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VALENCIA. Avelino Corma Canós (Moncofa, 1951) químico y miembro del Instituto de Tecnología Química, el centro de investigación creado entre la UPV y el CSIC, está de enhorabuena. El descubrimiento de una Zeolita (ITQ-43), un material inscrito en la química verde que puede ser utilizada para el refino del petróleo, y la transformación de la biomasa, ha sido considerado por la revista Science como uno de los 10 mejores hallazgos de 2011. Le encanta leer, escuchar música y asegura que le falta paciencia para algunas cosas.... y tiempo cuando se trata de investigar sobre el diseño molecular de catalizadores y procesos catalíticos sostenibles en los campos del refino de hidrocarburos y derivados de la biomasa y química fina.

-Como autor de más de 100 patentes, 10 de ellas de explotación comercial, ¿cómo es que nunca se le ha ocurrido montar su propia empresa?
-No lo he hecho nunca porque el ITQ es mi spin-off.

-¡Ya tiene una empresa!
-Más o menos porque de manera continua tenemos un gran número de proyectos de investigación con empresas extranjeras, que nos permiten contratar alrededor de 60 personas entre licenciados, doctores y ayudantes de investigación. Creo que no está nada mal para esta pequeña empresa. No hay muchas empresas químicas en España que tengan tantos licenciados contratados.

-Pero en una Spin-off no hay tanto riesgo
-Es verdad que la mayoría de ellas viven, al menos en sus inicios, de subvenciones. De todos modos lo importante en este caso es dar oportunidades a los licenciados e ingenieros españoles que han destacado en sus estudios para que se formen y trabajen en España.

-Destinan el 40% de los beneficios de las patentes para proseguir investigando, ¿podría ser un ejemplo a seguir por otros institutos similares al suyo?
-La ley de patentes dice que el 40% de los beneficios van a los inventores. De modo que es dinero que nos podríamos llevar a casa, pero en nuestro caso lo reinvertimos en el ITQ y así cofinanciamos el Instituto. Para nosotros lo que proviene de la investigación retorna a ella lo que nos permite cofinanciar la compra de aparatos, conceder becas de doctorado o realizar nuevos contratos de investigación. Es nuestro caso, no sé el de otros.

-Cuando le llaman las empresas y le invitan a analizar los problemas en dos días, ¿se siente capacitado para tal proeza?
-Más que detectar el problema lo que hacemos es discutir sobre ese problema y buscar posibles soluciones.

-¿Coinventa soluciones?
-¡Claro! Por eso cuando facilito ideas que son originales y eficaces soy co-autor de las patentes que se derivan. Además es la mejor manera de atraer a nuevas empresas y establecer relaciones más sólidas con las que venimos colaborando

-Además de un curriculum brillante tiene numerosos premios. Entre ellos cito los premios Dupont (1995), el Premio Nacional de Tecnología "Leonardo Torres Quevedo" (1995), Los Premios G. Ciapetta, Houdry y Michel Boudart Award todos ellos concedidos por la North American Catalyst Society, Premio en Nuevas Tecnologías "Rey Jaume I" , Medalla de Oro del Foro QUÍMICA y SOCIEDAD 2011 y Gran Medalla de la Academia de las Ciencias de Francia 2011. ¿Añadimos alguno más?
-¿Añadir? Me siento un privilegiado por estos reconocimientos. Creo que me han dado más de lo que esperaba. Es una cuestión en la que nunca he sido protagonista. Han sido los demás los que me han propuesto, incluso a veces sin yo saberlo, y por lo que les estoy profundamente agradecido.

-¿Se considera un buen alquimista?
-Soy un químico que utiliza principios y metodología científica para hacer desarrollos. No me siento un alquimista aunque realicemos experimentos combinando reactivos.

-¿Qué tiene la química que no tenga la física?
-La química tiene algo que no tiene ninguna otra disciplina: es capaz de crear nuevas moléculas. Diariamente se crean muchas tanto en los laboratorios como en la naturaleza. Por lo demás los principios fundamentales son indistinguibles entre una y otra rama de la ciencia.

-¿Su interés por la química le viene de familia?
-Rotundamente no. Soy hijo de una familia humilde de agricultores y desde pequeño ayudaba en los trabajos del campo. Siempre fui un joven observador que se preguntaba los porqués de las cosas e intentaba dar con la respuesta. En una ocasión para eliminar una plaga de limacos (caracoles) y viendo el producto que utilizaban pensé: esto lo puedo hacer yo. En 4º de bachiller ya estudiábamos química.

-¿Y se puso manos a la obra?
-El compuesto llevaba metanal, (creía que era el pesticida contra babosas). Fui a la farmacia compré alcohol, dicromato potásico, acido sulfúrico y preparé el producto. Lo impregne en salvado y se lo di a los caracoles. No solo no se murieron, sino que engordaron. Años más tarde supe que el metanal era el atrayente y lo que los mataban era el arsénico que añadian.

-¿Nunca dudó que lo suyo eran las ciencias?
-Nunca. Sí dudé entre Física y Química. Y elegí esta segunda porque consideraba que tenía más salida profesional. Tenga en cuenta que considerando mis orígenes no podía desperdiciar ninguna oportunidad.

-¿Se considera un químico con suerte?
-Sí. Aunque no creo que la suerte exista como tal. Sí la he tenido al elegir entre los caminos que la vida me ponía delante. Pero sin un trabajo duro y constante, la suerte difícilmente te acompaña.

