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VALENCIA. Los bolsos como el Kelly y algún otro Hermés que se los adjudicó la innovadora Silvia Girbés en subastas realizadas en Paris en la Maison Drouot. No faltan tampoco las piezas de anticuarios de viajes por tierras más frías. "Y otros son de clientas que tengo en Madrid y Sevilla que se cansan y me los venden", explicó la anfitriona a un grupo que asentía con admiración y un poco de devoción.

Entre las curiosas miradas, la de María Guinot, que consigue llevar una pieza de mercadillo como si fuera un vintage recién sacado de desayuno con diamantes, con ese estilo Audrey que la caracteriza. Esta vez, del brazo llevaba colgada a su amiga Carmina Ibañez, que es más de diseño y estaba especialmente guapa ese día.

Vamos, que los carrés de Hermès, los pendientes de Chanel, los cinturones de Dior, y los bolsos de Loewe encontraron duras competencias en cuestiones de belleza y moda.

Y si no, que se lo digan al escritor Fernando Delgado, que seguía de cerca a las estupendas señoras que dejaban rastros de perfume de novela, a pesar de ir muy bien acompañado por su querido amigo Pedro García Reyes, que también posó en el photocall con un vintage, como el centenar de personas que abarrotó L'Arteria de Conde Altea, garito como sacado de Ruzafa, al igual que los collage de cabezas de gallos del prolífico Vinz, que también se dio una vuelta para contar que dentro de nada expone en Nueva York. Como es un street art y un reconocido grafitero, se fotografió con un sombrero que tapaba su rostro. Ellos son así, ¡artistas!

El tertuliano y también abogado José María Davó, se dejó caer a su vez por una fiesta fashion de verdad, entre Sexo en Nueva York y La Ley de los Angeles, con bellas letradas, como Julia Piñón o Mª Isabel Caudet y bellos letrados como Javier Blanes que compartían vinos y risas con el estilista Emiliano Muñoz y la estilosa Marisa Horrach.

Pero volvamos al objeto de la presentación: Que la web sea proveedora de coleccionistas en todo el mundo porque las piezas necesitan pátina, buen gusto, pero sobre todo, tiempo de barrica, casi lo mismo que los allí reunidos.

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