VALENCIA. Aboga por la energía 2.0 y la democratización verde de las compañías eléctricas. Eólicas, biomasa y fotovoltaicas, ésta última de la que sabe mucho, son a juicio de Enrique Selva, consejero delegado de la empresa IM2 Energía Solar, el futuro. Los consumidores podrán generar su propia energía y la sobrante venderla a la red. En cinco años dice que el panorama energético volverá a cambiar. Para él, el país mas verde es Alemania tanto por la energía que consume como por las empresas que operan en su territorio. Es padre de un niño de tres años que ya sabe lo que es la energía fotovoltaica, aunque solo señala al sol cuando se le pregunta. Le encanta jugar al pádel, practicar bicicleta de montaña y leer biografías de grandes personajes.
-¿Por qué convirtió a la fotovoltaica en su referente?
-A muchos ingenieros industriales como a mí nos atrae mucho el tema energético. En mi época revolucionó las aulas la fusión fría con la que pensábamos que íbamos a conseguir energía gratis y limpia. No fue así. La energía siempre está en fase de expansión e investigación.
-¿La energía convertida en empresa fue algo heredado de su familia?
-Para nada. Mi padre es psicólogo y mi madre maestra. Mi interés fue personal.
-Si en temas energéticos seguimos buscando ¿qué líneas de investigación le atraen?
-El futuro energético se divide en dos caminos. Uno va hacia una energía más sostenible, esto es, limpia y segura. Que no falle. En estos tiempos los cortes de luz que todos hemos vivido alguna vez parecen el fin del mundo. Vivimos muy enganchados a la energía y llevamos mal que falle. Además el sistema tiene que ser descentralizado.
-¿Cómo por ejemplo?
-Vivimos en un oligopolio basado en grandes centrales nucleares, de gas y petróleo que generan mucha energía distribuida por redes eléctricas. Para nosotros el segundo camino nos lleva a una energía 2.0, más democrática. Está basada en un mayor número de centrales de menor tamaño, distribuidas por toda la geografía a base de paneles solares, molinos eólicos o biomasa.
-¿Esto cambiará la figura del consumidor?
-Sin duda. Con el modelo antiguo el consumidor tiene un suministrador que le factura cada mes energía y punto. El consumidor 2.0 podrá generar su propia energía.
-¿Será fácil democratizar el oligopolio?
-Los cambios socialmente importantes siempre cuestan tiempo. Afortunadamente la globalización permite al consumidor informarse y provocar cambios. Pasó con Internet y los móviles. Hoy no se puede vivir sin ellos.
-¿Cuándo tendremos la posibilidad de generar nuestra propia energía y reducir las facturas?
-No tardará mucho. En cuestiones fotovoltaicas estamos muy avanzados y en poco más de cinco años estará muy extendido. Cuando empezamos en 2003 éramos casi como aquellos locos con sus locos cacharros, hoy no paramos de instalar paneles solares.
-¿Todos azules?
-Bueno...¡ejem! podemos cambiar el color, pero el azul es el más eficiente para captar y mantener el calor. Además es el color natural que surge al fabricar la célula solar.
-¿Supone un gran ahorro esta clase de energía?
-Bastante y en algunos casos se puede generar el 100% de la energía. Pero por término medio se ahorra un 25% de la facturación. De todos modos estos años he comprobado que muchas empresas ya no sólo buscan invertir en estos temas por cuestiones económicas sino también por sostenibilidad.
-Por ejemplo ¿cuánto me costaría disponer de este servicio?
-La inversión mínima es de 50.000 euros, por un periodo asegurado de 25 años en el que además recibe una prima de inyección. Es decir la energía que genera y no consume la vende a la Red. Te conviertes es una pequeña compañía eléctrica.
-Acontecimientos como el de Fukushima ¿ha disparado el interés por las renovables?
