VALENCIA (VP). PROFIM Asesores Patrimoniales es una Empresa de Asesoramiento Financiero Independiente (EAFI) debidamente regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ostenta el número 26 dentro del registro oficial del supervisor español. Por tanto se trata de una de las más veteranas, pese a recibir el visto bueno el 18 de marzo de 2010. Pero conviene tener en cuenta que la figura de estas empresas se creó en España a finales de 2008, el proceso de autorización es lento y, además, a día de hoy sólo son 80 las EAFI que están autorizadas para operar.
Sin embargo, PROFIM fue fundada en 1995 y se convirtió en la primera empresa española en ofrecer un servicio financiero totalmente independiente a la hora de diseñar carteras de fondos de inversión a la medida de cada cliente. Esta sociedad madrileña, que está formada por un equipo de 25 personas que llevan más de 14 años desarrollando el asesoramiento financiero, está presidida por Víctor Alvargonzález. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, inició su carrera profesional en FG Inversiones Bursátiles, la sociedad de valores -la primera independiente- que puso en marcha el actual presidente del BBVA Francisco González (FG) antes de incorporarse a Argentaria.
Alvargonzález, un profesional de los mercados financieros con una amplia trayectoria, fundó en 1995 PROFIM, mientras se ha convertido en un colaborador habitual de las secciones de economía y finanzas de muchos medios de comunicación españoles. Este digital ha querido conocer de primera mano no sólo la trayectoria de esta EAFI a través de su máximo responsable sino saber también sus impresiones sobre la marcha de los mercados financieros y sus previsiones de futuro.
-¿Qué papel juegan las EAFIs en un momento tan convulso en los mercados financieros y con el sector bancario tan movido?
-Si siempre es necesario contar con asesoramiento objetivo e independiente, todavía lo es más en una situación como esta. El valor añadido de un asesor financiero independiente está en que se sitúa del lado del cliente, no de una entidad financiera, ya que no tiene producto propio sino que elije los mejores del mercado para sus clientes. En un momento en el que es vital elegir bien, desde producto hasta entidad financiera, se aprecia tener alguien de tu lado a la hora de invertir o colocar tu dinero, alguien que no dependa de los intereses comerciales de las entidades financieras. Baste pensar no sólo en invertir bien, sino en saber elegir en un momento en el que la mayoría de las entidades necesitan captar dinero 'como sea'. Es un momento especialmente delicado para no estar bien asesorado. No todas las EAFIs son independientes -EAFI significa 'empresa de asesoramiento financiero', no necesariamente independiente-, pero es a ellas a quien yo me refiero, que son las que de verdad aportan al mercado.
-¿Por qué sigue habiendo un número tan reducido de EAFIs inscritas en la CNMV comparado con otros países europeos como Reino Unido y/o Francia?
-Porque en esos países llevan mucho más tiempo existiendo ese tipo de entidades que en España. En Gran Bretaña, por ejemplo, llevan más de cien años funcionando y el 50% de las suscripciones de fondos de inversión, por ejemplo, se realizan a través de EAFIs. En Francia, si se unieran, serían el tercer banco del país. En España, salvo nosotros, que llevamos quince años realizando esta actividad, el resto han nacido al calor de la nueva legislación. Nosotros hemos estado 15 años casi en solitario. Pero las EAFIs son las únicas que crecen actualmente en patrimonio asesorado, mientras que el resto de actores -bancos, gestoras...- ven decrecer su número de clientes y patrimonio.
-¿Cuál es el valor añadido de PROFIM?
-La independencia -no todas las EAFI lo son, como comentaba anteriormente-, la ausencia de conflictos de intereses entidad/cliente -velamos exclusivamente por los intereses del cliente, no por los de un grupo financiero-, la arquitectura abierta -PROFIM puede recomendar a sus clientes cualquier producto del mercado que pueda serles de interés- y, finalmente, pero no menos importante, la experiencia. Somos la primera empresa española que decidió asesorar siguiendo esta filosofía, hace ahora quince años, cuando era algo tan novedoso que ni siquiera estaba legislado como tal. Y la experiencia es, sin duda, un grado, especialmente en finanzas.
-¿Qué proyectos tienen a la vista?
