VALENCIA. No es difícil proponer buenas salidas gastronómicas dentro de la Comunidad Valenciana aunque sí hacerlo sin repetirse. La oferta va cambiando de manera notable. Pero no hasta el punto de permitir recoger novedades espectaculares cada semana. Por tanto las sugerencias que siguen están a medio camino entre el recordatorio y la novedad (en lo que hace a no haberlas mencionado hasta ahora). En esta ocasión, prefiero ordenarlas por el atractivo de la propuesta. Según mi criterio, como es obvio.
1. Paco Morales. El mejor hoy en la comunidad. Imaginación y cariño hacia el cliente en lugar de ego y más ego tan abundante entre los que quieren ser referentes culturales en lugar de cocineros. No he podido visitarlo todavía en 2012 para comprobar y degustar qué novedades ha incorporado pero es una apuesta segura. Lástima que el llegar al local desde Valencia sea complicado, en especial el último tramo de la carretera, y que la señalización del hotel no sea la mejor. Merece la visita a pesar de mis discrepancias con el trato que da el servicio de sala que seguramente habrá mejorado.
2. Arbequina. Por motivos que ignoro y a los que no encuentro explicación, la mayoría de mis conocidos (y yo mismo) tendemos a mirar hacia el sur y no hacia el norte a la hora de considerar una escapada gastronómica. Craso error. Les hablaba hace unas semanas de La Regenta Mar en Burriana y lo demuestra igualmente este restaurante de Castellón que hay que conocer. Como casi todos por aquí, sirve arroces pero también mucho más que arroces. Mi único pero es la exigencia de que el arroz tenga que ser para toda mesa. Por tanto, si una lo visita con foráneos que se empeñan en equiparar cocina valenciana con arroz uno no come lo que quiere sino lo que puede.
3. Kaymus. Otra atractiva propuesta más cerca todavía para los que no quieren, o no pueden, salir de la ciudad. Nacho Romero es, además de una persona amble y cordial, un excelente cocinero que se dedica a lo suyo como debe ser. La ensaladilla rusa está con salpicón de marisco es sobresaliente pero como casi todo lo que sirve (y más las sugerencias fuera de carta que en ocasiones ofrece). Como no podía ser de otra manera ofrece también arroces, pero en este caso para dos personas. Los que he probado no ha sido de mis preferidos. Pero sí casi todas las sugerencias que me ha propuesto.
4. Pelegrí Comentaba la semana pasada la imposibilidad, hasta donde llega mi conocimiento, de encontrar cocina mexicana de calidad en la comunidad. Pues este animoso grupo que lleva el restaurante de la localidad DE Chiva ha organizado unas Jornadas sobre ellas del 30 de marzo al 15 de abril que, conociendo su cocina, seguro que no defraudan. Pero no es el único atractivo de este innovador restaurante. Es una opción próxima a la ciudad que, aunque algo desigual en mi experiencia, siempre resulta agradable. Si hubiera dos docenas de emprendedores como ellos en la capi, estaríamos (gastronómicamente) mucho mejor.
5. Ricardo. Hay que viajar hasta Ibi y a muchos residentes en la ciudad y sus aledaños, si el director de valenciaplaza.com tiene razón, les parecerá una tarea casi imposible. Pero si se deciden o tienen que visitar las tierras del sur, y ya se conoce La Sirena, ésta es una alternativa muy aceptable. Calidad y honestidad en los precios para una cocina bien elaborada. De nuevo admira la capacidad innovadora de sus propietarios en estos tiempos que corren.
6. Gloriamar. Otro grupo de incansables innovadores a pesar de la que está cayendo. Restaurante de precio moderado y que sin embargo se esfuerza, y consigue, servir calidad. Los tiempos que vivimos le han hecho abrir una nueva oferta más económica, Blanc i Blau, pero el restaurante sigue ofreciendo materia prima de calidad y algunas innovaciones como sus cocas que hay que probar (aunque yo no soy muy fan de ellas porque -misterios de esta era de globalización- no contamos por estos pagos con harina de calidad que es elemento fundamental).
Matequerías Castillo: adiós a otro emblema
Es casi la contrapartida al grupo de innovadores que les acabo de enunciar en los párrafos anteriores. Otro clásico que desaparece del panorama urbano de la ciudad de Valencia. Le faltaba bien poco para cumplir el centenario (2016) de su apertura pero no ha podido ser. Cierra. No es momento de analizar las causas sino de lamentar que, como antes Tomás Huerta, desaparezca una de las tiendas gourmet de mayor calidad y que mejor oferta ha tenido. No ciertamente en los últimos tiempos porque desde la jubilación de aquel inolvidable personaje que era el encargado de apellido Lozano, las cosas nunca volvieron a ser lo mismo.
No sucede en otras ciudades lo que aquí en donde el imperio del bar, la franquicia y la privatización de las aceras y plazas por las terrazas destruye todo. Ante lo lo cual, me permito sugerir a los doctores que tiene la crítica local, que igual podrían exprimirse el magín para deducir qué nos ocurre. Porque, uno a uno, van desapareciendo los emblemas gastronómicos, aunque no sólo gastronómicos, que nos han hecho ser lo que somos. Una pena.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.