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MADRID (EP). El Ibex ha avanzado un leve 0,29% al cierre de mercado y se ha estancado lejos de la cota de los 7.000 puntos, aún en niveles de marzo de 2009. Las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, no han animado a los inversores, a la espera de ver qué hace el Gobierno español para resolver las dudas sobre el sistema financiero.

De hecho, BBVA cedió un 1,07% y Santander sólo logró ganar un 0,35%. Popular, que perdió un 2,38%, se anotó el mayor recorte de la sesión. Caixabank (-1,91%) y Sabadell (-1,91%) se colocaron como cuarto y quinto valores que más se dejaron. Arcelormittal cedió un 1,98% y Abengoa, un 1,74%, con lo que completaron las tres mayores caídas del selectivo.

Las subidas del 0,98% en los títulos de Repsol y del 2,25% en los de Inditex sirvieron al Ibex para mantener las ganancias y establecerse en los 6.851,9 puntos. También ayudó ACS, que ganó un 2,21%, al igual que Ferrovial (+1,85%). Telefónica sumó un 0,14%.

La reunión del BCE en Barcelona al final defraudó a los inversores de la UE, pues el organismo sigue exigiendo reformas y alejó una rebaja de los tipos de interés del 1% actual.

MOVIMIENTOS ERRÁTICOS 

Las principales plazas de Europa apenas se movieron respecto al cierre de este miércoles. Francfort y París se adentraron en el rojo, si bien apenas unas décimas. Y Londres sólo ganó un 0,1%.

En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo se contenía por debajo de los 420 puntos básicos, umbral que superaba en el inicio de sesión. La rentabilidad del bono a 10 años se situaba por debajo del 5,8%.

Por su parte, el euro cedía posiciones respecto al dólar y fijaba el intercambio al cierre de sesión en 1,3151 'billetes verdes'.

El estratega de mercados de IG Markets Daniel Pingarrón consideró que Draghi "decepcionó" a las bolsas, que a primeras horas de la mañana repuntaban con fuerza en toda Europa. "Draghi ha mostrado una tricherización progresiva desde que tomó posesión en noviembre y rebajó los tipos de interés por sorpresa", aseguró.

Para Pingarrón, el rebote del Ibex desde los actuales 6.800 puntos se podría consolidar en junio, cuando el BCE volverá a decidir sobre el precio del dinero y con la cumbre de crecimiento de la UE como trasfondo.