VALENCIA. Incluso mi madre con 93 años me pregunta por ella pensando que se lo podría explicar. Para mí, la prima de riesgo era el mayor precio que se exigen por comprar deuda española en relación a la alemana, que es la que consideramos segura y que se toma como referencia, ya que su situación macroeconómica es mejor. Sin embargo después de conversar con mis amigos, la prima de riesgo ha dejado de ser un ente para transformarse en algo tan concreto y cotidiano como:
-Falta de colaboración de los dos principales partidos de España, que una vez alcanzado el poder se olvidan de que hay asuntos de Estado que exceden del ordeno y mando y que requieren una colaboración leal y continuada. No se puede pregonar la estabilidad presupuestaria estando en el Gobierno y días después votar en contra. No se puede solicitar colaboración de la oposición cuando meses anteriores se les ha negado la misma colaboración que ahora se demanda. El "y tú más" ya no nos vale a los ciudadanos. España y los españoles parece un botín del que extraer lo poco que queda antes de que se hunda. La falta de alternativas constructivas y creíbles es una constante de nuestra clase política.
-Falta de previsión de nuestros gobernantes. No han sido aprobados los nuevos presupuestos y ya se están haciendo nuevos ajustes (seguridad jurídica y confianza a gogó). El "estamos peor de lo que pensábamos hace dos meses" es una excusa de ineptitud, mal gestor y/o de mentiroso a conciencia. En estas mismas páginas hablábamos de la alternativa de reinstaurar el Impuesto del Patrimonio desmentido repetidamente por nuestro president. No han pasado tres meses para que empiece a replanteárselo. ¿Quién le asesora tan mal o le miente, o es que no escucha, no observa o no pasea por la calle?
-Falta de reformas en el aparato político-administrativo del Estado. Antes se recorta en investigación que en el despilfarro político, con toda la caterva de instituciones con competencias repetitivas. El mismo folleto a color de las diputaciones sobre nuestras comarcas en papel satinado y presentado de diferentes formas... ¿para qué sirve si no hay dinero para viajar?. Estamos luchando por nuestra supervivencia y los políticos a los suyo con sus vasallos y las máximas autoridades de la nación de viaje en viaje privado. Nuestra supervivencia pasa por una reducción y delimitación de competencias. Hasta el pueblo más pequeño se asemeja al gobierno de la nación cuando su margen de maniobra es inexistente.
No asombraríamos si supiéramos los organismos que en Valencia se encargan del empleo de la asistencia social, y de otros menesteres. ¿No sería mejor y menos costoso de gestionar, su unificación? Gastar un euro en gestionar por cada dos recaudados nos marca la necesidad de racionalización de los servicios.
-Falta de voluntad política para acelerar la reforma del sistema financiero, que tal y como está montada se eterniza y parte de unas premisas débiles y en el que se protegen ¿por qué será? los intereses de expolíticos metidos a banqueros con el único objetivo de hacerse ricos, cobrar dietas por doquier, tanto si asisten a los consejos como si no, tanto si hacen como si omiten, tanto si lo hacen en nombre de la entidad que representan o en nombre propio.
Los mismos que planearon planes de expansión napoleónicos, invirtieron fuera de toda lógica ingentes cantidades de dinero ajeno en bolsa en lugar de endeudarse menos, y dieron créditos sin las debidas garantías, son ahor los que no toman ninguna decisión salvo la de despedir a empleados por ser mayores mientras ellos independientemente de la edad permanecen, pues son necesarios para salvar la nueva entidad con el dinero del FROB. Los que se iban a comer el mundo y han tenido que ser rescatados con el dinero de todos, siguen teniendo chóferes, guardaespaldas, secretarios, ayudantes, camareros y gimnasio para su uso exclusivo.
-Falta de coherencia fiscal, aprobando una aministía o regularización fiscal cuando se disminuye el número de inspectores fiscales (la inversión más rentable del Estado), lo que es una quimera
Como decían mis contertulios, saldremos de ésta con mucho más sacrificio del necesario si seguimos manteniendo a esta clase política que además de vivir (y cómo viven del cuento) nos piden sacrificios. Los recortes, tanto los anunciados como los que sigilosamente se están llevando a cabo y sufrimos todos en sanidad y educación, y los venideros no servirán para nada, mientras el gasto de la Administración siga creciendo y creciendo y las facturas de casi todas las administraciones sin pagar.
Necesitamos un ajuste de precios y salarios (una devaluación interna), pero los que nos los piden están incapacitados y han perdido la credibilidad para exigírnoslo.
¿Y quienes son los mercados, ese ente misterioso que tan mal nos quiere? Pues básicamente el ahorro mundial (fondos de pensiones de gente como nosotros, fondos nacionales) a los que debemos dinero y dudan si les pagaremos, junto con especuladores de todo el mundo que se enfrenta a los bancos centrales. Curiosa coincidencia que todos nos quieran tan mal.
La pregunta es ¿son tan tontos y ciegos los mercados para preferir un bono alemán al cero pelotero a nuestra deuda al 6%? ¿No será que hemos abusado de su confianza malgastando el dinero que nos habían prestado anteriormente en inversiones superfulas, como aeropuertos sin aviones, proyectos faraónicos por doquier y campos de fútbol a millón de euros la unidad?
Si son aficionados al fútbol verían una gran pancarta en la eliminatoria del At Bilbao-Schalke 04 quejándose de los altos precios de las entradas de futbol en Bilbao y eso que era para los alemanes. Espero que por el bien nuestro ningún equipo español gane los torneos europeos, pues más de un alemán puede pensar que su dinero va al contrincante en una competición desvirtuada por los elevados precios que los equipos españoles pagan en fichajes y salarios cuando deben millones y millones a la SS y Hacienda y que por ahora son financiados por los ciudadanos alemanes de pie.
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