-¿Qué opina sobre la actuación general del Gobierno en materia de reforma laboral?
-Para mí, la actuación general del Gobierno está siendo oscura y confusa, ya que no se puede decir una cosa y la contraria. Cuando leemos el Real Decreto-Ley aprobado por el Gobierno, lo primero que nos encontramos en la Exposición de Motivos (tercer párrafo) es que "recuperar la senda de la creación de empleo y reducir el desempleo constituye en estos momentos una exigencia unánime del conjunto de la sociedad y, en consecuencia, debe constituir el objetivo último fundamental de todas las políticas públicas". En el apartado II de la exposición de motivos se dice que "esta reforma tiene como objetivo esencial contribuir a la reducción del desempleo e incrementar la productividad de la economía española". También se dice que "hay que incrementar la flexibilidad interna de las empresas".
Cuando comparamos lo que se dice en esta exposición de motivos con su contenido, y sobre todo con las declaraciones del ministro de Trabajo diciendo que la Reforma no va a crear empleo, a uno le entran ganas de dedicarse a otras cosas.
-¿Cuáles son en su opinión los puntos débiles y los fuertes de su proyecto de reforma ahora en discusión en el Congreso?
-Más que hablar de puntos débiles o fuertes de un Real Decreto que no ha satisfecho a nadie y que se va a tramitar como Proyecto de Ley, con lo cual es de esperar que sufra cambios importantes esperemos que para mejorarlo, a mi me gustaría más hablar de aquellos aspectos de la legislación laboral actual que entiendo deben ser reformados para ayudar a las empresas a ser más competitivas. Para mí las reformas laborales hay que llevarlas a cabo con crisis o sin crisis. La legislación laboral tiene que ir adaptándose a las nuevas circunstancias de los mercados y se tienen que producir los cambios necesarios para que nuestras empresas puedan seguir adelante. Porque los únicos que pueden crear empleo son las empresas y para ello, la legislación laboral, tratando de conciliar los intereses de los trabajadores, debe facilitar que las empresas puedan competir en unos mercados cada vez más saturados y difíciles. Y eso tiene un nombre, "potenciar la flexibilidad interna". El Decreto que estamos analizando no avanza nada en este campo, este es para mí su punto más débil. Hay otros puntos débiles, pero como he dicho al principio, quizás no vale la pena hablar de ellos en estos momentos. Espero y confío en que desaparezcan.
-¿Qué elementos clave considera que debe adoptar una reforma laboral en España?
-La Reforma Laboral que necesitamos en España tiene que contribuir a mejorar la competitividad de las empresas y a que se pueda crear empleo. Para mí, los elementos clave son cuatro. En primer lugar la Negociación Colectiva, nedesitada de reformas. La ultra actividad de los convenios puede perpetuar, año tras año, unas condiciones de empleo que pueden resultar nefastas para las empresas. Hay que reforma la estructura de la negociación colectiva; los convenios provinciales están muy alejados de las necesidades de las empresas y de los trabajadores. Se debe facilitar que a nivel de empresa se puedan alcanzar acuerdos sobre puntos que respondan a las necesidades de cada una y que les permitan adaptarse a las circunstancias con las que se tienen que enfrentar en sus respectivos mercados.
El segundo elemento clave es la reducción de costes. En cotizaciones a la Seguridad Social, tenemos un coste superior a la media europea. Arrastramos además, desde hace años, el pago de los salarios desde el curto hasta el decimoquinto día de baja por parte de las empresas, a pesar de que en muchos casos el trabajador tiene que ser sustituido, con lo cual el coste en esos días se duplica. El absentismo es otro factor importante que impacta negativamente en los costes de la empresa y hay que tomar medidas para reducirlo.
El tercer elemento clave es la flexibilidad interna. Los tiempos en los que el contenido de los puestos de trabajo, la jornada, los horarios, los descansos, el régimen de turnos, etc. eran muy estables y se repetían día tras día, es historia. Con la aparición del just in time la situación da un giro de 180º y se necesitan grandes dosis de flexibilidad para ajustarse a las necesidades operativas que van surgiendo en cada momento. Aspectos como la movilidad funcional y geográfica o la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, deberían ser abordados, en el trámite parlamentario, con mayor profundidad.
Y por último, el cuarto punto clave sería la regulación de la contratación. Las reformas que se introducen en el Real Decreto respecto a los contratos temporales pueden tener efectos negativos puesto que se limita la flexibilidad de las empresas y se incrementan los costes. Echo en falta modalidades de contratación temporal como los antiguos contratos de "fomento de empleo" o de "lanzamiento de nueva actividad" que cumplieron un papel muy importante de cara a la creación de empleo mientras estuvieron en vigor.
-¿Qué hacer para reducir el paro juvenil?
-Es evidente que el paro juvenil en España es un problema muy serio ya que nuestra tasa de paro ha sido, dentro de la OCDE, la que más ha crecido en porcentaje desde el comienzo de la crisis. ¿Qué hacer? Difícil pregunta. Yo pienso que la respuesta está en la Formación. Esta se ha convertido en un elemento clave para lograr un empleo. No podemos seguir manteniendo los índices más altos (30%) de abandono educativo temprano dentro de la Unión Europea, ni tener a una 14% de nuestros jóvenes entre 16 y 24 años que ni estudia ni trabaja. Hay que impulsar la Formación Profesional e intentar reenganchar a los jóvenes que han dejado los estudios ofreciéndoles formación para el empleo. Yo recuerdo que hace ya muchos años teníamos el llamado contrato de aprendizaje. Bueno, pues ¿por qué no reinventarlo? Podría ser una solución para los jóvenes poco cualificados para que entraran en el mercado laboral con un contrato que, en términos de costes, pudiera ser interesante para las empresas a cambio de comprometerse a darles formación. Iniciativas como las que menciono podrían reducir el paro juvenil.
-¿Es tan fundamental el abaratamiento del despido para crear empleo y aumentar las contrataciones?
-No creo que un buen empresario con oportunidades de negocio, tanto para mantenerse como para crecer en su mercado, y que necesite contratar personal, vaya a dejar de hacerlo porque la indemnización sea de 45 ó de 33 días por año de servicio; o de 8 ó 12 días si estamos hablando de contratos temporales. Pero es preciso que la reforma aborde toda la casuística que gira alrededor de los despidos de una forma nítida, sobre todo en los colectivos, y evitar con ello la utilización abusiva de lo que se conoce como "despido express", es decir, ante una necesidad objetiva de ajustar la plantilla, acudir al despido disciplinario, reconociendo su improcedencia, poniendo a disposición del trabajador los 45 días de salario por año de servicio, y evitando con ello el despido por causas objetivas, que podría ser mucho más económico, pero mucho más complejo de conseguir. Hay que acabar con esta situación.
Por fin alguien que dice lo que se necesita realmente y lo que la mayoria de las industrias estan dispuestos a suscribir. Con medidas a medio cocer y sin vision de futuro,sin tener en cuento la mala estructura de funccionamiento de la empresa española no saldremos de esta. Un abrazo a Alcoy. Juan Jose Ubaghs
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