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Una de cada cuatro penny stocks españolas proceden de la Comunitat

LUIS A. TORRALBA. 27/04/2012 Uralita ha sido la última en cotizar en bolsa por debajo del euro, mientras la constructora Cleop cerró ayer catorce céntimos por encima. Bankia y Clínica Baviera son las únicas de las nueve que se alejan de tan psicológica cota

VALENCIA (VP). El desmonoramiento de la plaza financiera valenciana está teniendo su reflejo en el parqué bursátil con las cotizadas de la Comunitat donde más de la mitad cerraron ayer marcando un precio inferior al euro. O lo que es lo mismo: se han convertido en lo que en el argot bursátil se conoce como una penny stock.

La última en colgarse la etiqueta ha sido Uralita, que además ayer lideró los descensos de todo el Mercado Continuo español tras dejarse en el camino un 13,71% y cerrar en los 0,85 euros. En su haber hay que decir que sólo intercambió la simbólica cifra de 600 títulos.

Junto a la compañía de materiales de construcción controlada por la familia Serratosa figuran Natraceutical, que ayer acabó en los 0,14 euros, Banco de Valencia (0,175), Corporación Dermoestética (0,375) y Natra (0,960). 

Sin embargo, la cosa no queda ahí porque conviene recordar que las cuotas participativas de Caja Mediterráneo (CAM) siguen suspendidas -y valoradas a cero-; mientras que las 'cleop' apenas están catorce céntimos por encima del euro.

CASI SIETE DE NUEVE

De este modo, la Comunitat Valenciana- entendiéndose como tal que estén aquí domiciliadas las compañías y/o que su accionista de referencia sea de la tierra- copa la cuarta parte de las penny stocks que cotizan en el Mercado Continuo.

Solo Bankia, que despidió la penúltima jornada de la semana en los 2,543 euros, y Clínica Baviera (5,85 euros) han puesto tierra de por medio.

Tener colgado el cartel de penny stock es convertirse en objeto de deseo por parte de los especuladores de turno -que no son pocos-, que no dudan en entrar y salir rápidamente de ellos en busca del 'centimeo', es decir, ganar unos pocos céntimos moviendo grandes paquetes de acciones. Hasta el punto que a algunos con cubrir los gastos y sacarse unos eurillos les basta.

AUMENTANDO LOS DECIMALES 

Un hecho que llevó hace un tiempo a Bolsas y Mercados (BME) a verse obligado a ampliar hasta cuatro decimales los precios de estas cotizadas para compensar su menor liquidez. Unos valores tremendamente estrechos que los grandes inversores no quieren ni oir hablar de ellos. Todo lo contrario que la 'fauna especulativa' que goza y disfruta con este tipo de valores que para muchos van más allá de lo que históricamente han sido los 'chicharros'.

Steve Ballmer (c.), CEO Microsoft

A la hora de invertir en este tipo de valores conviene tener en cuenta que al comprar y vender no siempre se hace por el mismo precio, dado que las posiciones de oferta y demanda suelen presentar volúmenes insuficientes. Y ello conlleva pagar más por los gastos de corretaje, liquidación y los que la propia bolsa aplica.

FUERA DE LOS ÍNDICES

Además, no figuran en índices bursátiles de peso -de hecho Banco de Valencia la acaban de excluir del Ibex Small Cap-, lo cual les hace estar fuera de la órbita de los inversores institucionales, los que realmente mueven el mercado. Por no hablar de los problemas contables que arrastran muchos de ellos, o de los malos resultados empresariales. 

La archiconocida Microsoft también fue en su día una penny stock, pero sus responsables supieron darle valor, hacerla más grande y convertirla en todo un gigante mundial. Igual que aquí donde valores con una dilatada trayectoria, que no hace mucho hacían las delicias de los bolsistas, siguen languideciendo, cayendo en el mayor de los olvidos y, lo que es peor, incrementando las pérdidas de sus accionistas año tras año. Y, encima, ampliando capital previo paso por caja. 

Una de las posibilidades que tienen estas compañías para que aumente su cotización es realizar un contrasplit, es decir, un agrupamiento de acciones que consiste en reducir el número de acciones aumentando su valor nominal en la misma proporción, sin que por ello varíe el capital social.

FRENAR LA VOLATILIDAD

Esta operación hace que aumente la cotización del valor, de manera proporcional a la agrupación realizada. El fin de esta operación es intentar eliminar la volatilidad que se produce cuando la variación de una única unidad en el precio implica variaciones porcentuales muy elevadas sobre el precio de la acción.

Precisamente la última cotizada española en echar mano de esta práctica fue la inmobiliaria Colonial, que a primeros de julio del pasado año realizó un contrasplit en la proporción 100x1, es decir, 100 títulos nuevos por cada uno antiguo, para "normalizar su situación en bolsa, haciéndola menos volátil y evitando los movimientos especulativos", tal y como manifestó el consejero de la inmobiliaria catalana. Una decisión que en un primer momento pareció que iba a dar sus frutos -llegó a tocar los 3,435 euros, pero que actualmente cotiza en los 1,21 euros.

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