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VALENCIA. El barítono alemán Thomas Quasthoff anunció la semana pasada su retirada de los escenarios después de casi cuatro décadas de carrera artística, en la cual ha colaborado con las orquestas y directores más importantes del mundo. Quasthoff (Hildesheim, 1959) ha decidido finalizar su carrera como cantante a los 52 años de edad, “después de una larga reflexión”, y por prescripción médica, tras cancelar numerosos conciertos por problemas en su voz. Quasthoff nació con graves deformaciones físicas causadas por la droga Talidomida prescrita a su madre durante el embarazo.

Este suceso es el que ha deteriorado la salud y la voz del cantante en los últimos años. “No me permite seguir manteniendo el alto nivel de calidad que siempre he buscado tanto para mi arte como para mí mismo” ha declarado.  

Tras ser rechazado del Conservatorio de Hannover por su condición física, tomó clases particulares con Charlotte Lehmann y Carol Richardson, y en 1988 ganó el Concurso Internacional de Múnich siendo halagado por el legendario Dietrich Fischer-Dieskau. Su debut en Estados Unidos tuvo lugar en el Festival dedicado a Bach, en la ciudad de Oregón en 1995. Cuatro años después, en el ámbito de los recitales de lieder, pisó por vez primera el Carnegie Hall de Nueva York, interpretando los Winterreise de Schubert.

Desde entonces se volvería uno de los intérpretes más queridos de la sala. Su debut operístico fue en Berlín en 2003 como el Don Fernando en la obra Fidelio, guiado por la batuta de Sir Simon Rattle. A esa obra le seguiría el debut en la Ópera Estatal de Viena, como Anfortas en la ópera de Wagner Parsifal.  

Entre los muchos premios que atesora, Thomas Quasthoff ha sido reconocido con tres Grammys en 2000, 2004 y 2006 y ha sido galardonado con el Premio “Herbert von Karajan” en 2009. Destacado intérprete de lied, Quasthoff ha realizado también incursiones en el mundo del jazz, lo que dio como resultado en 2006 el álbum The jazz album: Watch what happens, en donde alternó con músicos de la talla de Till Bröner y Peter Erskine.

Quasthoff se dedicará a partir de ahora a la enseñanza, impartiendo clases en la Hanns Eisler Academy of Music, en Berlín. "Su voz, especial en todos los sentidos, ha emocionado, impresionado y con frecuencia conmovido por igual al público y a la crítica", ha subrayado la presidenta del Festival de Salzburgo, Helga Rabl-Stadl.