-Desde luego. Creíamos que la energía nuclear era segura porque nadie había pensado que un terremoto fuera capaz de desconectar el sistema principal de alimentación y que un Tsunami destrozara el sistema auxiliar. El sol, por el contrario, es un valor seguro.
-¿Cuál es el primer país europeo en materia de renovables?
-Curiosamente Alemania, y eso que no tienen tanto sol. La utilización de las energías renovables está vinculada con una mayor conciencia ecológica social. España está ya a esta altura, pero nos ha costado desarrollarla.
-¿Hay mucha competencia entre las renovables?
-Como la puede haber con las no renovables. En términos generales el hecho de ser renovable no significa que seamos antinucleares. Creemos en una sustitución paulatina de las fuentes que nos han suministrado luz durante tantos años. Algo que, por ejemplo, ha anunciado Alemania que irá cerrando sus centrales nucleares mientras crece en renovables en un proceso que culminará en 2020. Ya no somos cuatro locos los que lo reclamamos sino gobiernos como Japón, Suiza, Bélgica, Alemania e Italia.
-¿El futuro, entonces, será más verde?
-Estoy totalmente convencido. Pero el cambio llegará a través de las personas porque está comprobado que las cumbres mundiales no sirven para nada. La acción individual de la gente colocando molinos o paneles solares cambiará el futuro. E irá a más porque cada vez es más barata.
-¿Se podrá reducir también el consumo?
-Sin duda. Actualmente la energía que no se utiliza para autoabastecerse desde la planta fotovoltaica se vende a Red Eléctrica que la redistribuye colocándola dónde es más eficiente.
-¿Practica con el ejemplo?
-Por supuesto. Vivo en un adosado en el que instalé paneles. Y cómo genero más energía de la que consumo la vendo.
-¿Cómo?
-Por ejemplo IM2 alquila techos a empresas comerciales donde colocamos paneles solares. Genero energía y la vendo a la Red de la que se autoabastece la empresa comercial.
-¿Es posible que un ciudadano se beneficie de esta energía sin colocar paneles solares en su tejado?
-Sí. Por ejemplo una persona que viva en la Avenida Aragón y quiera tener energía solar no necesita tener instalados los paneles solares en su tejado. Yo le vendo un pedazo de techo, que viene a costar 50 euros por cada 100 m2 al año, colocados en otro lugar. Este techo le puede abastecer el consumo de su hogar y proporcionarle un negocio al vender energía sobrante. El alquiler viene a ser un 6% de lo que genera la planta. De todos modos estamos hablando de un nuevo concepto que la gente no sabe que existe.
-¿Por qué cree que cuesta tanto ponerse de acuerdo en materia política?
-El cambio de modelo energético no puede llegar de mano de los políticos porque tienen demasiados intereses con corporaciones a las que no interesa democratizar la energía. Llegará por la gente que querrá energía más limpia, barata, segura...En las cumbres cada país tiene sus propios intereses que chocan con los de los demás. Por ejemplo Francia es un país cuyas centrales nucleares construyen las de todo el mundo.
-¿Sin subvenciones las renovables pueden vivir?
-Más bien creo que ha existido un tema mediático falso y utilizado políticamente. Las renovables perciben una tarifa por la energía que generan, no una subvención. Esto ha servido para incentivar su uso y reducir el coste. En fotovoltaica, por ejemplo de cada panel puesto se ha reducido su coste hasta un 60% en 5 años. Es una reducción brutal. Otra cosa que nadie dice es que la riqueza generada se devuelve al país. Un último estudio habla de 500 millones anuales que percibe el Estado gracias a las renovables.
-¿Las renovables y el mundo verde estresan?
-Pues sí, pero en cuanto puedo me relajo jugando al pádel. Aunque como mi pareja de juego es otra empresa de la competencia, no siempre lo consigo. ¡Es broma! Jugamos desde hace años. Tengo un niño de tres años, que también me consume mucha energía, pero dentro de nada se vendrá conmigo a practicar bicicleta de montaña. Es buenísimo para mantener el equilibrio mental.
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