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VALENCIA (VP). Las acciones del Banco de Valencia (BVA) no lograron ayer abstraerse de la nueva jornada de ventas generalizadas que se vivió en la renta variable española, al cerrar retrocediendo un 3,05% y despedir la sesión en los 0,795 euros. Lo hizo después de anotarse dos jornadas de destacadas subidas -un 7,89% el lunes y el 3,40% el pasado viernes-, después de presentar la pasada semana el segundo peor balance de todo el parqué.

"El valor ha entrado en manos de la especulación tras el anuncio de que el Banco de España está inspeccionando sus cuentas. Cualquier cosa puede pasar, pero no es muy recomendable entrar para tomar posiciones a largo plazo. Mejor esperar y ver", advierte un reputado gestor de fondos español.

Sin embargo, el recorte de ayer martes vino acompañado de un más que discreto volumen de negocio de 640.237 títulos, muy por debajo de los 1,03 millones de títulos de la media diaria anual según los datos de Infobolsa. Y todavía mas respecto a los 2,64 millones que se intercambiaron en la víspera.

La jornada vino marcada por la inestabilidad que se vivió en bolsa, no sólo en la española sino en toda Europa, pero además por tratarse del último día para presentar las cuentas correspondientes a los nueve primeros meses del año.

Finalmente se aplazaron sine día según informaron fuentes oficiales de la entidad de Pintor Sorolla pasadas las 19:30 horas de ayer.

Ironías del destino -o no- fueron los operadores de Gesamed, el broker de Caja Mediterráneo (CAM) los que llevaron la voz cantante de las compras a lo largo de la sesión de ayer. Hasta el punto que compraron directamente 1250.000 títulos -casi el 20% del negocio total- frente a unas ventas por valor de 10.000 acciones.

En el lado contrario de la balanza se situaron los tres brokers vinculados a Banco de Valencia: Bankia Bolsa, que presentó un saldo neto de 62.820 acciones, Mercavalor -otrora el broker por donde canalizaba la mayor parte de las operaciones Bancaja- con 61.189 títulos y Nordkapp Inversiones -el broker del BVA- con 59.259.

El recorte del BVA, que le llevó a descender su valor bursátil hasta los 391,56 millones de euros y a aumentar sus números rojos anuales hasta el 75,76%, fue el más elevado del sector bancario cotizado donde únicamente se salvó Banca Cívica (+0,90%).

Así, BBVA se dejó en el camino un 2,88%, Santander un 2,51%, Bankinter un 1,98%, Sabadell un 1,62%, la CAM un 1,48%, Pastor y Bankia compartieron descensos del 1,13%, Banesto un 1,12%, Popular un 0,50% y CaixaBank un 0,43%.