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VALENCIA. En abril de 1955, transcurridos apenas cuatro años de su reapertura tras la Segunda Guerra Mundial, el Festival de Bayreuth realizó la primera salida inernacional de su historia eligiendo como destino Barcelona, una de las ciudades europeas de más acrisolado pedigrí wagneriano, resultado de un largo proceso cívico y cultural –iniciado por compositores como Pedrell, aficionados como el doctor Letamendi y críticos como Joaquim Marsillach, y luego institucionalizado con la creación de la Associació Wagneriana de Barcelona (1901) presidida por Joaquim Pena– al que el Liceu había contribuido, no sin grandes polémicas, con la programación del íntegro “canon” wagneriano, desde Lohengrin (1884) hasta el Parsifal estrenado en 1913 (previamente, en 1910 se habían representado por primera vez cuatro ciclos completos de El anillo del nibelungo).

Las representaciones wagnerianas de 1955 constituyen uno de los hitos de la entera historia del Liceu, y en ellas subieron al escenario del teatro de las Ramblas tres míticas producciones firmadas por Wieland Wagner: Parsifal, Tristán e Isolda y La valquiria, con un extraordinario plantel de cantantes (Windgassen, Vinay, Mödl, Goltz, Hotter, Uhde, Weber), la Sinfónica de Bamberg y el soberbio Coro del Festival, todos bajo las batutas de Joseph Keilberth y Eugen Jochum.

Barcelona y el Liceu no podían no hacerse eco del bicentenario del nacimiento de Richard Wagner el 22 de mayo de 1813, y como arranque de las conmemoraciones que en la próxima temporada tendrán lugar, se ha invitado al Festival de Bayreuth a inaugurarla con cinco funciones en las que, en versión de concierto, se escucharán tres títulos de los cinco que este año integran la programación del Festival, que tras su clausura el 28 de agosto se traslada a la Ciudad Condal. Los días 1 y 4 de septiembre arrancará el ciclo con El holandés errante, dirigido por Sebastian Weigl (quien fuera director musical del Liceu entre 2004 y 2008), con Evgueny Nikitin como Holandés, Ricarda Merbeth como Senta, Franz-Josef Selig como Daland y Michael König como Erik.

Los días 2 y 5 llegará el turno de Lohengrin, también dirigido por Weigl, con Klaus Florian Vogt como Lohengrin, Annette Dasch en Elsa, Thomas J. Mayer como Telramund y la Ortrud de Susan Maclean. Por último, el 6 de septiembre tendrá lugar la única función de Tristán e Isolda, dirigida por Peter Schneider, con la participación como la pareja protagonista de Robert Dean Smith e Irene Theorin, Robert Holl en el papel del Rey Marke, Jukka Rasilainen como Kurwenal y la Brangäne de Michelle Breedt.

El 14 de marzo tuvo lugar la presentación a la prensa de esta nueva visita del Festival de Bayreuth por su codirectora Katharina Wagner (en la foto), biznieta del compositor, junto a los representantes del Liceu –su director general Joan Francesc Marco y su director artístico Joan Matabosch–; todos ellos pusieron de relieve la extraordinaria calidad musical de las funciones y la seguridad de su correcto desarrollo, al estar garantizado el presupuesto de la visita, algo superior al millón y medio de euros, de modo independiente del de la temporada regular y sin el recurso a aportaciones públicas, pues se costeará por los ingresos de taquilla y el mecenazgo de empresas de ambos países como Siemens, Agbar y Banesto.