MADRID (EP). El expresidente y primer accionista de Fadesa Manuel Jove ha afirmado que en agosto de 2007 accedió a comprar a la Martinsa Fadesa activos hoteleros por 200 millones de euros después de que el presidente de la nueva compañía, Fernando Martín, "amenazara" con demandarlo.
"A lo mejor no hice bien", ha admitido Jove durante su declaración ante el juez en la primera sesión del juicio por la demanda de responsabilidad social que Martinsa Fadesa interpuso contra los antiguos propietarios y gestores de Fadesa, a los que reclama 1.500 millones de euros.
El empresario gallego ha explicado que Fernando Martín lo llamó, una vez hecha la compra, y le dijo que "necesitaba 200 millones". De acuerdo con la versión de Jove, cerraron un acuerdo --en el hotel Intercontinental de Madrid, ha precisado-- que se formalizó en agosto de 2007 y que implicó la adquisición por parte de Jove de activos que no interesaban a Martín, como cuatro hoteles en Galicia y dos en Cataluña.
Según ha explicado Jove, el acuerdo incluía un pacto de "no agresión" mediante el cual el presidente de Martinsa Fadesa renunciaba a presentar posteriores demandas o reclamar responsabilidades. "A lo mejor lo hice mal, pero no quería tener lo que tenemos ahora mismo", ha reiterado, en alusión al juicio, para justificar el haber accedido a la petición de Martín.
Este documento, posterior al acuerdo de compra de Fadesa de septiembre de 2006, se hizo una vez los nuevos propietarios hicieron una "revisión" del estado de los activos. De hecho, el empresario gallego sostiene que el mismo indicaba que Martín había "examinado detenidamente" la situación de la sociedad antes de su firma.
Jove ha manifestado, asimismo, que él no participaba directamente en la elaboración de las valoraciones de activos o en la información proporcionada para tal fin a la auditora CB Richard Ellis --a la que se encargó una auditoría sobre Fadesa--, sino que esa tarea dependía de la información aportada por las delegaciones territoriales.
En la primera sesión del juicio, también ha comparecido el que era consejero delegado de Fadesa en el momento de su venta Antonio de la Morena, quien, al igual que Jove, ha rechazado la acusación de que se sobrevaloraron los activos para la venta.
De la Morena, también demandado por Martinsa, ha sostenido que la información para las valoraciones "siempre ha sido la correcta, en todo momento" y ha apuntado a la información dada por las delegaciones.
La defensa de Jove argumenta que el informe de tasación de CB Richard Ellis, referido a diciembre de 2006, se emitió el 26 de febrero de 2007, cinco meses después de que la operación de venta se cerrase, el 28 de septiembre de 2008.
En cualquier caso, el que fue consejero delegado de Fadesa ha indicado que, a su juicio, la valoración de activos "no tiene incidencia en la compañía", puesto que los precios de compra y venta no guardaban relación con ese análisis. Por ello, ha dicho que "no era un elemento muy trascendente" y ha puesto el acento sobre el valor que los mercados atribuyen a la empresa.
MARTÍN "NUNCA" PREGUNTÓ
Además, ha señalado que desconoce el procedimiento de las firmas de tasación para hacer sus estudios y si se basaban en la información dada por Fadesa. En algún caso, ha apuntado, "habían visitado activos".
De la Morena ha negado que la clasificación interna de los suelos que hacía la inmobiliaria coruñesa --los apartados no se corresponden con los empleados habitualmente-- afectase a la valoración y ha asegurado que los suelos siempre tenían potencial de desarrollo.
El antiguo consejero delegado de Fadesa ha indicado que no recuerda que Fernando Martín preguntase "nunca" sobre la valoración de los activos tras cerrar la compra, aunque sí ha dicho conocer las supuestas amenazas del empresario madrileño, pues se lo transmitieron "varias personas". Además, en la misma línea que Jove, ha relatado que mantuvo varios encuentros con el comprador y que las dudas acerca de si podía facilitarle información confidencial lo dejaron "un tanto preocupado".
La obstrucción en el acceso a información es una de las cuestiones que Martinsa denuncia en su demanda. El actual director general de Martinsa Fadesa, Antonio Gil, ha señalado a este respecto que, pese a que pidieron en varias ocasiones la documentación empleada por Richard Ellis para el informe completo (con las fichas de los activos, una tasación individual y un resumen global) no se les remitió la totalidad hasta noviembre de 2010.
"INCORRECCIONES"
Gil ha relatado que a finales de 2007 los nuevos gestores comenzaron a detectar "incoherencias" y a lo largo de 2008 aparecieron las "incorrecciones".
Además, ha sostenido que las denominaciones como "obra en curso" --la defensa de Jove ha sostenido que se designan como "promociones en curso"-- de terrenos en los que "no había obra en construcción ni tenían licencia de obra" llevó a tener que devolver a algunos clientes cantidades adelantadas por viviendas. "El llamarlo obra en curso permite un método de tasación que permite subir el valor de esos activos", ha indicado.
En la vista de este lunes, también ha comparecido ante el juez el que fue director jurídico de Martinsa Fadesa hasta octubre de 2010 Javier Lacleta, quien ha relatado que tras la fusión ordenó una auditoría interna de los activos que no terminó porque "era demasiado tiempo".
Además, ha apuntado que discutió en dos ocasiones con CB Richard Ellis porque "no quería enviar" la documentación que había usado en su valoración de Fadesa y ha dicho no recordar que responsables del nuevo equipo diesen orden de buscar argumentos para demostrar que las tasaciones estaban mal, bien por responsabilidad de la auditora, bien por culpa de la empresa que dirigía Jove.
RESPONSABLES DE ÁREAS
Por la sala del Juzgado de lo Mercantil número 1 también han pasado los actuales delegados de Martinsa Fadesa en Andalucía Occidental y en Canarias, quienes han negado tener participación en la elaboración de documentación para CB Richard Ellis y han indicado que elaboran informes técnicos cuyo uso posterior desconocen.
El responsable en Canarias ha revelado que recibió "presiones" para comenzar una obra en un terreno que carecía de licencia en Guanarteme y que en el caso de la Atalaya Dorada la certificación de obra se firmó antes de que se diese la licencia de construcción.
Por último, Jove ha indicado que el reparto de un bonus a los empleados con la operación de venta a Martinsa fue "condición desde el primer día" y que "consta en el documento" pactado. A cambio, ha apuntado, esperaba el "cariño" de los que eran aún sus empleados y pedirles que "se portasen con el nuevo presidente como se portaron" con el fundador de Fadesa.
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