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VALENCIA (María Costa). Soledad Gutierrez es presidenta de la Asociación de Empresarios de Ibi, entidad que agrupa a 15o  pequeñas empresas que no han echado el cierre. Empezó de secretaria en la empresa familiar, Flejes Industriales, dedicada a la fabricación de tubos de acero y laminación en frio. Hoy es presidenta del consejo de administración. Le gusta el olor de los aceites industriales y la variedad de productos que salen de la chatarra... lo que se dice una mujer 'de hierro'

"En tiempo de crisis hay que innovar en nuevos productos, abrir mercados e invertir en formación" aconseja Soledad Gutierrez, presidenta de IBIAE, Asociación de Empresarios de Ibi, entidad que agrupa a 150 empresarios de la comarca, la mayoría pequeñas empresas que no han echado el cerrojo. Empezó de secretaria en la empresa familiar, Flejes Industriales, de la que actualmente es presidenta del consejo de administración, dedicada a la fabricación de tubos de acero y llaminación en frio. Le gusta el olor de los aceites industriales y la variedad de productos que salen de la chatarra.

-¿Acceder a la presidencia de la Asociación de Empresarios de Ibi en plena crisis tiene premio?
-No lo sé, lo asumí porque me lo propusieron y como empresaria de la zona no lo pude rechazar. Tenga en cuenta que vengo del metal y me gustan los casos difíciles.

-¿El hierro se puede convertir en la vocación empresarial de una persona?
-En mi caso es porque desde niña lo viví y además luego me gustó. Nuestra empresa, de segunda generación, se dedica a la siderurgia, a laminaciones en frio y a los tubos de acero soldados y calibrados. Me gusta el olor de los aceites y tengo curiosidad por la variedad de productos que se obtienen con la chatarra.... Empecé a trabajar a los 17 años.

-¿Rodeada de hombres?
-Pues sí, es un mundo muy masculino, pero nunca me he sentido fuera de lugar ni he tenido que demostrar que valgo más o trabajar más para que me paguen el mismo salario que a un hombre. ¡Ojo! Eso no quiere decir que no exista esta problemática, pero en mi caso nunca la he percibido.

-Como voz de los empresarios de la zona, ¿cree que las medidas gubernamentales son adecuadas para impulsar negocios?
-Los recortes era evidente que debían realizarse, pero tenían que haberse hecho hace dos años cuando se empezó a vislumbrar la crisis. Ahora existe demasiada incertidumbre en muchos empresarios. Sí que es cierto que hay sectores como la automoción o el metal mecánico plástico que empiezan a respirar, pero con la bombona de oxígeno al lado por si acaso. El miedo es que no sabemos cuánto tiempo más vamos a estar así.

-¿Qué primera medida adoptaría usted si pudiera?
-Acabar con el paro y así romper el círculo vicioso en el que andamos metidos. Si no hay paro, hay trabajo, se contrata, se mueve el dinero, se consume, se pagan deudas...

-¿Se abren mercados internacionales?
-Nuestro tejido empresarial está formado por pequeñas empresas con problemas respiratorios. Es desde la asociación desde donde lanzamos propuestas de negocio, ya que sólo hay dos maneras para pervivir: o abrimos nuevos mercados o creamos nuevos productos.

-¿Están preparados para competir?
-En esta zona llevamos años compitiendo con mercados como el asiático y en algunas ocasiones de manera brutal como le ocurrió al sector juguetero en los 80 y 90.

-España se aprieta el cinturón y los chinos expanden negocio ¿se veía venir?
-Totalmente. Pero también estábamos creciendo y el error fue creer que iba a durar eternamente. Los chinos tienen mucho potencial, la ayuda de su gobierno con un plan estratégico muy claro y nos han enseñado a entender lo que es la competencia feroz en producto y tecnología. No obstante los empresarios estamos habituados a las crisis. Ser empresario es empezar cada día resolviendo una crisis.

-¿Dónde dirige el dedo acusador de la crisis?
-No me gusta señalar, y no creo que la culpa sea de un sector. El pasado debe quedar atrás y sólo servir para aprender y luchar mejor. El culpable para mí es un mix de banca, Estado, especuladores, burbujas, falta de visión y de adopción de medidas.

-¿Los políticos deberían ser empresarios y viceversa para tomar medidas efectivas?
-No lo sé, pero hoy nadie escucha a nadie. Escuchar y consultar daría a los políticos una visión más acertada de la situación. Un empresario abocado a hacer un ERE no siempre tiene la culpa por ello.

-¿Para qué no está preparado el mercado alicantino?
-Está preparado para todo, pero no nos lo creemos. Ibi, por ejemplo, es un nicho de empresas capaz de crear, producir y distribuir desde aquí. Es decir somos empresarios capaces de ofrecer al mercado procesos completos de producción. Es una industria muy preparada con las ideas claras, aunque con cierta falta de confianza y de crédito.

-¿Las fusiones animarán el crédito?
-Sería deseable, pero los bancos y las cajas son empresas que viven de los préstamos, de cobrar intereses y hacer frente a sus pagos. No obstante aquí se observa que las empresas que lo hacen bien y activan su mercado con proyectos interesantes siguen percibiendo apoyo de cajas y bancos.

-¿Las fusiones entre empresas sería una salida?
-Sin duda, y aunque estoy convencida de que las colaboraciones mejoran el negocio, cuando hablamos de pequeñas empresas las fusiones requieren de una entidad mayor, como un instituto y una asociación, para que la fusión no fracase en dos días.

-¿En su hogar lleva usted la empresa?
-Sí, pero tengo excelentes colaboradores y un buen vicepresidente.