-Seguir haciendo lo que hacemos y tratar de mejorar cada día. También queremos seguir creciendo, pero le damos más importancia a mejorar y ganar prestigio que a crecer. En temas de asesoramiento financiero ocurre como entre los médicos: el prestigio es vital, y nosotros queremos cuidarlo, aumentarlo y mantenerlo. Por eso nuestra prioridad es mejorar día a día el servicio y, en segunda derivada, el crecimiento.
-¿Por qué España sigue a remolque en Europa en el asesoramiento regulado de los productos financieros que se intermedian?
-En cuestiones financieras no somos de los países más avanzados de Europa. Eso es una realidad. Por si fuera poco, somos un país muy bancarizado. Se compra lo que los bancos quieren que se compre, sea o no la mejor opción de inversión en el momento. Un ejemplo muy claro: si los bancos tienen que colocar fondos garantizados se colocan, aunque luego, a la hora de la verdad poca gente ha salido contenta con ellos y en el mismo periodo que duró el garantizado se ganó más en un fondo de renta fija privada o de bonos norteamericanos. Y lo mismo con los depósitos: se gana más y se duerme más tranquilo comprando bonos de buenas empresas españolas, de las que son sólidas y bien diversificadas internacionalmente, que las hay, y muchas, que en depósitos de 'bancocajas' de dudosa solvencia. Pero en España el poder de la banca y de las cajas es enorme y eso no cambia en un día. Harán falta décadas para que el grueso de la población se convenza de que lo que le interesa colocar al banco no es siempre lo que le interesa comprar al cliente. O que en otro banco puede haber algo mejor.
-¿Realmente está preparado el cliente español a pagar por el servicio de asesoramiento?
-Siempre y cuando compruebe que hay un valor añadido. Si se le dice que se le asesora y luego se le colocan productos 'de la casa' no, pero si ve que detrás hay independencia, objetividad y que el asesor trabaja para él, no hay problema. Igual que cuando va al médico o al abogado. Pero a día de hoy y sobre todo en el pasado muy pocas entidades podían decir que cumplían esas condiciones. Y hay que explicarlo muy bien, porque mucha gente no sabe que puede haber una empresa que trabaja para él seleccionando los mejores productos del mercado. La mentalidad es la de que una entidad financiera te coloca lo que fabrica y encima te dice que te asesora, y por eso nadie está dispuesto a pagar, como es lógico.
-¿Hasta qué punto las EAFIs pueden ser consideradas como un 'enemigo' para las entidades financieras?
-En realidad no lo son porque las EAFIs recomiendan a sus clientes productos que fabrican las entidades financieras, pero no de una sino de todas y seleccionando por especialidades, tipo de inversión, perfil del cliente, etc. Pero las entidades financieras los ven como un enemigo porque la EAFIs les quita el control del cliente, digamos que 'libera' al cliente de trabajar con una sola entidad, le permite elegir, comparar. Eso obviamente no les gusta a los bancos, pero de momento no se preocupan mucho porque, como bien decías antes, las EAFIs son pocas y de corta edad, quitando nuestro caso. Demasiado pequeños para que representen una amenaza. Pero eso cambiará. Luego, cuando el mercado madure, ocurrirá como en los países anglosajones: convivirán unos con otros y cada uno hará su trabajo: las entidades fabricando productos, las EAFIs analizándolos y ayudando a los inversores a elegirlos. En el fondo son actividades complementarias.
-Por cierto, ¿sigue habiendo malas praxis en esta profesión?
-En las EAFI no, desde luego. Aunque solo sea porque llevan demasiado poco tiempo para desarrollar ese tipo de vicios. En el sector bancario -por supuesto cajas incluidas- ya hemos visto todo lo que ha sacado a la luz la crisis. De hecho, las EAFIs, cuando están creadas por profesionales serios y con experiencia, lo que tratan es de corregir esa mala praxis. Es más: no cometer esos errores es su valor añadido.
-¿Por qué considera que cada vez se valora mucho más la opinión de un experto independiente?
