Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. Rosa Blasco llevaba 20 años trabajando la piel desde su taller de Blasco Ibáñez pero no hay nada como un hijo para empujarnos a hacer lo que nunca nos atrevimos y el jueves abrió su tienda de la calle Bonaire con alta costura, pret a porter y la piel de toda la vida.

A la entrada, recibiendo, toda su familia, incluida su hija y socia, María Asensi, además de unas galletas con forma de botón y sabor a mantequilla inglesa de té de las cinco. En la tienda, el pret a porter de Trusardi en blancos y a precios muy claros también y la joyería de Salomé Corell, con esos recomendables colgantes, largos en oro, exagerados, lo necesario y con ese buen rollo que dan los duendecillos si le ponemos imaginación.

En el pasillo, los tocados para los trajes de noche o de alta sostura, pues son diseñados y hechos en exclusiva, desde que hace tres años su hija decidió empujarla a otros mundos y el éxito las ha llevado a ambas a la apertura de una tienda oficial. Su asesor, el economista Ricard Torres, también les aconsejó bien, como siempre ha hecho y con ese porte de modelo que resulta muy adecuado para el objeto de negocio de la empresa.

Al final, dos salones, el de la piel, donde las chaquetas sin deconstruir, cuelgan frente a un televisor con pases de modelos y un ambiente agradable y el de la alta costura, con ejemplos de lo que podría ser. Los modelos clásicos en general pero elegantes y sencillos en particular.

Entre los amigos que la arroparon: Nidita Guerrero, presidenta de Unicef, el pediatra jubilado Juan Antonio Murgui, la experta en moda Mara Calabuig y más de la high, como Carla Barberá, Mariló Segarra o la familia Bonmatí al completo.

Tampoco podía faltar Pilar Gil, más guapa que nunca y más contenta con el éxito que tiene con NuSkin, esa máquina prodigiosa que vende y que te pasas con un gel dos veces por semana y te plancha las arrugas y te sube el descolgamiento como si hubieras pasado por quirófano pero sin cambios bruscos ni bolsillos dañados.