MARÍA COSTA / PLAZA PRIVADA. 10/03/2012 Es director de inversiones de la gestora de capital riesgo Clave Mayor. Empezó en Florida Universitaria como controller y asumió la gestión de la cartera del Grupo Empresarial Cooperativo Valenciano (Consum, Caixa Popular, Grupo Sorolla y Florida)

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VALENCIA. Hace algunos años, invertir en capital riesgo tenÍa cierto glamour, aunque para los gestores de private equity sigue siendo una experiencia tan intensa, por los miles de datos a analizar y horas ante el ordenador, que de glamour queda poco. Pedro de Álava Horcajo (Valencia, 1974) es director de inversiones de Clave Mayor, una gestora de capital riesgo especializada en las primeras etapas de un proyecto que buscan rentabilidades cercanas al 50%. Empezó en Florida Universitaria como controller hasta asumir la gestión de la cartera del Grupo Empresarial Cooperativo Valenciano (Consum, Caixa Popular, Grupo Sorolla y Florida). Tiene dos mellizos de año y medio. Le encanta el senderismo, aunque su 'montaña' actual es escalar la crianza. Se siente muy valenciano y de sus años en Florida habla la lengua vernácula.

-¿Puede uno desconectar trabajando en capital riesgo?
-Lo intento, al menos, cuando llego a casa; aunque no siempre lo consigo. Con dos mellizos de año y meses es complejo ¿sabe? No obstante siempre estamos disponibles para nuestros clientes.

-¿Trabajar en capital riesgo es un trabajo de alto riesgo?
-Sobre todo en dos momentos cruciales: cuando se decide invertir y desinvertir. Acertar en comprar y vender es todo un arte y se necesita mucha mano izquierda.

-¿En tiempos de crisis invertir supone mayor riesgo?
-Sin duda. Del 2005 a 2008 ha habido exceso de liquidez y todo el mundo quería invertir. Empresas constructoras, familias, inversores, etc. Hoy por el contrario la mayoría de empresas se centran en su core business, en su propio negocio y en lo que saben hacer bien. Solo los inversores privados buscan oportunidades en las que invertir.

-Pero ¿hay oportunidades?
-Encontrar la inversión adecuada es difícil. La crisis nos afecta a todos. A las empresas que quieren crecer, a los bancos que tienen que dar financiación, a los directivos que huyen de las compañías poco maduras, etc.

-Entonces ¿buscar hoy inversores es como encontrar una aguja en un pajar?
-Facilita la búsqueda saber cómo hacerlo. No obstante en mí caso no solo busco inversores para los fondos, sino también empresas donde invertir y finalmente seguir la operación para desinvertir. De todos modos es muy difícil encontrar hoy dinero.

-¿Qué hay más inversores o inversiones?
-Digamos que dinero hay y proyectos donde invertir también. Pero las empresas arriesgan menos. Buscan negocios más seguros y posiciones inversoras de rentabilidad conocida.

-Dada su experiencia en el sector ¿qué horizonte cree que se nos presenta a corto plazo?
-Creo que si seguimos haciendo ajustes no vamos a crecer. El equilibrio entre los ajustes y apostar por nuevas iniciativas debe ir en paralelo. Tensar una parte limita y estrangula el crecimiento. En nuestro caso proponemos ajustes y además ofrecemos vías de expansión a través de la internacionalización o diversificación de negocios. Creo que si tras los ajustes surgen inversiones saldremos de la crisis, si no seguiremos en ella.

-¿Existen todavía buenos negocios por crear y nichos de mercado por atender?
-Sí, en ambos casos. Nichos por atender, los hay. Más que nuevos se trataría de servicios básicos mejor resueltos. Por ejemplo una boutique de pan presupone cambiar el concepto de siempre. Además aporta valor añadido a un producto de primera necesidad. Variables como calidad, satisfacción, rapidez y posibilidad de elegir rentabilizan un negocio.

-Es licenciado en Ciencias Empresariales, Executive MBA por la Fundación Edem y Esade, ¿qué cualidades personales tiene que tener un experto en capital riesgo como usted?
-Hay que tener una gran formación técnica, pero a la vez saber escuchar, experiencia en sectores e intuición. Sólo así encuentras los lagos azules y las oportunidades.

-¿Qué opina de los compañeros de profesión que se han aprovechado con la especulación?
-Hoy en día hay fondos que se han centrado en esta etapa. De todos modos hay muchos fondos de capital riesgo y se puede hacer dinero en cualquier estadio de la compañía e incluso tanto si va bien como si está a punto de quebrar. En todos los casos es lícito.

-Insisto ¿qué opina de los ilícitos especuladores?
-Sin duda hay que hablar de especulación positiva y negativa. La primera es querer invertir en una compañía, hacerla crecer y venderla por más de lo que la has comprado. El problema es cuando se utilizan herramientas para generar determinados ambientes y obtener resultados inmediatos. De todos modos la clave actual es la liquidez. Quien la tiene maneja los mercados financieros.

