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Cualquier momento y edad son buenos para asegurarse una pensión suficiente cuando llegue la jubilación. Y más ahora, cuando esta crisis de consecuencias imprevisibles podría afectar de manera irreversible a las en tiempo pasado garantizadas pensiones de la Seguridad Social
VALENCIA. Es de agradecer que después de sablarme a comisiones para tapar sus agujeros las entidades financieras se preocupen de mí, así que he decidido compartir con Vds. mis reflexiones sobre la idoneidad o no de tener un plan de pensiones y los criterios para elegir uno que mantenga nuestro poder adquisitivo.
LA REALIDAD:
1) Los años que vivimos después de la jubilación siguen aumentando. La esperanza de vida en España es de 81 años. Cada diez años transcurridos la esperanza de vida aumenta uno. La reforma y disminución progresiva de las pensiones públicas es un camino sin retorno.
2) El salario una vez jubilado se reduce por término medio un 47%, Por eso necesitamos complementar nuestra pensión si queremos que nuestro nivel de vida no disminuya sensiblemente...
3) El Estado concede ventajas fiscales para fomentar los planes de pensiones que suponen un menor ingreso a la hora de determinar la base imponible del impuesto de la renta. Por el contrario cuando se cobra el plan de pensiones tenemos que tributar como rentas del trabajo (se supone que a un tipo impositivo bastante menor pues nuestros ingresos habrán disminuido, ya que la pensión de la Seguridad Social será alrededor del 55% del salario en activo).
4) Los españoles para invertir solicitamos información y confiamos bien en nuestro banco, un 60%, o en nuestros familiares y amigos, un 19% Incomprensiblemente ocupamos más tiempo en elegir un coche (30 días) que en determinar dónde invertimos para la jubilación.
5) Ojo con los traspasos y los regalos. Compare las diferentes comisiones de gestión de los planes, tenga en cuenta el año que se compromete a tener cautivo el plan en esa gestora y mire la tributación fiscal del obsequio.
¿Qué sucede pasados unos años?
La rentabilidad de la mayoría de los planes de pensiones es exigua (el 90% no cubre la inflación), mientras los mercados suben más que ella. ¿Por cuánto nos sale el jamón que nos regala el banco? ¿Quién se beneficia de la fiscalidad ventajosa, nosotros o el banco?
En lugar de ahorrar para la vejez, con los planes de pensiones nos descapitalizamos. Entonemos el mea culpa ya que en España el 80% de los titulares de un plan de pensiones desconocemos su rentabilidad (cómo si esta no fuera importante) y un 71% las comisiones de los mismos.
La mitad de los partícipes paga un 2,15% por gastos de gestión y depósito, lo que influye decisivamente en el capital final.
LA INVERSIÓN INTELIGENTE EN PLANES DE PENSIONES
Los planes de pensiones siguen siendo un producto aconsejable, siempre que actuemos con una cierta racionalidad. Nos estamos jugamos desde el momento de la inversión nuestro nivel de vida, nuestra libertad y la de nuestros nietos.
1. A la hora de elegir un plan tenemos dos alternativas:
a) Plan que replica un índice. Lo más importante son las bajas comisiones, sobre todo cuanto más plazo quede para la jubilación. A diez años, la diferencia de invertir 6.000 euros todos los años al 8% o al 6,9% estriba en obtener un capital final de 93.872 euros o de 88.201, es decir 5.671 euros.
A veinte años, la diferencia es de 36.446; a treinta 138.996; y a treinta y cinco 249.065. Si estamos cerca de la edad de jubilación ahora que los tipos están altos podemos elegir un plan bien garantizado con comisiones ajustadas.
b) Si elegimos un plan de gestión activa hay que tener en cuenta la regla de oro. El porcentaje de inversión en renta variable debe ser como máximo a 100 menos la edad. Comparemos rentabilidades pasadas y elijamos un plan que tanto a tres, cinco y diez años esté en el primer cuartil de rentabilidad.
2. Invirtamos cuanto antes
Supongamos dos amigos, Pedro y Juan. Pedro empieza invirtiendo 1.800 euros a los 25 años y mantiene la inversión durante 10. A los 35 empieza a pagar la hipoteca, deja de hacer aportaciones y rescata su plan a los 65 años.
Por contra, Juan gasta de joven más y empieza a ahorrar a los 35 años la misma cantidad, es decir 1.800 euros cada año y continúa manteniendo la aportación hasta los 65.
Como vemos, Juan ahorra y aporta 1.800 euros más durante 20 años es decir 36.000 euros. Sin embargo el capital final es de 283.383 para Pedro y 220.222 para Juan suponiendo un 8% de rentabilidad anual en ambos casos.
