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VALENCIA (VP). Las acciones del Banco de Valencia (BVA), que ayer encadenaron su segunda subida a doble dígito, continúan al ritmo que les marca la 'fauna especulativa' en bolsa, que hacen y deshacen a su antojo, pese a que la entidad de Pintor Sorolla está intervenida por el Banco de España desde el pasado 21 de noviembre.

Al cierre de dicha sesión, sus títulos cerraron en los 0,74 euros, un 9,5% por encima de los 0,67 euros que lo hicieron ayer. Una jornada que vino condicionada por el desmentido del gigante bancario británico HSBC de hacerse con el BVA, tal y como fuentes del propio banco comunicaron a este digital. 

La cotizada local afronta las últimas seis sesiones del año -el próximo lunes es festivo en el parqué- con una revalorización en lo que va de mes del 45,65% aunque sus títulos acusan una caída anual del 79,75%, lo que las sitúa en el 'top 5' bajista anual tras Besós (-90,88%), Metrovacesa (-83,33%), General de Alquiler de Maquinaria (-80,29%) y las cuotas participativas de la CAM (-80,29%), que se mantienen suspendidas en los 1,34 euros desde el pasado 8 de diciembre.

La dinámica especulativa en la que ha entrado el banco gestionado por el FROB es de tal calibre que para entenderlo basta echar un vistazo al rango en el que se ha movido en lo que va de mes: ¡un 162%!

Un porcentaje que sale de los 0,44 euros que marcó en los peores momentos de la sesión del pasado uno de diciembre -mínimo de la última década- y de los 1,15 euros que llegó a tocar durante la jornada del día siete.

Algo lógico, por otro lado, puesto que la cotizada -como muchas otras catalogadas como 'chicharros'- es pasto de los especuladores más extremos, que entran y salen rápidamente del valor para aprovechar unos pocos céntimos. Es lo que en el argot bursátil se conoce como 'centimeo' propio de los valores de escasa capitalización y que cotizan por debajo del euro, es decir, las llamadas 'penny stocks'.

El fuerte aumento del volumen de negocio, que rara es la vez que no duplica su media diaria de acciones cuando no lo hace todavía más, también es un sinónimo evidente del posicionamiento de los especuladores de turno, que con un buen puñado de acciones pueden mover a su antojo al valor.

LOS RIESGOS DEL TRADING

Una política peligrosa por el serio -y elevado- riesgo de quedarse pillado haciendo trading, tal y como les ha sucedido a muchos de los que hicieron lo mismo con las cuotas participativas de Caja Mediterráneo (CAM). "No quiero ni pensar la cara que pondrá más de uno como por cualquier circunstancia se suspenda el valor, se publiquen noticias más negativas de las que ya de por sí contempla un banco intervenido y no se hayan cerrado las posiciones", advertía ayer a Valenciaplaza.com un veterano gestor de fondos.

Mientras tanto sorprende -y mucho- la fuerte reducción del préstamo de acciones -la antesala de las posiciones cortas o bajistas-, que a lo largo de este mes se ha reducido un 18,5% al pasar de los 15,56 millones de títulos del útlimo día de noviembre hasta los 12,68 millones de acciones que figuraban en el boletín diario de ayer de la Bolsa de Madrid.

Aunque conviene recordar al respecto que el incremento de estas operaciones bajistas está vetado 'sine die' por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Además, con pocos visos de que se levante en las próximas semanas -por no decir meses-, por lo que buena parte de los 'cortos' (inversores institucionales y no minoristas) bien podría haber desistido su intento de desestabilización sobre un valor que está intervenido.

Nordkapp Inversiones, el broker del BVA, continúa al frente de los brokers vendedores en términos netos en lo que va de mes, con un saldo de 4,82 millones de títulos. A continuación se sitúa Auriga Securities Madrid (-1,65 millones) e Intermoney Valores Madrid (-1,52 millones). Unos números que en conjunto 'barren' a los mayores compradores netos como son BBVA Bolsa Madrid (+2,04 millones), Mercavalor Madrid (+1,07 millones) y BBVA Bolsa Valencia (+831,083 títulos).