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VALENCIA (VP). Hacía mucho tiempo que una rueda de prensa no despertaba el interés de la que ayer sirvió como bautismo a la Asociación para Defensa de los Accionistas del Banco de Valencia (Pro Banco Valencia).

Cámaras de televisión, emisoras de radio, prensa escrita y prensa online de cerca de la práctica totalidad de los medios de comunicación valencianos conocieron de primera manos las intenciones de esta nueva asociación, cuyos principios fundamentales pasan por la independencia, transparencia y democracia.

Tres conceptos que distan mucho del rumbo que ha tomado la centenaria institución de Pintor Sorolla, cuyo futuro está en manos del FROB y que no tardará mucho en 'dictar sentencia'. Precisamente evitar que esa sentencia pase por valorar las acciones a cero euros es lo que ha llevado a Pro Banco Valencia a constituirse y reclamar la unión no solo de los casi 50.000 accionistas sino de empresarios, políticos y sociedad civil para evitar la pérdida -otra más- de otro emblema financiero de la 'City' valenciana.

Para ello han conformado una junta directiva que cuenta con un aval suficiente para defender los intereses de los accionistas. De hecho, los dos vocales, Manuel Pons Fabra y José Campo Reinosa, han trabajado media vida -nunca mejor dicho porque han sido 50 años- en el Banco de Valencia (BVA), la vinculación familiar del presidente con la entidad, Vicente Simó, se remonta a 1927, mientras que el tesorero, Joaquín Maldonado Rubio, procede de una de las familias más reconocidas de la plaza financiera local.

PENDIENTES DE LOS 'AGUJEROS CONTABLES'

Sin embargo, tal y como ellos reconocieron, la asociación llega un poco tarde para salir en defensa de los minoritarios y, además, rechazaron querellarse -por lo menos de momento- contra los gestores que han llevado a la entidad a su peor momento de su dilatada y extensa historia, al contrario de la otra asociación liderada por el abogado Diego Muñoz-Cobo, cuya puesta de largo tendrá lugar la próxima semana.

Pro Banco Valencia, que será financiada por los propios asociados, tiene claro que la clave está en los agujeros que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria detecte dentro de las cuentas de la entidad.

Caso de ser mayores de los ya provisionados reduciría todavía más los fondos propios y con ello el valor teórico de la acción, que con los últimos datos publicados se sitúa en los 1,4 euros.

Nada más y nada menos que un 73% por debajo del precio actual, pero como bien dice un viejo aforismo bursátil 'el mercado es soberano'.

Dos son los factores que llaman poderosamente la atención en todo este 'affaire'. Por un lado, el valor en bolsa venía protagonizando una espectacular caída en los últimos años, muy por encima de la que presentaban los valores más afectados por la crisis actual como bancos e inmobiliarias. Un descenso en picado que ha dejado a la vista un gráfico más propio de la silueta de un abeto, lo que intuía que algo no funcionaba correctamente en la 'sala de máquinas' del banco.

Y, por otro, en las últimas juntas de accionistas más de un accionista, con papeles en la mano, no dudó en apuntar directamente a la cúpula del banco sobre las presuntas 'tropelías' que estaban cometiendo. Pero nada de nada. La cotización erre que erre a la baja, mientras los avisos a navegantes fueron cayendo en saco roto hasta que el Banco de España decidió intervenir al BVA a finales de noviembre pasado.

HOY DEBERÍAN PUBLICARSE LOS RESULTADOS

Una decisión que abortó la presentación de los resultados correspondientes al tercer ejercicio del pasado año, que en teoría deberían publicarse hoy según el hecho relevante que el FROB envió a la CNMV el pasado 14 de diciembre donde decía textualmente que "Banco de Valencia pondrá todos los medios a su alcance para completar este procedimiento cuanto antes, estimando su publicación no más tarde del 10 de febrero de 2012". Y ese día ha llegado.

Mientras tanto, la cotización en bolsa lejos de recoger las buenas palabras de Pro Banco Valencia, cerró ayer con una nueva -y fuerte caída-, al despedir la sesión en los 0,38 euros tras retroceder un 3,80%. Únicamente la inmobiliaria Aisa (-5,26%), Ezentis (-5,20%) y Solaria (-3,81%) presentaron un peor comportamiento en el Mercado Continuo.

Además, los 0,38 euros equivalen a 63 de las antiguas pesetas, que muy pocos son los accionistas que recuerdan tan ínfimo valor.

La cuarta caída consecutiva del BVA, que le ha 'comido' un 17,4%, vino acompañada de un volumen de 2,78 millones de euros suponen duplicar la media diaria anual, según los datos de Infobolsa.

UNA CAPITALIZACIÓN PROPIA DE UN 'CHICHARRO'

Una contratación que vino condicionada por las fuertes ventas que realizó ayer Banco Espirito Santo Madrid con un saldo neto de 422.260. A continuación se situó Nordkapp Inversiones Valencia (-293.286), mientras que los habituales Auriga Securities Madrid e Intermoney Valores volvieron a vender sin realizar compra alguna, con 55.000 y 50.000 títulos respectivamente.

Por el contrario, Mercavalor Madrid, otrora el gran canalizador de las operaciones de bolsa de Bancaja -no Bankia-, llevó la voz cantante de las compras netas, es decir, la diferencia entre las compras y las ventas, con 317.350 acciones. Junto a este broker se subieron al cajó  Consors Madrid (+305.209) y Norbolsa Bilbao (-139.640).

Banco de Valencia, que ya presenta unos espectaculares números rojos anuales del 38,7%, ha visto como su capitalización ha mermado notoriamente hasta los 187 millones de euros. Un valor en bolsa propio de un auténtico chicharro a imagen y semejanza del que lo sucede La Seda de Barcelona (170 millones).