VALENCIA (A. MOHORTE). La comunicación no verbal del nuevo ministro de Economía, Luis de Guindos, delata una actitud defensiva y una personalidad altiva. Incómodo y evasivo, en la rueda de prensa de presentación de la reforma financiera sólo le faltó sacar la silla y el látigo para mantener a raya a las jauría periodísticas.
Mientras otros ministros más acostumbrados al combate político, como Cristóbal Montoro, se cuadran como los toreros ante el micrófono y con esta pose lanzan su mensaje y capean las preguntas de los periodistas sin casi despeinarse: De Guindos no termina de llevar bien someterse al escrutinio público.
EL EJEMPLO
En el circo de la política, también hay domadores. El ministro de Economía, Luis de Guindos, lo demostró en la presentación de la reforma financiera, un paquete de medidas que el sector ha calificado de muy duras y que el propio ministro sabía que iban a levantar polvareda.
Antes de hablar, ya le delataba su ceño fruncido, signo de incomodidad y actitud defensiva en las apariciones públicas (pecado compartido con Florentino Pérez, presidente de ACS y del Real Madrid, ante la prensa deportiva); y la costumbre de levantar la barbilla cuando escucha, que es signo de altivez.
Echado hacia delante en la butaca y apoyando con firmeza los codos en la mesa busca darse seguridad, como los soldados cuerpo a tierra. Aunque levanta la mirada en actitud a veces retadora ante los periodistas, interpone las manos a la altura de la cara para protegerse y va bailando en el asiento para ir apartándose del micro, como si quisiera salir huyendo.
TURNO A DISCRECIÓN
En esta rueda de prensa, la tensión llegó al máximo con las preguntas de los periodistas. Aunque es habitual que el jefe de prensa controle el orden de intervenciones de los periodistas conforme piden turno, De Guindos se saltó intermediarios y fue pasando la vez como los maestros tiraban el borrador a los alumnos indisciplinados.
No dudó en sentenciar a uno de los informadores: "Se le pasó el turno", cuando intentó repreguntar. El ministro aplicó el principio de una pregunta por ronda, lo que le permitió no quedarse atrapado en un toma y daca con ninguno de sus interlocutores. Un técnica cómoda para el orador que puede predisponer en su contra a los periodistas si se respeta a rajatabla.
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Álvaro Mohorte es periodista y autor del blog Habla por ti
Totalmente de acuerdo con los dos comentaristas anteriores. Espero que ellos, y los que vengan, también estén de acuerdo con la primera viñeta de elespigadordigital.wordpress.com de 10-02-2012, en la que se glosa y resume la "hazaña" del aludido Exmo. sr. ministro.
De Guindos es un chulo madrileño que se olvida de su etapa en alguna sociedad quebrada. Va de iluminado, como lo demuestra su reforma hoy anunciada, sin darse cuenta en qué país vive. Así nos va a ir: vamos directos a una depresión de la que nos costará salir. Es el precio del despotismo asilvestrado. Mientras tanto los economistas, académicos o no académicos, callados como muertos por si pierden algún contrato, beca o ayuda. Este es el país que de Guindos pretende gobernar como si fuera Luís XIV:
¿Y porque ván a ser educado si tiene el mando de la plaza? ¿Porque no van a ser arbitrario sin lo tendrán por largo tiempo. Como me dijo una alcaldesa del Sur "Yo tengo la mayoría y hago lo que se me da la gana" así nos vá de uno y otro lado ¿los que votamos? esos,esos no importan salvo cuando hay elecciones. Disfrute Luis de Guindo pero cuando salga a la mañana llevese un poco de educación el bolsillo que uno nunca sabe las vueltas que da la vida y menos en politica.- Alejandro Pillado Valencia 2012
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