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VALENCIA. Nuestros automóviles también sufren los cambios de estación en distintas partes de su estructura y mecanismos, cambios que pueden afectar al buen funcionamiento y por lo tanto, a la seguridad.

Nuestros coches, esas máquinas de las que sólo nos acordamos que hay que tener en perfecto estado cuando no arrancan. Al comenzar el día nos subimos al vehículo, le damos al contacto y, a la tarea diaria, y así pasan meses e incluso años hasta que nuestra querida máquina se queja.

Muchos son los elementos que precisan mantenimiento en un automóvil pero hoy me gustaría llamar la atención sobre los que más sufren con la llegada del frio.

Cierto es que en esta zona de nuestro país tenemos un clima relativamente poco dañino para los coches, y sin embargo no sé si sabrán que con una temperatura inferior a 5º C se recomiendan ya los neumáticos de invierno. El neumático de invierno dispone de una configuración desarrollada para circular con poca adherencia, esta falta de agarre es más evidente cuando llueve o nieva, es decir, en invierno.

Recordemos que los neumáticos son los elementos que nos mantienen en contacto con el asfalto, los que hacen posible maniobrar hacia donde queramos, frenar cuando lo necesitamos y en definitiva, circular con seguridad. Un neumático de invierno con una profundidad de su dibujo inferior a 4 mm no realiza bien estas funciones, y aunque está claro que se puede circular con ellos, no se hace de forma segura.

Los últimos estudios sobre la renovación de neumáticos en nuestro país desvelan una clara falta de concienciación sobre la importancia de estos elementos. A pesar de que las cuentas bancarias en estos tiempos no están demasiado boyantes, quizás no cambiar adecuadamente los neumáticos no sea precisamente una forma de ahorrar.

Entre estos muchos elementos a cuidar en los cambios de estación también me gustaría hacer especial hincapié sobre las escobillas de los limpiaparabrisas. Si no solemos guardar el coche en garaje o pasa varias horas diarias al aire libre, debemos tener presente que la goma de los limpiaparabrisas se desgastan con mucha facilidad, sobre todo en verano ya que se deterioran con el fuerte sol, de lo que no nos damos cuenta hasta que llega la época de lluvia que es cuando los necesitamos de verdad.