VALENCIA (VP). Viernes 20 de abril de 2007. 13:30 horas. Banco de Valencia (BVA) anuncia sus resultados correspondientes al primer trimestre de dicho ejercicio, que arrojaron un beneficio neto de 35 millones de euro superando en un 16,67% el mismo periodo de 2006.
La entidad que entonces presidía José Luis Olivas informaba en el comunicado de prensa que la acción se había revalorizado en los tres primeros meses del año un 7,8% muy por encima del 3,5% que había subido en idéntico espacio de tiempo el Ibex 35.
Dentro de la misma nota de prensa se podía leer textualmente que "desde la óptica temporal de 10 años en la que siempre focaliza su atención de la entidad, la acción del Banco de Valencia multiplica por 9 su valor, mientras el sector financiero lo hace por 3,5%, el Ibex 35 por 2,7% y las bolsas de Madrid y Valencia -se refería a sus índices generales- por 3,4% y 3,3% respectivamente".
Ese mismo día, viernes 20 de abril de 2007, el valor echó el cierre en los 10,11 euros -ajustado el split 1x4 realizado a finales de julio de 2008-, lo que a la postre significó la cota más alta de toda su historia, según los datos de Bloomberg. Desde entonces y hasta ahora, tal y como se puede apreciar en el gráfico adjunto, el valor ha dibujado una espectacular senda alcista, que lo ha llevado a cotizar a los niveles más bajos de los últimos diez años.
Un recorrido descenden que le ha restado un 92% de su cotización, lo que en términos de capitalización bursátil equivale a nada más y nada menos que a 4.585 millones de euros, dado que cuando marcó el máximo histórico el BVA valía en bolsa 4.979 millones de euros, mientras que ayer lo hacía por valor de 394 millones.
UNA DÉCADA PARA OLVIDAR
Sin embargo, echando un vistazo al gráfico de la última década las distancias no son tan exageradas, puesto que hoy hace un año el BVA cerró a 2,29 euros -niveles en los que se movía a primeros de junio pasado-, lo que equivale a un descenso de un 65,07% y una pérdida de capitalización bursátil de unos 733 millones de euros. Además, convirtiéndose en lo que la jerga bursátil se conoce como una penny stock, es decir, un valor que cotiza por debajo de un euro.
La presión de las posiciones cortas o bajistas, la caída de los resultados a lo largo de los últimos tiempos -todavía no ha presentado los correspondientes al tercer trimestre del año- y las recomendaciones de venta de las casas de análisis -sobre todo desde La Caixa que mantienen el precio de venta del BVA en los 0,66 euros- han llevado a la histórica cotizada local a los niveles más bajos de los últimos diez años, mientras los casi 50.000 accionistas con los que contaba el valor a 30 de junio pasado -según la información publicada en la CNMV-
De momento, ayer reaccionó a la suspensión decretada por la CNMV con una caída de un 8%, hasta los 0,80 euros, pese al buen hacer de los operadores de las mesas madrileñas de Banesto Bolsa y Ahorro Corporación Financiera, que presentaron los mayores saldos netos operativos y, además, sólo con compras, por valor de 64.086 y 61.007 títulos respectivamente. Finanduero Madrid (30.000 acciones), Santander Bolsa Madrid (28.028) y UBS Madrid (20.825) se situaron detrás también todos con sólo operaciones de compra.
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