La idea de sacrificarse al principio, durante unos años, para tener un mayor capital después funciona siempre que el plan obtenga una rentabilidad por encima de la inflación. La fuerza del interés compuesto es poderosa.
3. Si no tienes dinero, endéudate
La rentabilidad a medio-largo plazo de un buen plan es superior al coste del dinero y se puede desgravar ya, con lo que su rentabilidad financiero fiscal una vez deducido el coste del préstamo es positiva.
4. Empieza desde que comiences a trabajar y aporta periódicamente
Realizando pequeñas aportaciones no necesitas mayores desembolsos posteriores para obtener un capital suficiente. Tus inversiones pueden ser más arriesgadas y por tanto más rentables, si las eliges bien, al ser mayor el tiempo que falta para la jubilación.
Si baja tu plan de pensiones, y aportas periódicamente, estás comprando participaciones a menores precios y si el plan está bien elegido cuando se recupere incrementarás tu rentabilidad. Piensa en hacer aportaciones extraordinarias después de caídas superiores al 20% en tu plan de pensiones. El tiempo es tu aliado y recuperarás la inversión con creces si has elegido bien el plan.
5. Intenta no rescatar el plan de pensiones en forma de rentas del trabajo
Aunque tu tipo impositivo sea bastante menor que el que te dedujiste en la aportación (tanto por ser tus ingresos inferiores como por la disminución del tipo impositivo general que en este impuesto directo se está produciendo), existen otras alternativas.
¿Cuál es la rentabilidad real de los planes?
Si tu tipo marginal es del 35%, con una única aportación inicial de 6.000 euros y una rentabilidad del 8%, reinvirtiendo y desgravando la deducción fiscal y la rentabilidad del año anterior durante veinte años obtienes 69.626 euros, lo que te da una rentabilidad anualizada del 13,51%.
Pero existen otras alternativas (préstamos hipotecarios, hipoteca inversa, venta de otros activos con pago aplazado, préstamos con garantía del plan, etc.) que pueden ayudarnos. Todo dependerá de la legislación cuando llegue el momento de la jubilación.
En ese momento hay que replantearse, según la legislación vigente, si vale la pena mantener el plan de pensiones. Aquí, la rentabilidad pasada y futura durante el plan es un elemento a considerar, ya que puede ser interesante endeudarse y no cobrar el plan, dejándolo a nuestros herederos, máxime si a) son varios, b) su tipo impositivo es menor y c) el impuesto sobre sucesiones continúa como ahora en varias comunidades.
Ni el causante ni el heredero pagan por el incremento del valor del plan a la hora de integrarlo en el patrimonio de éste último. Para los herederos son rentas de trabajo que pueden rescatar paulatinamente a lo largo de muchos años o mantenerlo para próximas generaciones. Además, con la legislación actual ya no tienes por qué decidir en el momento de la jubilación, cuánto quieres cobrar, ni cómo, e incluso puedes aportar al plan aunque estés jubilado mientras no cobres una prestación del plan.
Si Mariano Rajoy cumple sus promesas, el tratamiento fiscal de los planes mejorará ya que no es de recibo que los rendimientos de los mismos tributen como renta de trabajo y como la de otros productos, como rentas de capital.
Regálese un buen plan de pensiones para la jubilación y con su rentabilidad cómprese el jamón, igual que al elegir el coche lo prioritario es él y no la radio incorporada. El mejor regalo para el ahorro a largo plazo es la rentabilidad y ojo, cuando contrate un producto para la jubilación cerciórese de que si decide invertir en un plan por su rentabilidad financiea fiscal no le vendan cualquier otro producto sin éstas ventajas.
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(*) Enrique Roca es analista financiero
Sin ser ningun especialista creo que un fondo de inversion o un etf hoy en dia tienen mas ventajas que el plan de pensiones, siempre y cuando no lo hagas por la desgravacion principalmente. el fondo lo puedes rescatar cuando quieras , las comisiones suelen ser por lo general menores y en un etf todavia menores que el fondo. Como sen todo creo que el acierto esta en buscar gestores adecuados al perfil de cada uno y pasar de bancos y cajas salvo raras excepciones creo que suelen ser mas caros y menos rentables , que los de gestoras independientes. sludos.
De lo que no dice un apalabra es de las comisione abusivas de las gestoras que lo hagan bien o mal cobran un % nada irrelevante Una falta de vergüenza que los gobiernos permiten y que hacen que todo lo demás igual un fondo de inversión sea más rentable que un PP que es donde nos jugamos cómo vivimos los últimos años de nuestra vida. Pero claro, como las gestoras son las que mandan y los partícipes los desgraciados ciudadanos nadie dice palabra .
Buenos dias: muy interesante y además util el artículo sobre pensiones. Gracias Alejandro Pillado Valencia 2011
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