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VALENCIA. Gregory Van der Wiel nunca imaginó lo peligroso que podría llegar a ser un comentario tan inocente como el que hizo el pasado miércoles. El futbolista holandés pretendido por el Valencia, reconoció en su cuenta oficial de twitter, que estaba en Valencia y que asistiría a Mestalla para presenciar en directo la semifinal de Copa entre el Valencia y el Barcelona. 

Ese comentario ha sido el que ha desencadenado la polémica. Cuando el jugador publicó el comentario en su twitter, muchos pensaron que era una broma, sin embargo, y nada más lejos de la realidad, el lateral derecho del Ajax se encontraba en Valencia. 

Esta noticia impacto mucho al Valencia, y concretamente al que más le sorprendió fue a Braulio Vázquez, secretario técnico de la entidad que había comido con él hacía tan sólo unas horas. El club desde ese momento reaccionó y trató de que los medios de comunicación no pudieran encontrar al jugador en el estadio, para evitar problemas mayores. 

Sin embargo, el hecho de que trataran de que no fuera localizado, no esconde el profundo malestar que provocó en el club valencianista el revelador tweet del holandés. Desde el Valencia, se piensa que esa 'detalle' puede encarecer una operación que se estaba llevando con mucha precaución, para tratar de rebajar el precio que está reclamando el Ajax por su jugador. 

Y es que como no podía ser de otra manera y según informaban ayer diferentes medios en el país orange, en el club de Ámsterdam no ha sentado nada bien la visita que Van der Wiel hizo el pasado miércoles al estadio de Mestalla. 

En el club holandés han interpretado dicha visita como una falta de respeto hacia ellos. Los directivos holandeses piensan que el Valencia se ha excedido y ha llegado demasiado lejos con un jugador que sigue perteneciendo a su club, y un jugador por el que ellos aseguran no tener ningún acuerdo para su venta. 

Van der Wiel, por su parte quedó encantado con la ciudad. Comió con Braulio Vázquez, cenó con Maduro, el hermano de éste y un amigo común y Mestalla le impresionó, el ambientazo del pasado miércoles le dejó con ganas de ponerse ya la camiseta valencianista. 

Una camiseta que no es todavía la suya y una camiseta que ahora le costará un poco más ponerse debido a su tweet. Desde el entorno del jugador se asegura que el futbolista no ha hecho nada malo y que por tanto también es una manera de hacerle ver a los directivos del Ajax que él ya ha tomado su decisión, la de jugar en el Valencia. Ahora serán ellos los que tendrán que aceptar la propuesta valencianista. 

Todo esta historia tiene pinta de que se resolverá en poco tiempo, pero lo que queda claro es que a día de hoy, las redes sociales empiezan a ser más un problema que una ayuda para los futbolistas.