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VALENCIA. Virtudes Langa (Xátiva, 1972) entró en el mundo de la moda porque ésta inundaba su casa. Se casó hace 12 años con el peletero Gabriel Seguí. Le entusiasmó esta profesión y no dudo en aparcar otras actividades para centrarse en el diseño y la creatividad. Sus creaciones del pasado año recibieron el premio "Diseñadora revelación". Para ella la mujer es madre y trabajadora. Tiene dos hijas, Carlota y Carolina de tres y cinco años. Los ratos que puede juega, se divierte, se disfraza y las mima en exceso. Cuando sale a la calle se siente independiente, fuerte y feliz en su piel. Dice que vivir la piel es una forma de vida. Winter sunny day ha sido la última colección presentada en la pasarela Valencia Fashion Week. Chaquetas, abrigos y vestidos, en beiges y arenas, confeccionados con pieles de cabra tibetana-mongolesa y lomos de astracán australianos.

-¿Si una prensa no favorece a su clienta qué hace?
-Sin duda se lo digo, no me lo callo. Eso sí procuro argumentarlo y darle otras opciones.

-¿Cuándo le dio por dedicarse al mundo de la moda?
-Poco después de casarme con Gabriel Seguí. Siempre me había gustado el mundo de la moda, pero con él me animé a crear colecciones hasta qué finalmente me lancé. Vivir con él me permitió conocer el mundo de las pieles, cómo trabajarlas y saber cuáles eran las mejores para cada clienta. No obstante siempre hay un riesgo.

-¿Cuál?
-Acertar o no en la creación de tus prendas. Si aciertas o no, no depende del diseñador con el que trabajes.

-¿A las mujeres de hoy les gusta vestir de piel?
-Sin duda. Son piezas elegantes, cómodas de una calidad exquisita. La colección de este año la hemos llamado Winter sunny day porque va dirigida a un tipo de mujer que se siente a gusto en su piel y va arreglada desde la mañana hasta la noche. Es una mujer de hoy trabajadora, madre y luchadora.

-¡Como usted!
-Sí. Son mujeres fuertes que viven el día a día y están en casa preparando la cena y arreglando a sus hijos, pero salen a la calle y les gusta ir arregladas y guapas. Vestir de piel es una forma de vida.

-Vestidos, abrigos, bufandas, pantalones... embutidos en tanta piel ¿se puede trabajar a gusto?
-¡Claro! Yo voy así y en cada desfile no paramos. Nuestra colección hace referencia a los colores de un soleado día de invierno en el Mediterráneo. Las siluetas se estrechan afinando el contorno femenino, bajando además el largo de las faldas y eliminando los escotes de todos los looks. Antes se pensaba que la piel era para las ocasiones y solo era posible llevarla si tenías determinada edad, hoy no es así.

-Pero tener un fondo de armario de piel costará lo suyo...
-No lo crea. La piel no es sólo para las personas mayores o para las ocasiones especiales como una inauguración o un desfile. La piel es una materia prima que se trabaja de mil formas. Hay bikinis, bufandas, chaquetas... Y no es cara.

-Eso no lo tendría yo tan claro
-Desde luego no es igual trabajar la napa que el zorro. Pero hay piezas de todos los precios. Puede ir vestida con un traje de piel de 400 euros o una chaqueta de cuero de 220 euros, pero luego puede encontrar piezas de 7.000 o 20.000 euros.

-¿En tiempos de crisis no es un despropósito?
-El que le gusta la moda adapta su bolsillo a la moda. En esta edición de Valencia Fashion Week todos los diseñadores hemos apostado por el lujo porque consideramos que ante la situación que se vive lo mejor es mostrar lo que no se ve por las calles a través de textiles maravillosos y con el lujo que corresponde. La moda no tiene porqué ser cara. Si bien en este momento todos los sectores están tocados, nosotros como cualquier empresa que tiene ganas de seguir adelante estamos convencidos que hay que currárselo más y si lo haces bien no tiene que ir mal.

-¿Qué objetivos se plantean para 2012?
-En estos momentos tenemos previsto ampliar negocio y crecer más en España. En un futuro saldremos fuera, pero de momento nos queremos mover por aquí.

-¿Le ha tentado dar a conocer sus colecciones a firmas como Inditex?
-Ellos se nutren de otras fuentes y conjugan precio y diseño. Evidentemente deben tener un buen elenco de diseñadores que como todos lo que quieren es expresarse y dar a conocer sus trabajos.

-¿Hay fusión en los diseñadores valencianos o solo Fashion?
-No. Tenemos Fashion que es una plataforma que nos ha dado fusión. Esto es, nos ha unido y además actualmente nos abre las puertas para darnos a conocer en otros ámbitos y fuera de la Comunidad Valenciana.

-¿La moda puede ser un elemento clave para recuperar valores en la sociedad?
-¿Por qué no? Psicológicamente la moda aporta cierta felicidad interior, pese a que todo parezca y sea duro, complicado, triste y parece que no vayamos a salir, estoy convencida que saldremos de esta situación. Así que arreglarte y sentirte guapa o guapo puede hacerte llevar mejor el día a día. Cuando te arreglas te sientes interiormente más feliz.

-¿Qué se obtiene más, en eventos como Valencia Fashion Week, contratos o clientes?
-De entrada que te conozcan porque desfiles como éste dan mediáticamente la vuelta al mundo, por lo que surgen contratos, afianzan la marca y surgen nuevos clientes.

-¿Sus clientes son españoles y famosos?
-Hay de todo, pero la mayoría son españoles.

-¿A quién le gustaría vestir?
-Ante todo a una mujer segura de si misma.

-¡A mí!
-Bueno... Sería un crack vestir a un megafamoso. Pero de momento mi objetivo es una mujer que disfrute con la piel y se sienta fuerte.

-¿Y entre los famosos quienes lucen sus prendas?
-Mejor no se lo digo.

-¿Y eso?
-Más que nada porque son personas que acabo de conocer, congeniar, les acabo de coser unos vestidos, porque he querido, pero no sé si querrán que dé sus nombres.

-¿Cuál es la diferencia con su marido, ya que se dedican a lo mismo?
-Somos una buena pareja profesional. Él se dedica principalmente a la parte de negocio y yo me he centrado en la creatividad y relaciones públicas. No me meto en su mundo, ni él en el mío.

-¿Hay que tener buenos padrinos para salir adelante?
-Eso ha pasado, pasa y pasará toda la vida. Un mecenas siempre abre muchas puertas, pero después tienes que demostrar que lo vales.

-¿Qué otros diseñadores ocupan espacio en su armario?
-Desde Prada, que me encanta, Louis Vuitton, zapatos de Christian Louboitin... pero también algo de Zara, Mango, Carolina Herrera. Dependiendo del bolsillo y momento compro piezas de una firma u otra.

-¿Si le fallara esta salida profesional, a qué se dedicaría?
-No va a fallar, lo sé. Repetiremos la entrevista dentro de unos años...