VALENCIA. El multimillonario dueño del Chelsea, el ruso Roman Abramovich, se ha vuelto a cansar de un técnico. Lo mismo que ya le ocurriera antaño con Claudio Ranieri, José Mourinho, Luiz Felipe Scolari o Carlo Ancelotti le ha vuelto a pasar, esta vez con el luso André Villas-Boas.
Además, está destitución llega con el agravante de que otra vez más el conjunto londinense tendrá que pagar una autentica fortuna en concepto de finiquito. Es decir, exactamente lo mismo que ya le ocurriera con todos los técnicos anteriormente citados.
El portugués llegó el pasado verano al club ‘blue' como el último capricho del ruso Roman Abramovich. El magnate pagó la cláusula de 15 millones de euros al Oporto para hacerse con sus servicios y le firmó un contrato de tres temporadas a razón de unos 5,5 millones de euros.
Ahora, despedido y con todavía dos temporadas y media de sueldo pendientes que tendrá que cobrar, Abramovich se habrá gastado unos 31,5 millones de euros en seis meses de un entrenador.
Con tan sólo 34 años Villas-Boas convenció a Abramovic tras una gran campaña en el Oporto, exactamente igual por lo que fichó a Mourinho, al que hizo campeón de la Liga y Copa portuguesa, además de la Europa League.
Con ese corto pero brillante palmarés llegó el técnico portugués al Chelsea el pasado verano. La misión que tenía por delante era complicada, debía llevar a cabo la transición entre los Drogba, Terry o Lampard y los nuevos talentos como David Luiz, Mata, Ramires o Lukaku. Sin embargo esa tarea, nada sencilla, no ha podido llevarla a cabo.
VESTUARIO NO LE HA AYUDADO
El vestuario tampoco le ha ayudado. Villas-Boas ha tratado de darle continuidad durante la temporada a un bloque de gente joven. En ese bloque no han estado en muchas ocasiones jugadores veteranos y con mucho peso como Cole, Lampard o Droga, estos no le han ayudado nada con su comportamiento.
De hecho en las últimas semanas se ha llegado a especular en Inglaterra con la posibilidad de que los jugadores le hayan hecho la cama al entrenador, al que no aguantaban más y por tanto querían que lo destituyeran.
SUMA Y SIGUE
Con esta destitución Abramovich se convierte sin discusión en hombre record. Eso sí, con un récord bastante dudoso como es el de ser el dueño de un club de fútbol que más dinero se ha gastado en indemnizar a entrenadores.
Sólo con los despidos del italiano Claudio Ranieri, al que le pagó 9 millones de euros, el de José Mourinho que se llevo casi 25 kilos y el del también portugués Villas Boas, que se llevará su 16'5 millones de euros, Abramovich habrá pagado algo más de 50 millones de euros.
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