TORONTO, 27 Jun. (EUROPA PRESS/Emilio López Romero). Así lo aseguró la vicepresidenta Salgado en rueda de prensa para valorar los avances de las negociaciones que están teniendo lugar en la ciudad canadiense en el marco de la cumbre del G-20 que reúne desde ayer en Toronto a los líderes de las principales economías del mundo y de los países emergentes.
Consolidación fiscal, reformas estructurales y una apuesta fuerte por el crecimiento son las tres ideas principales que ha defendido el líder del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, en sus intervenciones en las sesiones de trabajo, en las que se han discutido los efectos sobre el crecimiento a corto plazo que pueden tener los procesos de consolidación fiscal.
Según la vicepresidenta, hay un sentimiento generalizado de que el G-20 no solo debe atender la actuación "muy decidida y valiosa" para luchar contra la crisis sino que además debe ser el foro donde se desarrollen actuaciones "coordinadas" para estimular el crecimiento en el ámbito mundial.
Así, dijo que Zapatero ha hecho referencia a factores que pueden impulsar ese crecimiento, con mención concreta al comercio, "con el deseo de que la ronda de Doha termine lo antes posible", a la educación, a la innovación, a la lucha contra el cambio climático y la economía verde, y a todas las medidas que contribuyan al impulso de la productividad.
TRANSPARENCIA
Zapatero, explicó la vicepresidenta, aprovechó su intervención en Toronto para recordar a los líderes que la crisis se originó en el sector financiero, e hizo una mención expresa a la necesidad de que haya una mayor transparencia porque, dijo, "eso será lo que genere una mayor confianza".
Salgado subrayó que los mandatarios están discutiendo sobre todos los componentes de la regulación financiera y la idea es que los trabajos estén terminados en diciembre, aunque mencionó la posibilidad de que haya un "periodo transitorio" con la idea de que sea "lo más corto posible" para que no sea un inconveniente para el estímulo del crecimiento.
También se ha hablado de los mecanismos de resolución de crisis financieras, y Salgado dijo que son los países los que tienen que definir los detalles de cómo abordarlos pero partiendo de un conjunto de principios comunes, "que no creen riesgo moral, que no sean discriminatorios y que minimicen los costes de resolución de esas crisis".
CONFIANZA
Respecto a la discusión que está centrando los debates en esta cumbre entre el control del déficit que defienden países como Alemania y la necesidad de aportar estímulos, por la que se decanta Estados Unidos, Salgado dijo que el sentimiento general es que la consolidación fiscal es también un "factor de crecimiento" porque estimula la "confianza".
La vicepresidenta adelantó que al término de la cumbre de Toronto habrá una recomendación general para que los países reduzcan el déficit a la mitad en el 2013 y la necesidad de que la deuda se estabilice en el 2016. En el caso español "será mucho menos que la mitad" y la deuda se estabilizará a partir del 2012. "Para España no será difícil cumplir esas condiciones", dijo.
Salgado, que negó que en las jornadas de trabajo se hayan hecho referencias concretas a España por la crisis de la deuda europea, subrayó por último que la recomendaciones individuales que se espera que haga el FMI a cada país "en absoluto son vinculantes" y la intención es que sean "compatibles" con otras propuestas.
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