La importancia económica alcanzada por Robert Parker (en la persona de Jay Miller para los vinos españoles), es en gran medida resultado de la que le conceden algunos que no gastan su dinero sino el de todos para pagarle catas y conferencias. Esta semana lo hemos visto en Valencia
VALENCIA. Este comentario bien podría haberse titulado igualmente 'Jay Miller o cómo decirle a cada uno lo que quiere oír". Porque el viajero representante de Parker en España siempre dice lo mismo: lo que sus anfitriones, que son quienes le pagan, quieren escuchar. O bien que sus vinos son los mejores, un referente del vino español en EE UU como en La Rioja, algo absolutamente desconocido antes de que él lo indicara como todos sabemos, o que tienen una gran relación calidad precio como en Toro, o hace un año en donde, si se fía uno de las reseñas de prensa, dio exactamente la misma conferencia que hace pocos días en Valencia o en Málaga.
Sus visitas, por desgracia, no han estado exentas de polémica por el elevado coste que tienen. En algún caso aislado han dado lugar incluso a un escándalo, el Jumillagate o Murciagate, en el que parece que se solicitó dinero a las bodegas por cada uno de los vinos que quisieran ver catados. Eso al margen de la información no desmentida de que Navarra pagoó 100.000 euros para que fuera a visitarla Miller y su inseparable Pancho Campo para promocionar sus vinos en EE UU. Algo que no ha sido desmentido y que pone sobre el tapete cuál es el grado de independencia de algunas valoraciones y guías. Sean de vino, como en esta ocasión, o de restaurantes, como la selección de 'Lo Mejor de la Gastronomía', tan vinculada últimamente a las diputaciones provinciales de la Comunidad Valenciana a las que me he referido en otras ocasiones. O declaraciones de los interfectos defendiendo la promoción.
¿Son estas catas y conferencias una buena forma de promocionar nuestros vinos? Sin duda lo son si pagamos todos a través de los impuestos y se promocionan unos pocos. No hace falta ser un experto en economía para saber que el óptimo de cualquier productor en cualquier sector es que los costes los asuman otros y los beneficios se los apropie uno. Pero si los recursos son escasos, como lo son, no parece que a base de pagar cantidades desorbitadas por catas y conferencias se vaya a conseguir nada.
El mismo Miller lo ha apuntado en su estancia con dos sutiles pero contundentes torpedos a la política de la Generalitat en este campo y a la DO Valencia y, al mismo tiempo, de reconocimiento de la labor de los bodegueros. Primero, constatando que los vinos valencianos no los conoce nadie. Y segundo, y copio textualmente que "no basta con hacerlo bien, hay que comunicarlo" (quiero pensar que no se proponía él para hacerlo). Y aunque no lo añade, añado yo lo obvio: comunicarlo en los mercados allá donde están los potenciales compradores, no en la Comunidad Valenciana, en donde ya estamos convencidos de la calidad de nuestros vinos. Pues a ver si aprenden los responsables de los DO y además de premios y medallas empiezan a exigir dinero para promocionar de verdad nuestros muchos vinos buenos.
DOS SUGERENCIAS
Dentro del dinamismo que caracteriza a la gastronomía valenciana, fuera de las grandes momias, hay dos iniciativas que no me resisto a comentarles.
La primera es la apertura de una nueva tienda de productos italianos, Gustonuovo, en el 16 de l'Avinguda de l'Antic Regne. Su propietario, o encargado, es un profesional excelente que trasmite pasión por lo que vende. Y algunos de los productos que he probado han resultado ser excelentes. Me falta el scarmoza porque no le quedaba. Me intriga saber si podré comprar en Valencia uno de los buenos de verdad. Ah! Y abre los domingos.
La segunda iniciativa es al parecer más conocida, pero no para mí y quizá tampoco para parte de ustedes. Es la excelente tienda de quesos Sólo Queso en el mercado de Ruzafa (palcos 90-91). Tampoco es la primera que hay en Valencia, pero sí es de las pocas en las que quien vende conoce el producto y está encantado con lo que hace. Lo cual convierte la compra en un placer. Y además tiene algunos quesos artesanos muy poco frecuentes en Valencia.
Repsol regala sus soles
Hace unos días fue general a crítica a la Guía Michelin España y Portugal 2012 por considerar que en España sólo hay cinco restaurantes merecedores de su máximo galardón de tres estrellas. Casi al mismo tiempo se hacía público que el número de los que, según la Guía Repsol merecen tres soles -su equivalente a las estrellas- pasaba a veintidós. A casi ningún crítico le parecieron excesivos. Pero lo son. Y no por Dacosta, que los tenía, y Arrop Ricard Camarena que los consigue en esta edición 2012 (¡enhorabuena Camarena!). Incluso entre los valencianos debería añadirse Morales en Ferrero más sugestivo en mi opinión que los dos anteriores. Pero aún así, son un exceso propio de acomplejados.
Ahora que se han acaba de hacer pública la lista completa el desaguisado se agranda hasta lo increíble en una guía promocionada por una empresa multinacional que se supone que conoce el mundo. Porque lo es concederle un sol al restaurante Vuelve Carolina, dos a Vertical (qué desperdicio de las aptitudes de Jorge Andrés) y colocar a la ruidosa fábrica de comida de la Calle Correos junto a Peix y Brases, igualado a su vez con Casa Alfonso en la Dehesa de Campoamor, Rías Gallegas o Morgado en Valencia y de Aqua o Arbequina en Castellón.
Es más que un insulto a la gastronomía, es un seguro caminar hacia la pérdida de credibilidad. Ya le pasó a la Gourmetour en otros tiempo tan confiable. También lo es olvidarse de algunos como La Regentamar de Benicarló o Casa Manolo en Daimús. Todo lo cual, al redundar en una falta de prestigio de la guía Repsol, hace que a pesar de los pesares el criterio de Michelín arrase. Si contratasen a Antonio Vergara tendrían mejor criterio y seguro que les resultaba más barato.
____________________
El blog de Joe L. Montana
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.