la deuda griega provocara lo que Krugman vaticina? No es futurología, desgraciadamente, es mero conocimiento del medio y de la historia económica.
No creo que lo de Krugman sean provocaciones. Escribe en un blog, algo rápido y resumido. Vale. Pero luego ves como se mueve el mundo y resulta que su "provocación" era cierta. Entonces, o Krugman es el Maestro Supremo oculto que tira de los hilos, o... sorpresa, lo que estaba escribiendo de rápido y sin detalle en el blog resulta que era verdad Es que macho, nos lo estamos buscando. A cada paso del camino tomamos la peor decisión, ¿y luego criticamos al que nos lo dijo? Las criticas de Krugman son fundamentadas y ofrecen una solución (que ni el mismo ve posible porque no hay VOLUNTAD, pero eso), no son el típico desaire americano prepotente; ¿quereis que el Euro funcione? Poned los mecanismos que lo soporten. ¿No quereis poner los mecanismos? El Euro se va a la mierda.
Esto es lo que Krugman escribió que no es exáctamente lo que se dice que escribió (a destaca el tal vez sólo posiblmente del punto 2). Al margen, como se señala ya en el texto y en otros comentarios, no hay economista de EEUU que esté a favor del euro. Y no sólo por razones económicas sino de defensa de lo suyo. Pero si repasamos sus vaticinios desde el inicio, se han equivocado una vez tras otra. Y eso nadie lo recalca. Lo hemos estado hablando, y esto es lo que creemos que va a ser el final de la historia 1. Salida de Grecia del euro, muy posiblemente el próximo mes. 2. Cuantiosas retiradas de depósitos en los bancos españoles e italianos, debido a que los depositantes trataran de mover su dinero a Alemania. 3a. Tal vez, sólo posiblemente, controles de facto con prohibición a los bancos de transferir depósitos fuera del país y estableciendo límites a la retirada de dinero en efectivo. 3b. Por otra parte, o tal vez en conjunto, ayudas ceditícias del BCE de evitar el colapso de los bancos. 4a. Alemania tiene una disyuntiva. Aceptar enormes reclamaciones públicas indirectas sobre en Italia y España, además de una drástica revisión de la estrategia - básicamente, para darle a España, en particular, algo de la esperanza que necesita tanto en garantías a su deuda para mantener bajos los costos de endeudamiento como un objetivo de inflación de la eurozona mayor para hacer posible el ajuste de precios relativos , o, 4b. Fin del euro.
Krugman como todos los yankis están radicalmente en contra del euro porque pone en peligro la hegemonía del dólar.Hace treinta años 100& reservas mundiales en bancos centrales en esa moneda. Hoy sólo 70% y eso no lo pueden soportar. Aunque bien es cierto que los supuestos líderes europeos les ayudan un montón. Cada uno a la suya a ver qué hay de lo suyo para mantener el pesebre.
Coincido con algunas de las críticas de Krugman, la verdad. Sobre todo, que no tiene mucho sentido organizar una Unión Monetaria incompleta, como bien dice Arredro, y donde el poder de decisión reside en el polo más poderoso, que además lo organiza todo exclusivamente en función de sus intereses. El problema es que, una vez metidos en el lío, sus soflamas contribuyen a generar el efecto de profecía autocumplida y agravan la situación. Un cordial saludo
Krugman está entre los economistas que denunciaron en su concepción no el euro, sino la propia EMU; y pronosticaron muy acertadamente lo que está pasando ahora: Unión monetaria sin unión fiscal que pueda paliar las asimetrías etc, etc.
Krugman se limita a darnossus argumentos. Lo que pasa es que aquí en Europa le damos la razón, porque somos unos verdaderos chapuzas (y más en España, por ejemplo la nueva deuda de las CCAA de Valencia y Madrid). No necesitamos de profecías autocumpidas para irnos al traste. Y me viene a la cabeza también la amnistía fiscal, que ni siquiera asegura que el dinero, una vez declarado, siga aquí (en forma de bonos del estado, por ejemplo, como se ha pedido al Gobierno, qeu no ha hecho ni caso). Básicamente, lo peor de España son los políticos.
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