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VALENCIA. Coger proyectos en fase embrionaria y en cuatro meses ponerlos a rodar en el mercado es lo que apasiona a este arquitecto convertido en doctor de modelos de negocio por Internet. Enrique Penichet (Valencia, 1976), quien junto a tres compañeros más creó hace año y medio Business Booster. Esta 'aceleradora de negocios' valenciana se dedica a lanzar nuevas empresas tras un exhaustivo recorrido por aspectos como el prototipo, el plan de negocio y la presentación al inversor. En su corto recorrido han colocado proyectos como Arttroop, un portal enfocado al mercado del arte; Echeckin, una plataforma que permite el control de rondas de seguridad; Yocomobien, servicio a domicilio de comida saludable y Tracemyway, portal para la organización y gestión de eventos deportivos extremos, entre otros. En su escaso tiempo libre juega con su hijo Bruno, de año y medio.

 
-¿Su vida es tan acelerada como su trabajo?
-Casi. Al tener un hijo pequeño y haber convertido mi hobby en un negocio apenas tengo tiempo para mucho más.

-¿Por qué le dio por hacerse doctor de modelos de negocio por Internet?
-Digamos que porque volví a empezar.

-¿Y eso?
-En mi época de juventud dudé entre estudiar informática o arquitectura. Ganó la segunda. Acabé la carrera y trabajé en el sector durante varios años. En París diseñe una biblioteca pública y en Braga (Portugal) un estadio de fútbol y un museo. Formaba parte de un equipo de arquitectos, fue una experiencia muy profesional que me animó a volver a Valencia y montar un estudio por mi cuenta.

-¿En la mejor época?
-Sí. Entré en una constructora y ahí me di cuenta que el proceso no era tan rápido como me hubiera gustado. Volví a mis raíces y me decanté por el mundo de la informática e Internet.

-¿Estudió informática?
-No. Como arquitecto percibí que carecía de formación empresarial y decidí estudiar un MBA en IESE. Se me abrió el abanico de sectores profesionales. Mi hermano y yo habíamos hecho creado una web para alquilar barcos. No funcionó, pero no nos desanimó.

-¿Por qué falló?
-Entonces los charteristas trabajaban con lápiz en la oreja y libretita. Conocer la disponibilidad de los barcos llevaba su tiempo porque las operaciones se cerraban por teléfono, no por web.

-¿Qué tasa de penetración tiene actualmente Internet?
-Comparativamente a hace diez años es alta. Incluso la tasa de compra está creciendo con dos dígitos, pero no hemos alcanzado el 40% y mucho menos el 80% que tienen países como Inglaterra o Suecia.

-Y así empezó a acelerar.
-En el máster conocí a una persona que me despertó la curiosidad por las Start Up. Uno sabe que es emprendedor, pero no que existe un ecosistema emprendedor. Junto a mi hermano y otro compañero detectamos que había un espacio insalvable entre los emprendedores y los inversores. Los segundos decían que no habían proyectos invertibles y los primeros que no había dinero para apoyar tantos proyectos. Así que intentamos solventar ese problema exportando el modelo de aceleradora americano.

-¿Ese modelo garantiza la financiación?
-Todo ha sido un trabajo de lluvia fina. Poco a poco. Adaptando el modelo al sistema español. Pero evidentemente en estos tiempos es difícil encontrar financiación. No obstante el mix creado entre emprendedores, empresarios valencianos y nuestro proyecto de B-Boosters Seed Capital está dando resultados. Vamos a empezar la tercera edición de Business Booster y en el mercado hemos ayudado a colocar diez proyectos empresariales.

-¿Qué característica tienen que tener los proyectos que apadrinan?
-Ante todo contar con buenos equipos. El equipo tiene más probabilidades de éxito que el emprendedor en solitario. Las ideas "per se" no valen nada, la importancia está en cómo se implementan. Está demostrado que uno solo tiene un 80% más de probabilidades de fracasar. Cuando uno está de bajón, está de bajón. Si son dos, por simple cuestión humana que cuando uno cae el otro repunta, se acortan las posibilidades a un 50%. Es necesario que en el equipo uno sea más técnico que otro y que no se acaben de conocer.

