VALENCIA (VP/EFE). La agencia internacional de calificación acaba de confirmar el rating a largo plazo del Banco de Valencia ('BB-'), pero ha rebajado la evaluación de viabilidad (VR) hasta 'B' (además con perspectivas negativas), mientras que ha hecho lo propio con la evaluación del Banco Financiero y de Ahorros (BFA) en 'BB-', es decir, un peldaño por debajo del que le mantiene Fitch actualmente ('BB').
La rebaja de la evaluación de viabilidad -que representa la capacidad de una entidad calificada para cumplir con sus obligaciones- refleja, según manifiesta la agencia, la incertidumbre actual respecto a la cantidad de nuevo capital que puede ser necesario inyectar en Banco de Valencia, del cual BFA es su accionista mayoritario con el 27,3%, por lo que Fitch considera que se verá afectado.
Fitch recuerda que el 7 de noviembre el banco anunció que era incapaz de cuantificar sus necesidades de recapitalización, por lo que el Banco de España estaba realizando una inspección. Ante esto y teniendo en cuenta la "escasa" rentabilidad del banco y su ratio de capital "relativamente bajo", Fitch teme que pueda verse "muy afectado" ante los requerimientos del supervisor.
Además, si las necesidades de capital de la entidad fueran muy abultadas, Fitch avisa de que podría considerar que el Banco de Valencia ha quebrado. Sin embargo, explica que el banco tratará de reforzar su solvencia, en primera instancia, a través de sus principales accionistas, pero Fitch prefiere no opinar si éstos están en condiciones de hacerlo hasta que no se cifre el déficit de capital del Banco de Valencia.
Por el momento, la agencia dice que teniendo en cuenta las débiles perspectivas económicas y del mercado inmobiliario en España, al que el Banco de Valencia dedicó el 34% de sus préstamos, la entidad será incapaz de mejorar su capital de forma interna. Por eso, mantiene en revisión el grado de viabilidad del banco, lo que podría traer nuevos recortes, y promete tomar una decisión en cuanto el Banco de Valencia anuncie su plan de recapitalización.
También destaca que el banco tiene grandes vencimientos de financiación mayorista en los próximos dos años, al tiempo que elogia el posicionamiento de su franquicia regional en la Comunidad Valenciana y la estabilidad de sus depósitos.
Por otra parte, en el mismo comunicado, Fitch amenaza con degradar la viabilidad del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), principal accionista del Banco de Valencia con una participación del 27,3%.
A renglón seguido, la agencia reconoce que "probablemente" las necesidades de capital adicional del Banco de Valencia no tendrán impacto en las calificaciones de BFA, si bien los ingresos por su participación podrían verse perjudicados. Ello, unido a la continua tendencia negativa de la economía en España puede ejercer presión sobre el grado de viabilidad del Banco de Valencia y por ello lo ha puesto en revisión negativa.
La calificación a corto es la previa a considerarlo inviable a la entidad en las presentes circunstancias (y se le otorga perspectiva negativa). En Fitch: B implica "financial situation varies noticeably" y el sigueinte es CCC que implica "currently vulnerable and dependent on favorable economic conditions to meet its commitments". Así que vamos listos con la gestión del PP en la banca valenciana.
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