-Por sentido común y por observación de la realidad. No se puede ser arte y parte, no se puede estar en misa y repicando. Las entidades financieras no pueden ser los fabricantes del producto y a la vez decir que dan un buen asesoramiento. Vender un producto de la casa no es asesorar. El asesor, para ser objetivo, debe ser independiente, no debe tener producto propio. Tiene que trabajar solo para el cliente y no defender los intereses de un determinado grupo o entidad financiera. Y luego está el tema de la variedad. Si puedo ir a un gran almacén o a un centro comercial y elegir entre cientos de marcas, ¿por qué tengo que invertir con una entidad que sólo me ofrece lo suyo? Es de puro sentido común y no hace falta ser un experto en finanzas para entender las ventajas que ofrece un asesor financiero independiente que trabaje en arquitectura abierta como es el caso de PROFIM.
-¿Hay mucha diferencia a la hora de asesorar a un pequeño inversor que a una gran fortuna?
-En lo básico no. La independencia, la arquitectura abierta o la objetividad en el asesoramiento no distinguen entre patrimonios. Ahora bien, un patrimonio grande puede 'tocar más palos', es decir, puede sacar más partido a la arquitectura abierta, acceder a productos con mínimos superiores y negociar mejor comisiones en las entidades si se da el caso (y nosotros también ayudamos en esas negociaciones).
-¿Mejorará la situación de la deuda española tras el triunfo de Rajoy?
-El asunto se les ha ido tanto de las manos a los políticos europeos que los inversores ya venden todo lo que suene a España, Italia o incluso países más creíbles. Hemos entrado en una situación de pérdida de confianza en general en todo lo que no sean los países más creíbles y sólidos de la Unión Europea. Ahora bien, Rajoy tiene lo que se llama una 'ventana de oportunidad' si encontrara la forma de mandar un mensaje realmente contundente a los mercados, algo que impresione y no ir a pasitos y porque le empujan, como ha hecho el gobierno anterior. Y aún así lo tiene difícil, porque ya está todo más en manos de la señora Merkel y de Sarkozy que del Gobierno español. Pero un golpe de efecto podría al menos separarnos de los peores de la clase.
-¿Qué componente de especulación hay detrás de la espectacular escalada alcista del riesgo país con un euro que apenas se mueve y un Ibex que se mantiene por encima de los 8.000 puntos?
-No es especulación, es miedo. Los especuladores levantan la perdiz, pero luego el mercado se asusta y vende, a veces de forma irracional. ¿Acaso no tenían razón los especuladores cuando se dieron cuenta hace un año de que ni lo políticos ni las cuentas griegas eran trigo limpio? ¿O de que jamás se va a devolver el dinero que 'presta' el FROB a las cajas y que será déficit futuro? El mercado de verdad son miles de gestores de fondos de pensiones y de inversión que se asustan ante la posibilidad de que pierdan dinero sus clientes y ellos su trabajo y se quietan de en medio cualquier riesgo. Y ver a Berlusconi con sus trucos, a Papandreu con los suyos o a Merkel viviendo en otro mundo no les da precisamente confianza. Esta no es una respuesta muy 'fashion' y lo políticamente correcto es echarle la culpa a los especuladores, pero la realidad es menos novelesca: los mercados se mueven por el miedo. A estar dentro cuando caen y a estar fuera cuando suben.
-¿Qué balance hace del ejercicio bursátil 2011 y qué prevé que haga el Ibex 35 en 2012?
-Si los políticos europeos no reaccionan de aquí a fin de año, el ejercicio bursátil será un desastre, como no puede ser de otra manera cuando los mercados están totalmente en manos de políticos incompetentes y con poca estatura política. Solo se salvarán los Estados Unidos, tal y como dijimos a principio de año, porque están muy lejos en todos los sentidos del desastre político que es desgraciadamente Europa. Respecto al Ibex 35, ahora es imposible hacer una predicción, pues todo depende, como digo, de que se tomen acciones políticas valientes en Europa y de la actitud del BCE. Nosotros podemos predecir tendencias económicas, financieras o resultados empresariales, pero no lo que pasa por la cabeza de los políticos, sobre todo de políticos con un historial tan errático. De momento lo mejor es esperar y ver, aunque el primer euro lo gane otro. En finanzas hay que saber tener paciencia, como en la pesca o en la caza. Y además hay muchas formas de colocar bien el dinero mientras esperamos.
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