-¿Qué recomendaría a los jóvenes apasionados por la química?
-Primero como usted dice, que se apasionen. Después qué piensen en la química no como un trabajo de 9 a 17 horas, sino como una parte importante de su vida. Y finalmente que sean perseverantes. En investigación es clave la paciencia, saber aceptar los fracasos si llegan y ser competitivo.

-¿La investigación es un sector competitivo?
-Mucho, aunque aparente ser tranquilo. Si trabajas en proyectos de vanguardia y no consigues sobresalir dejas de ser reconocido. Por ejemplo en cualquier competición deportiva se puede conseguir medalla de oro, plata ó bronce. En Ciencia hay oro o no hay nada. Solo se reconoce al primero que lo consigue. Y son muchos los que trabajan para conseguirlo.

-¿La clave será elegir el tema de investigación?
-Sin duda. Tiene que atraerte, pero a la vez tiene que ser relevante para la Sociedad.

-Siendo el 13º químico entre los más prestigiosos del mundo, ¿por qué sigue residiendo en Valencia?
-Porque es aquí donde quiero desarrollar mi investigación. He tenido muchas ofertas tanto en Canadá como EE.UU para desarrollar proyectos, pero decidí volver a España. Tengo mis principios y, si me lo permite, mi toque de romanticismo. El país me había ayudado concediéndome becas durante años y pensaba que tenía que devolverle la inversión. Es cierto que los principios fueron muy difíciles y frustrantes. Lo que hice fue perseverar e insistir. Y terminó funcionando.

-¿Qué proyectos de innovación nos esperan?
-Los vinculados con la salud, el medio ambiente, alimentación y energía. Son las áreas donde actualmente se centran los recursos en investigación.

-¿Cuál es su perspectiva desde un punto de vista energético?
-Se trabaja para conseguir que los recursos energéticos actuales duren los años necesarios hasta que podamos sustituirlos por fuentes renovables de energía. Si no hubiera sido por el petróleo y gas natural no hubiéramos alcanzado el grado de desarrollo actual. Por otro lado, cómo no se produzca un descubrimiento extraordinario, en temas como puede ser la fusión, celdas solares de alta eficiencia, o catalizadores fotoquimicos que permitan disociar el agua en H2 y oxigeno utilizando la luz solar,..., vamos a seguir dependiendo, en gran medida, de los hidrocarburos fósiles, carbón, gas y petróleo. Y esto es probable que sea así durante los próximos 20 años. Así que, de momento, debemos continuar desarrollando nuevas tecnologías para utilizar mejor lo que tenemos.

-¿Que puede decirme a cerca de su catalizador de nanopartículas de oro sobre zeolita ITQ-43, y su aplicación en la química verde, que acaba de ser reconocido por la revista Science como uno de los hallazgos más sobresalientes de 2011?
-Trabajamos con catalizadores basados en nanoparticulas metálicas como el oro, el platino, níquel, cobalto... en procesos catalíticos. El oro permite obtener partículas muy pequeñas que tienen propiedades inesperadas que no se asemejan a las de partículas más grandes. Vimos que podíamos prepararlas y aplicar el catalizador obtenido en catálisis. Algunos de estos catalizadores que hemos desarrollado están ya funcionando en procesos industriales.

-¿Cómo se lo explicamos a un neófito?
-Podemos decir que estas partículas son capaces de interaccionar de manera selectiva con las moléculas que queremos transformar. De tal modo que dirigen la reacción hacia el producto deseado, evitando la formación de subproductos.

-¿Las redes sociales se usan entre científicos?
-Muy poco, porque en esos casos no se llega a discernir lo que es ciencia de lo que es tertulia. En mi caso, no las utilizo. Recurro a las revistas científicas y a la correspondencia privada.

-¿Qué le pediría al nuevo ministro de Industria?
-En realidad me hubiera gustado pedírselo al ministro de Educación e Investigación que no existe. Pediría una planificación y financiación a largo plazo que no dependiera de circunstancias económicas, ni políticas.

-¿Hacen falta políticas valientes que apuesten por la ciencia?
-Sin duda. Los que hacemos investigación y la transferimos para su aplicación industrial sabemos perfectamente que si no se realiza investigación básica, no se podrán desarrollar nuevas tecnologías. Convendría que lo tuviesen en cuenta los responsables de los que dependa la gestión de la investigación. Si se olvidan de apoyar la investigación más fundamental, muy pronto agotaremos nuestro bagaje científico y seremos de poca utilidad a la industria.

-Por cierto ¿ha utilizado la expresión "tener química" con alguien?
-¡Claro!

-¿Qué piensa como químico?
-Que es cierto. Hay una serie de feromonas, hormonas y procesos químicos que se disparan cuando conectas con una persona. En la vida todo es química.

-¿Es ciencia ficción convertir en oro los metales?
-Hoy en día es posible. Los antiguos se devanaron los sesos por conseguir algo que hoy podemos realizar con relativa facilidad. Lo que pasa es que desde un punto de vista económico no tendría sentido. Conseguir una simple pepita puede costar diez mil veces más de lo que realmente vale.

-Cuándo sus ojos no miran por el microscopio ¿qué ven?
-La investigación ocupa una parte muy importante de mi vida y la otra mi familia y los amigos. Tengo una hija que acaba de terminar medicina. Es una joven idealista y muy comprometida. Me gusta la juventud que se involucra y quiere mejorar el mundo.