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VALENCIA. La travesía de Miguel Baselga a través de la música completa para piano de Albéniz ha demostrado que este compositor escribió para este instrumento mucho más que los cuatro cuadernos de Iberia, generalmente considerados como su obra cumbre. Este disco se concentra en su producción más temprana, incluyendo la Marcha militar, la primera pieza que se conoce de Albéniz, escrita a la edad de nueve años. Con las Seis mazurcas de salón y L’Automne-Valse, Baselga nos da una muestra del tipo de música de salón que Albéniz a menudo incluía en sus propios programas de recital durante los años ochenta y noventa del siglo XVIII.

Las mazurkas fueron escritas y tituladas con los nombres de seis alumnos de Albéniz, hijos de importantes familias de clase alta de Madrid. Sin embargo la obra más conocida de este nuevo registro de Baselga es Chants d’Espagne, en parte porque dos de sus cinco movimientos también aparecen en otra obra, la Suite Espagnole, y en parte porque se han realizado diversas transcripciones para una o más guitarras de estas piezas. Con especial referencia a Córdoba, el cuarto movimiento de Chants, el mismo Albéniz señaló que “esa música de juventud, con sus pequeños pecados y florituras, me parece ahora semejante a la decoración de La Alhambra, con esos peculiares arabescos que no dicen nada con sus formas y contornos, pero que son como el aire, como el sol, como los pájaros negros o los ruiseñores de sus jardines”.

El programa también incluye una transcripción publicada en el 2009, procedente de un rollo de fonógrafo de 1903, con el mismo Albéniz improvisando en el piano, y también la humorística Yvonne en visite!, en la que el compositor describe musicalmente el nerviosismo de una joven muchacha que fue obligada por su madre a tocar delante de él. Todo este material  es interpretado con exquisito gusto por Baselga, cuyos anteriores volúmenes de esta serie la han valido calificativos como "pianista de enorme rango y sofisticación" (MusicWeb International) o "un músico que une poesía y lirismo con la luz mediterránea que tan bien fuera plasmada por Albéniz".