-¿Qué quiere decir?
-Es más seguro que las personas que deseen emprender algo hayan trabajado previamente en otra empresa. Las posibilidades de que surjan rencillas en el equipo menguan y el éxito se garantiza porque han trabajado juntos previamente.

-¿Hay negocios que dan más rentabilidad que otros?
-Si lo supiéramos no invertiríamos en todos. No hay un sexto sentido que funcione en estos casos. La clave es encontrar equipos compensados que sean capaces de hacer lo que dicen que van a hacer, que estén en un mercado en ebullición y a partir de ahí ver si son capaces de crear el producto ideal. Cuando la Caixa invirtió en Privalia no sabía que iba a ser un Megahit y que le iba a rentabilizar el resto de inversiones realizadas. Nunca se detecta de origen.

-¿Qué previsiones se han marcado?
-Nuestro objetivo en cinco años es poner a rodar unas cien start up.

-¿A los cuatro meses, y tras pasar por la aceleradora las empresas siguen acogidas o salen del nido?
-Lo lógico tras cuatro meses es que hayan recibido inversión por lo que cuentan con cierto capital invertido por un Business Angels para subsistir. No obstante al haber sido financiados cuentan con un consejo de administración que regularmente se reúne con ellos para ver cómo va la empresa. En cierto modo les siguen amparando.

-¿Cuál ha sido vuestro mayor éxito?
-Llevamos poco más de un año, pero de momento el éxito es haber creado diez empresas que están vendiendo y cuentan con cuarenta empleados.

-¿Cuál es el término medio de vida de una empresa en Internet?
-En general se dice que un 70% de las empresas no van más allá del primer año, pero no es lo mismo montar una página en Internet que crear un negocio, tener un buen posicionamiento y estar en primera posición en Google. Para montar buenas empresas y llegar a beneficios hay que invertir millones de euros. Facebook, Idealista... para llegar donde están han tenido que invertir mucho dinero tanto en promoción como en ganar millones de usuarios.

-¿O sea que Internet no es tan barato como nos han hecho creer?
-Pues no. La clave es que Internet te abre un abanico de mercado mucho mayor. Escalarlo es barato, pero no montarlo. Esto es, crear la página y posicionarla. Crear un negocio en Internet es tan caro como abrir un comercio. La diferencia es que puedes llegar más lejos y a más gente.

-Ahora que están de moda, ¿los chinos invierten en negocios valencianos?
-A nosotros de momento no nos ha llegado ninguno. Imagino que en algún momento darán el salto, pero hoy por hoy no tenemos previsión de acercarnos a ellos. Nuestra meta es generar un ecosistema en Valencia de negocio por Internet.

-Si todos se van a la red ¿puede llegar a saturarse el comercio on line?
-Hoy por hoy es un área por explorar. La tasa de penetración en España dista mucho de la existente en otros países. La consecuencia es que nos queda mucho recorrido. Llegará la saturación y el equilibrio. Seguro. Pero también que Internet ha llegado para quedarse. La cuestión es encontrar un negocio que en Internet no haya llegado a su periodo de maduración, como por ejemplo las agencias de viaje.

-¿Además de dedicarse a los negocios con la aceleradora en qué otros mundos se le ve?
-Soy padre de un niño de año y medio, Bruno, y esta tarea me absorbe bastante. Antes hacía mucho deporte, ahora B-Booster es mi hobby y mi trabajo. Me fascina ayudar a la gente a hacer realidad sus ideas. De joven viví en Oporto, en París, en EE.UU.

-¿Domina los idiomas o le dominan?
-La necesidad obliga, pero también se pierden cuando no lo utilizas. En Portugal me llegaron a preguntar de qué parte era porque no reconocían mi acento.

-Por cierto, ¿se gana dinero con el negocio que ha creado?
-De momento no. Da para vivir. Pero este es un vehículo de inversión por lo que los socios sufragamos los costes de Business Booster. No cobramos ni a los emprendedores, ni a los inversores. Nos vinculamos a éxito. Necesitamos un tiempo. Cinco o seis años hasta que podamos vender alguna de las participaciones de las empresas que hemos tomado y entonces tendremos ingresos.