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VALENCIA. La ciencia española quiere sobrevivir a la crisis. La escasez de financiación privada para la investigación científicas ha sido cubierta tradicionalmente con dinero público, pero los recortes no han evitado entrar en este campo, a pesar de las recomendaciones de la Comisión Europea en sentido contrario.

Para frenar esta situación, distintas organizaciones han hecho circular una 'Carta abierta por la ciencia en España' que será entregada al presidente del Gobierno y a los miembros del Congreso y el Senado. Consensuada por la Confederación de Sociedades Científicas de España, la Federación de Jóvenes Investigadores, CCOO (I+D+i) y la plataforma Investigación Digna, en las primeras hora ya ha recogido más de 20.000 firmas.

La intención es evitar que en los Presupuestos Generales del Estado de 2012 (actualmente en elaboración) las medidas para controlar el déficit público afecten la inversión en I+D+i. Para los impulsores de la carta abierta, un ajuste en éste área dañarían a corto y largo plazo "al ya muy debilitado sistema de investigación español y contribuirían a su colapso".

OPERACIÓN DE SALVAMENTO

En los últimos años, la financiación en investigación, desarrollo e innovación, I+D+i, (incluida en el capítulo 46 de los Presupuestos Generales del Estado) se ha visto recortada de forma constante. Los autores de la carta ponen ejemplo la bajada del 4,2% realizada en 2010 y la del 7,38% de el 2011. De hecho, advierten que, con la información disponible, se puede prever para 2012 una nueva reducción del un 8,65%, frente al año anterior.

Si se cumplen estas previsiones, en los últimos años los organismos públicos de investigación (OPIS) habrán sufrido una reducción acumulada del 30% de la dotación procedente de estos presupuestos. Comparada con el producto interior bruto (PIB), la financiación en I+D+i en el 2010 fue un 1,39%, mientras que en 2011 habrá sido del 1,35%.

Sin embargo, las entidades promotoras de la carta considera que es "crítico" que España consiga alcanzar la media de los 27 miembros de la Unión Europea, situada en el 2,3% del PIB; para lograr converger hacia el objetivo del 3% de Consejo europeo.

UNA NUEVA CULTURA DE CRECIMIENTO

Los impulsores del documento quiere que, de paso, se de la vuelta a la situación que las ciencia deje de ser la cenicienta de la inversión productiva española. Por este motivo, demandan que la I+D+i se incluya entre los "sectores prioritarios" para el Estado.

Esta calificación debería ir acompañada de una oferta de empleo público y posibilidades de contratación en organismos públicos de investigación, universidades y centros tecnológicos. "Esto evitaría una fuga de científicos y personal investigador de la que el país tardaría décadas en recuperarse", aseguran.

Entre los firmantes se cuentan tanto catedráticos como becarios, investigadores, doctorandos o varios premios nacionales de investigación. Igualmente, hay una segunda lista de apoyos de ciudadanos particulares que respaldan la demanda de este colectivo.

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