-Como antiguo miembro de Esade ¿cómo se ve desde la distancia el affaire Urdangarín?
-El aprendizaje de Esade es muy interesante porque combinan la base empresarial y la humanidad. Aprendes valores como la humildad, el sacrificio, pero también la apertura, el trabajo en equipo, etc. Nos enseñaron a implantar negocios con conciencia, pero parece ser que no todos lo han aprendido igual.

-¿Le dio clases Diego Torres?
-No, no lo tuve como profesor.

-¿La avaricia en el mercado financiero es imparable?
-Creo que el mercado acaba poniéndote en tu sitio. Si tus objetivos son los de crear empleo y valor para los accionistas, los beneficios son más entendibles que si son solo personales y dirigidos a tu lucro personal.

-¿Qué futuro les espera a los emprendedores si los bancos no les prestan ni un euro?
-Confío en que vaya a cambiar. Hay una ley de emprendedores sobre la mesa, muchos apoyos gubernamentales... el futuro pasa por los emprendedores y empresas propias. No creo que tarde mucho en fluir el crédito.

-¿Por qué en EE UU un emprendedor que falla en su primer proyecto es animado y en España desacreditado?
-Por una cuestión cultural y financiera diferente. Los países anglosajones están más acostumbrados al riesgo, al error y a no desanimarse por ello. En España se considera negativo equivocarse. De hecho si haces tres cosas bien y una mal, se fijan en ésta, no en las anteriores. Te crucifican. Sin embargo es más natural el criterio anglosajón porque la clave es aprender, saber más, y a ese nivel sólo se llega después de un cúmulo de experiencias donde ha habido aciertos y errores.

-¿Cree que los mejores negocios se cuecen fuera de España?
-No, porque aquí hay también talento, pero es cierto que al haber más dinero y cultura de riesgo fuera de España se apoyan más proyectos. Además la liquidez está fuera de España.

-¿Los jóvenes de hoy se arriesgan más?
-Muchos de los alumnos a los que he dado clase querían ser funcionarios, trabajar en una entidad financiera o en una empresa familiar. Muy pocos querían emprender. Sin embargo algo tendrá que cambiar si queremos tener empresarios, porque actualmente hay déficit de emprendedores.

-¿En la Comunidad Valenciana también?
-Fíjese, aquí tenemos siete universidades, una red de centros del Impiva espectacular, una red de CEEIs... se deberían estar generando muchísimos proyectos y no es así. Del 2006 al 2008 nos entraba un proyecto cada día y medio, hoy uno cada cuatro días. Cuando la economía se relance volveremos a vivir un boom de emprendedores.

-¿Qué es lo primero que usted arriesgó?
-Cuando decidí pagarme el master trabajando en todo tipo de actividades. Complicarte la vida también es mojarte y arriesgarte.

-¿Con dos mellizos se arriesga más o cree que los hijos son de las madres?
-Sí que te arriesgas. No creo que los hijos sean de las mujeres. En mi caso no. No se imagina lo que es tener dos niños a la vez y ser padres primerizos.

-Ha analizado más de 600 negocios y colaborado en libros como "El Arte de valorar empresas", ¿las claves son las mismas para todos?
-Digamos que las empresas que comienzan tienen un patrón generalizado. Son compañías sin histórico, sin beneficios, con un componente profesional fuerte, pero les falta componente directivo. Son compañías con ilusión, que no escatiman en esfuerzos, pero todo está por hacer. En ellas lo que hay que tener claro es si la idea, el equipo humano y el tipo de negocio te darán la plusvalía prevista en un plazo de cuatro años.

-¿Prefiere el capital riesgo o el cooperativismo?
-Estuve 13 años en el mundo cooperativo y me aportó una gran riqueza personal. Sin embargo apostar por Clave Mayor ha supuesto abrirme a nuevos campos profesionales y a sectores muy atractivos.

-Curioseando por Internet he encontrado Pedro de Álava que fueron frailes, otros participaron en las Cruzadas e incluso algún personaje ilustrado del XVIII, pero ningún financiero, ¿es usted el primero?
-No lo sé. Mi familia siempre ha estado muy unida a la gestión de los campos y mi madre ha sido una mujer emprendedora. Creo que en mi caso el interés por las finanzas se despertó en la facultad. Mi padre, Román de Álava, fue empleado de banca, pero no sé, no sé. La banca sólo da dinero.

-¿En su tiempo libre donde se escapa?
-Ahora en el mundo de los biberones, pero hasta hace poco por la montaña. Me gusta hacer senderismo y recorrer caminos.

-¿En fallas qué quemamos?
-A los que no estén dispuestos a cambiar. Tal y como estamos viviendo hasta ahora no podemos seguir. Para mejorar hay que cambiar, no nos queda otra.