VALENCIA. Lorena y Rosana Oliver invitaron el miércoles 18 de abril en el hotel Marqués de Caro a numerosos rostros conocidos de la sociedad valenciana al evento "la casa de la novia en el día de la boda" o lo que es lo mismo, una planta del hotel en la que se podía ver todo lo que ofrecen estas hermanas, esto es, la ISO o garantía de calidad de quedar bien, sí o sí. Araventum es el nombre de su empresa especializada en la organización de bodas. Su amiga, Ana García-Siñériz, actuó de madrina de ceremonias.
En cada rincón de la supuesta casa de la novia, había una sorpresa. En las habitaciones principales, en una, la mesa perfectamente puesta, con el catering, de Cocotte o de Bárbara y Paula Jiménez de Laiglesia, que también pululaban por allí, controlándolo todo, como siempre, de forma magistral. Es que de casta la viene a las galgas. Las flores olían a tartana, por lo que Conchita Cañamás era su autora, irremediablemente. Tenían ese aire especial que siempre perfuma los rincones más exquisitos. Esto suena a anuncio de bombones.
En el baño, Dior perfumaba a las invitadas, como hizo con Esther Barrera y Eva Marcellán, que recordaban, mientras tanto, los olores de Marrakech y del Riad de los Muñoz. Y en la suite, las hermanas Fitera mostraban la maestría de Blanca con los tocados, que bien podría usar la madre de la novia, ya que la del novio, llevaría mantilla, como es tradición.
Para las testigas, esto es, las amigas de la novia que salen en las fotos porque están en el primer banco, Sally Corell había preparado unos pendientes en plata, con piedras semiprecioasas, que les darían mucho color por un módico precio y que las convertirían en testigos elegantes y sin peso excesivo en los lóbulos, que ya bastante tienen con los tacones. Esta Corell siempre tan lista, uniendo diseño, calidad y sobre todo, comodidad.
Al llegar, Silvia Villar, especialista en cortes de pelo estupendos acudía al evento y cogía una copita de cava rosado que era una manera de llegar y besar el santo y entrar con buen pie en el siguiente salón, donde Jaime Brull y su estupenda mujer, Lola, te recibían tan contentos como si hubieran elegido ellos los manteles, que de telas saben más que nadie, y que nos perdonen Gastón y hasta Daniela.
A su lado, Vicente Garrido, 'Garri' para los amigos, degustaba los mini sandwiches y las mini hamburguesas, que eran finas y minis, de tamaño, pero maxis de sabor. Otro eslogan. Begoña su mujer, también degustaba, cualquiera lo diría con ese tipazo. Otras señoras estupendas que probaron las fresas con chocolate fueron Matilde Conesa, Tita Senent, Begoña Serratosa, Delia Barral o la protocolaria Leonís, de Presidencia de la Generalitat, tomando buena nota y con el buen humor que la caracteriza. Iba acompañada por Carmen Descals de CAC, esto es, Ciudad de las Ciencias.
Fernando Alfaro iluminó los cócteles de la terraza y los mojitos que se hicieron muy amigos de Javier Botella, también gran organizador y de un grupo enorme de amigos que abarrotaban la terraza quizá no tanto por la bebida como por la ley antitabaco.
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