VALENCIA. Con la recuperación de Vicente Guaita vuelve el debate de la portería. Y dicho debate tendrá que desequilibrarlo el entrenador valencianista, Unai Emery. Él será el que tendrá que decidir entre el equilibrio que ofrece Guaita en todos los aspectos de la portería, o la espectacularidad y eficacia del brasileño, Diego Alves, bajo palos.
Cuando comenzó la temporada el entrenador vasco decidió darle la titularidad en Liga al cancerbero valenciano y la competición europea de la Champions League al carioca. Ese rol en principio fue bien recibido por ambos porteros.
Sin embargo, el 23 de octubre Guaita sufrió un encontronazo con el futbolista del Athletic de Bilbao, Fernando Llorente, en el que salió mal parado. Ese golpetazo le provoco un edema óseo en la muñeca derecha que le ha tenido prácticamente tres meses y medio sin poder ponerse bajo los palos sin dolores.
Esa lesión de Guaita ha provocado que Diego Alves haya sido titular en todos los partidos de todas las competiciones que se han disputado, Liga, Champions y Copa.
Esa oportunidad no la ha desaprovechado el ex portero del Almería, ya que ha sido uno de los mejores jugadores del equipo cada vez que ha defendido la portería valencianista. Incluso habiendo cometido algunos errores de bulto en la faceta aérea, el portero ha tenido tantas intervenciones de mérito y ha salvado tantos goles cantados que hoy en día es muy complicado pensar que no debe seguir jugando.
REGRESO DE GUAITA DEJA AHORA A UNAI EN UN MAR DE DUDAS
Las grandes intervenciones que ha tenido el brasileño ha provocado que una vez recuperado el guardameta natural de Torrente, Unai Emery tenga muchas dudas de que hacer.
El pasado domingo, en el partido de Liga entre el Valencia y el Sporting de Gijón, el preparador valencianista decidió volver a darle la titularidad a Guaita, eso provocó el gran enfado de Diego Alves, que no entendía verse en el banquillo tras su gran rendimiento.
Y este puede ser a partir de ahora el gran problema que tenga el técnico irundarra del valencia. Ahora mismo los dos porteros han hecho meritos para ser titulares. Uno acabó la pasada campaña jugando y la empezó igual y a un gran nivel, y el otro ha aprovechado sus oportunidades cuando su compañero ha estado lesionado.
Ante esa tesitura, Unai no puede temblar, no puede dudar, la portería debe ser para el que él entienda que es el mejor de los dos. Los tres próximos meses de competición serán claves, ya que es el final de la campaña, es decir, dónde se decidirá hasta donde puede llegar el club valencianista en la Europa League y en la Liga española.
El míster no debe entender de enfados, no debe atender a quien se enfadará o quien no se enfadará, debe ser muy justo y a tratar de buscar lo mejor para el equipo. Lo que está claro es que esté el que esté bajo los palos, la portería será un cerrojo.
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