23/01/2012 El Teatro Principal de Valencia acogió la pasarela Alma con pinceladas de las nuevas colecciones de los principales diseñadores valencianos, las actuaciones de Seguridad Social y Franc Camelot, la literatura de Maruja Torres y el madrinazgo de Alma, la hija de Paola Dominguín que, junto a Francis Montesinos, son impulsores de esta ya tercera edición
-GALERÍA DE IMÁGENES

imprimir

Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. El Teatro Principal de Valencia acogió la pasarela Alma con pinceladas de las nuevas colecciones de los principales diseñadores valencianos, las actuaciones de Seguridad Social y Franc Camelot, la literatura de Maruja Torres y el madrinazgo de Alma, la hija de Paola Dominguín que, junto a Francis Montesinos, son impulsores de esta ya tercera edición.

La Fundación Aixec procurar mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral y sus familias. La pasarela Alma consigue no sólo ayudarles a recoger fondos o darse a conocer, sino la integración y que la gente se coja de la mano, tal y como explicó en la presentación al inicio de la gala una Maruja Torres implicada y, porqué no, también emocionada.

Viéndola reconocer que entre bambalinas se sintió abrumada por el trabajo de los voluntarios, pocos podían imaginar que pocas horas después 'asesinaría' en el tren de vuelta a Madrid a uno de los principales personajes de su próxima novela.

Una gala matutina que tuvo lugar ayer domingo y que consiguió que el Teatro Principal rebosara como en los mejores estrenos. A la entrada pudimos ver a Nicola Seyda con sus hijas, Marta y la preciosa Inés, que seguro tiene también futuro como escritora, por su gran imaginación. Lila Albanozco acudió con amigas, como también lo hicieron Ramón Gurillo y su marido o Leo Vidal y sus padres. Con ellos, claro, Cristina de Salazar, madre de una de las modelos valencianas que más triunfa en las pasarelas, Cristina Duato, reconocible por su estilo impecable y porque ella, sí de verdad, se nota que tiene alma.

Tras la presentación de Maruja Torres y vestidos de Francis Montesinos de los pies a la cabeza, aparecieron el guapísimo Nico Coronado y su hermana Alma que, como buena madrina del evento, dijo muchas cosas inteligentes enlazadas, pero nos quedaremos con aquello de que "Es necesario no dar un paso atrás porque, a pesar de los tiempos que corren, nosotros correremos más y mejor". Nico la miraba sonriente. Estos hermanos triunfan, seguro.

El baile del grupo ART de Aixec convenció. En negro y con mucha gracia combinaron los movimientos de las sillas de ruedas manejadas con gran experiencia y soltura. Un baile entrañable y muy original. Se notaron las horas de ensayo.

Y tras el baile, el cante de Frank Camelot, venido de Málaga, bueno de Marbella, no sólo para cantar, sino también para donar 5 habitaciones en su hotel marbellí que se sortearon entre el público. Cinco habitaciones un fin de semana. Se entiende, que Alma no es el 1,2,3 y Marbella no es Torrevieja.

Pero el alma de Aixec, Javier Palop, sí que precedió a la pasarela propiamente dicha, contando que han sacado un carnet a 46 euros anuales para que los amigos de la fundación se beneficien de numerosos descuentos en innumerables empresas valencianas. Una donación con oportunidad.

La pasarela la abrió Dolores Cortés, con bañadores y muselinas un tanto africanas, muy coloristas y demás dibujos. Pero en realidad quién inició el desfile fueron los chicos del coro valenciano Allegro 11, que hizo de la música en directo un "revival" de los Beattles lo que resultó todo un acierto.

Tonuca continuó en blanco roto, corte militar y look futurista, para dejar paso a Nona, en capa negra y con shorts más cortos por delante que por detrás, que seguro serán imitados. Jaime Piquer, en negro y liso, en rojo y negro y en asimétrico excesivo. Paco Fortea rompió las simetrías con plumajes, a veces blancos y a veces en tonos verdes y pinceladas de pavo real.

Pero Por Fin hizo que eso mismo gritaran muchas, dado el pecho descubierto de sus modelos con largas bufandas de lana y dos vueltas o jerseys abiertos y jaspeados. Higinio Mateu en oro y negro y vuelta empezar. Y el ganador de la pasada edición de la Semana de la Moda, como diseñador novel, sorprendió en blanco no buatiné pero sí de corte abatinado. El traje final en gasa, magnífico.

Siglo Cero cortó los trajes en palabra de honor con telas de fondo rosa y reminiscencias taurinas con negras incrustaciones bordadas. Zambrano vistió a hombres imposibles y Ernesto de Sostoa inició con una modelo en versión matriuska para pasar a otra de rojo spanish total.

Juan Andrés Mompó, por su parte, demostró una vez más ser un genio, porque sólo ellos son identificables y solo un maestro puede hacer esos vuelos con telas rígidas casi de saco y jugar con los colores y las texturas como si deconstuyera un sorbete al PX, vamos que Mompó es nuestra estrella michelín de los dedales.

Y del genio a Carlos Haro. Excesivo, como siempre. Valentín Herraiz en elegante vintage de novias niñas pero seguras. Miquel Suay, de ceremonia, como dicen o de smoking al estilo Sherlock Holmes, ahora que está tan en voga el personaje.

Y para finalizar la otra estrella de los cinco dedales, Francis Montesinos, que sacó varios modelos de jerseys tejidos a su particular e inconfundible manera para finalizar con tres modelos de excepción, Alma, la madrina del acto, Cristina Duato y un traje de novia espectacular.

Y ya, José María Casañ, de Seguridad Social puso el toque musical final para que entre bambalinas, Cristina, Alma y Nico, Paola Dominguin, Javier de Aixec, Aure Romero y el resto de "currantes" se cogieran de la mano, visualmente, y danzaran juntos entre sonrisas de satisfacción porque el deber estaba cumplido. Hasta el año que viene.