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Así hablará el Rey de Urdangarín en
su discurso de Nochebuena

24/12/2011 El Rey Juan Carlos no suele entrar en el comedor de casa, a excepción de un día, en Nochebuena. Y este año vendrá acompañado de su yerno. Estará 10 minutos, pero son los únicos en los que tradicionalmente dice lo que quiere, aunque sea a su estilo

VALENCIA. Después de décadas de mensajes del Rey, este año la expectación es máxima. Sin embargo, no es ni por la crisis ni por el paro, sino por un hombre: Iñaki Urdangarín, yerno del monarca e investigado por las presuntas irregularidades de la Fundación Nóos. La propia Casa Real ha manifestado públicamente que considera que su comportamiento es "poco ejemplar". Pero, ¿lo dirá el Rey en Nochebuena?

EL MENSAJE YA ESTÁ APUNTO

La tarde del jueves se grabó el mensaje en la Zarzuela y sólo un reducido número de personas han escuchado ya su contenido, que se emitirá a las 21:00 del 24 de diciembre. La grabación se produce habitualmente a mediados de mes, pero este año el último accidente doméstico del Rey y, sobre todo, por la cortesía de esperar a que Mariano Rajoy fuera investido para cumplir con la protocolaria comunicación del contenido al presidente del Ejecutivo. Sí, bien, pero, ¿habla de Urdangarín?

Aunque todos los discursos parecen iguales, cada año incluyen un aspecto de actualidad que es introducido especialmente. En 1994, con Luis Roldán huido de la justicia, el Rey habló de la necesaria honestidad de los cargos público; en 2000, de la contribución de los inmigrantes a la mejora colectiva; en 2002, del esfuerzo ciudadano tras el hundimiento del Prestige; y desde 2009, de la protección necesaria a los parados y el esfuerzo para salir de la crisis. ¿Y este año toca hablar del marido de la infanta?

EL MINUTO DE ORO DE URDANGARÍN

Como "el Señor escribe recto con renglones torcidos", el Rey no dirá el nombre de su yerno, pero a nadie se le escapa que tendremos una líneas recordando la necesaria honestidad y, lo que es más importante, "la igualdad de todos los españoles ante la ley". Un aviso a navegantes sobre la intención del Rey de dejar hacer la justica con el marido de la infanta. Todo lo que se sume a estas afirmaciones mostrará la molestia del Rey hacia el asunto.

Tan importante como sus palabras será el encuadre en el momento de decirlas. Desde los tiempos de Pilar Miró como realizadora del mensaje, hay unas claves que se repiten hasta la extenuación.

Cuando el Rey habla de aspectos generales, se le encuadra sentado con el árbol y el nacimiento (símbolos de la tradición y la proximidad). Si se trata de aspectos relativos a España y los intereses de los españoles, por el fondo aparece la bandera y la foto de los príncipes y sus hijas (símbolo de continuidad).

Sin embargo, cuando se busca cercanía y darle a las palabras un componente afectivo, la cámara se acerca hasta encuadrar a penas su rostro expresando seriedad, molestia, pena... Ahí saldrá Urdangarín.

GANARSE AL PUEBLO

El Rey ha buscado siempre ganarse a los españoles desde el punto de vista afectivo. Al fin y al cabo, es la reputación la que sostiene a la Corona y hoy es especialmente importante teniendo en cuenta que suspende por primera vez en la valoración de los ciudadanos, según el CIS.

Esta voluntad le hizo cambiar en 1975 el día de emisión del mensaje del Jefe del Estado. Francisco Franco emitía el suyo en Nochevieja como balance del año, pero Juan Carlos Primero optó por Nochebuena, una cita mucho más afectiva y marcada por la proximidad familiar.

CÓMO SE ESCRIBE 'EL DISCURSO'

La estructura es muy sencilla. Cada tema dura dos párrafos de dos o tres frases cada uno. Dentro de estos bloques, la primera oración es siempre breve y lanza el mensaje general. La última sirve de resumen y refuerza el conjunto.

Entre bloque y bloque, usa las pausas como quien pasa la página de un libro y, al entrar en los apartados más sensibles, utiliza los gestos y las manos para reforzar el sentido y la contundencia con la que quiere transmitir la idea central.

Así que, atención a lo que dice en plano corto y a lo que aparece en cada encuadre. De este modo, el próximo mensaje del Rey no tendrá secretos para los espectadores avisado. Se puede ir practicando con el de 2010.

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